Llegó la noche de bodas, y por fin Neil, lograría hacer realidad su sueño. Estar solo con Candy en la intimidad, y poder amarla como un hombre.
Candy se mostraba nerviosa, pues a pesar de sus muchos romances, nunca antes estuvo a solas con un hombre, y ahora, después de mil aventuras, ofrecería su cuerpo, su ser, a aquel hombre que nunca antes, se hubiese imaginado...
Lentamente, tímidamente... Candy se despoja de su vestido nupcial, y tan solo unas finas telas tapan su virginal cuerpo desnudo.
Neil traga saliva al ver a Candy casi desnuda, y a pesar de que mil fantasías tuvo con ella, ahora que finalmente las podría hacer realidad, no sabía por qué, no se lograba quitar de encima, una enorme sensación de timidez.
Candy, a pesar de que sentía tanta o más vergüenza que Neil, sintió latir de amor a su corazón cuando vio la tierna, y casi infantil expresión de Neil al observar este, su bello cuerpo desnudo.
Ver así a Neil, le hizo comprender definitivamente que aquel Neil que conoció antiguamente, era tan solo una fachada, una fachada en la cual Neil escondió siempre sus verdaderos sentimientos, y el temor a que su familia lo rechazase por amar a Candy con todo su corazón.
Candy comprendió entonces, por todo el sufrimiento que Neil pasó durante todos aquellos años, y como en el silencio de su corazón, amó a Candy, escondiendo, guardando ese amor para si mismo, y como con el paso del tiempo, forjó ese amor hasta encontrar la valentía para mostrar al mundo, cuanto amaba a su dulce y hermosa, Candy.
Neil temblaba de emoción, sentía a su cuerpo arder de pasión, pero a la vez, la inocencia de su amor le frenaban, y ante Candy Neil, simplemente enfrente suyo se quedó, inmóvil, sin saber cómo afrontar el sueño que tantas veces a Neil, de alguna manera, atormentó.
Candy sonríe dulcemente, y se acercó a Neil, y poniendo su mano sobre su mejilla, dulcemente a su tímido amado besó, rompiendo de esta manera la dulce tensión de Neil, e iniciando por fin, el comienzo de un eterno e intenso amor.
Juntos, cogidos cálidamente de las manos, se acercan a su lecho nupcial, sentándose ambos mientras se miran mutuamente a los ojos.
Esta vez es Neil quién toma la iniciativa, y besa con dulce pasión a Candy, mientras ella cierra sus ojos, notando en su ser, la calidez de ese beso apasionado.
Neil