CANDY & NEIL

CANDY & NEIL - PART- 18

LO QUE SIENTE NEIL LEAGAN
DEDICADO A FANS DE CANDY CANDY

CAPÍTULO 18...
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Enormes nubarrones negros comienzan a extenderse por todo el valle y las montañas. El cochero de la señora Leagan tiene un mal presentimiento, y le dice a la señora Leagan que quizás seria buena idea parar temporalmente en una fonda que había cerca del lugar, ya que la posibilidad de tormentas era muy elevada y podrían correr mucho peligro, ya que por aquellos lares las tormentas solían ser bastante violentas, y mas por aquella época del año.

La madre de Neil está de acuerdo con esa idea, pues ella como antigua residente del lugar, sabia de esas tormentas, pero la insistencia de su hija Eliza por llegar lo antes posible a la casa Pony, acaba por convencer a la señora Leagan, e imprudentemente, ordena al cochero que prosiga la marcha rumbo a destino.

En la casa Pony, Candy y Neil continúan durmiendo cogidos de la mano, mientras algunas niñas se lo miran con aire romántico.
En eso, la señora Pony y la hermana Maria entran en la estancia, y comienzan a despertar a todos....

- ¡ Niños ! Despertad, rápido !
- ¿ Qué sucede mamá ? ( los niños llamaban mamá a la señora Pony )...
- Una tormenta... Una gran tormenta se acerca, hay que estar preparados por si ocurre algo peligroso... ¡ Venga, rápido !
- ¡ Si mamá ! Exclamaron los niños...
- ¡ Candy ! ¡ Neil ! Despierten .. !

Candy y Neil despiertan, y ruborizados, se dan cuenta de que ambos estaban cogidos de la mano. Por instinto ambos se sueltan rápido, y ambos se llevan la mano a su joven pecho, sintiendo mutuamente, la calidez del otro.
Sus jóvenes corazones laten emocionados por esa agradable sensación, y Candy, mirando de reojo a Neil, comienza a pensar que realmente se estaba enamorando del hasta hace poco, engreído e insoportable Neil.

Un gran fogonazo, seguido de una espantosa explosión, les devuelve a la realidad, y observan con preocupación como una gran tormenta comenzó a desatarse con toda su furia.
Mientras todos miran de sellar puertas y ventanas, a unos kilómetros de allí, lo que tanto temía el cochero, comenzó a suceder.
Prácticamente se hizo de noche, y la fuerza del aparato eléctrico hacia muy peligroso proseguir por aquellos caminos sin asfaltar, y completamente desprotegidos de cualquier elemento que pudiese desviar las aguas que en aquellos momentos comenzaban a tener visos de convertirse en un autentico y peligroso río.

Eliza comenzó a sentir pánico, y la madre miraba con preocupación mientras el cochero miraba de dar media vuelta para ir a la fonda del lugar.

Y en ese instante....

Un impresionante rayo cae muy cerca del carruaje, espantando a los caballos, los cuales, completamente aterrorizados, pierden el control, y comienzan a galopar desbocados sin rumbo fijo, haciendo que el carruaje comience a perder el equilibrio, y justo antes de que llegasen a un despeñadero, los anclajes se soltaron, y este volcó violentamente, mientras los pobres caballos sin control, tristemente se despeñaron, y murieron al instante.

El cochero, que justo logró saltar antes de que el carruaje volcase, corrió rápidamente para comprobar si Eliza y le señora Leagan estaban bien.
Al ver en su interior, comprobó con horror de que ambas estaban seriamente heridas, y sin conocimiento. Sin dudarlo un segundo, y después de asegurarlas en el carruaje, salió corriendo en medio del temporal, y media hora después, logró visionar una casa en medio del valle. Sin pensarlo, acudió rápidamente hacia la casa, cayendo varias veces al suelo por culpa de lo inestable del terreno.

Finalmente, el cochero exhausto y malherido, logró llegar a la casa...

¡¡ Pam Pam Pam !!

El cochero golpea con las pocas fuerzas que le quedan, la puerta de la casa con la esperanza de que alguien se encontrase en su interior....

- ¡¡ Abrir !!
- ¡¡ Por favor !! Se lo imploro ! ¡¡ Abrir !!

La espera se hace angustiosa, y finalmente se oye como la cerradura de la puerta se abre, y finalmente una persona sale a ver quien es...

- ¿ Sebastian ?
- Sebastian... ¿ Qué haces aquí ?

Quien pregunta, no es otro que el propio Neil...

- Señorito Neil... Su... Su madre y hermana están en grave peligro ! Le dijo Sebastian con las pocas fuerzas que le quedaban...
- ¿ Mi madre ? ¿ Mi hermana ?
- ¡ Pero Qué dices ! Exclamó muy sorprendido Neil...
- ¿ Dónde... Dónde están ahora ? Le preguntó Neil con urgencia...
- Cerca... Cerca del despeñadero que hay antes del ultimo recodo de la montaña, contestó Sebastian antes de perder el conocimiento.

- ¡ Dios mio ! Exclamó la señora Pony que ya hizo acto de presencia...
- ¡ Ese lugar es muy peligroso ! El agua podría arrastrar el carruaje despeñadero abajo !
- ¡ Rápido ! Hay que coger un caballo e ir en su busca ...

Candy, que conocía muy bien la zona, coge uno de los caballos, y Neil la sigue justo detrás. Al poco llegan al lugar, y ven con horror como las aguas comenzaban a arrastrar el carruaje hacia el desfiladero.
Sin tiempo para pensar en nada mas, Candy saca la cuerda que lleva, y se acerca con rapidez al carruaje, haciendo un fuerte nudo en el, dando el otro extremo de la cuerda a Neil para que este lo anudase en un árbol cercano.

Una vez asegurado, Candy se introduce en el interior del carruaje, y saca no sin esfuerzo a Eliza. Neil hace lo propio, y consigue extraer del carruaje a su madre.
Justo después de sacarlas de allí, un rayo parte el árbol, y la cuerda se suelta, haciendo que el carruaje se deslice rápidamente, y se despeñe fatalmente, quedando completamente destrozado.

Debido a ese impacto del rayo, uno de los caballos huyó despavorido, dejando a Neil y Candy con un solo caballo para llevar a Eliza y a la señora Leagan.

- ¡ Vaya ! No podremos ir todos en un solo caballo, comentó Candy...
- Será mejor que lleves primero a tu hermana, mientras yo cuido de tu madre... Comentó Candy con decisión...
- Pero... Pero no puedo dejarte aquí sola ! Exclamó angustiado Neil...
- No te preocupes, contestó Candy. Me he visto en peores situaciones que esta...
- Pero...
- No hay peros que valgan ! Exclamó Candy enérgicamente...
- Ve, y lleva a tu hermana, y luego regresa ¡ Vamos ! Concluyó con determinación...

Neil obedece, y sale raudo al galope, mientras su mente se llena de temor por la seguridad de su amada Candy, y por su madre.
Maria y la señora Pony están esperando con angustia su llegada, y cuando ven que solo llegaba Neil con Eliza, su corazón les da un vuelco...

- ¿ Y mi niña ? Se pregunta angustiada la señora Pony...
- Se quedó con mi madre, respondió con urgencias Neil. Uno de los caballos huyó despavorido, y no tuvimos mas remedio que hacer las cosas asi, concluyó Neil mientras dejaba a su hermana al cuidado de Maria...
- ¡ Me voy !

Y Neil se fue de nuevo al galope para rescatar a Candy y a su madre....

La tormenta arrecia con fuerza, y los caminos comienzan a ser intransitables incluso para un caballo...
¿ Estarán bien Candy y la señora Leagan ?
¿ Llegará Neil sin mas contratiempos al despeñadero ?

La respuestas en el próximo capitulo de ....  LO QUE SIENTE NEIL LEAGAN

¡¡ CONTINUARÁ !!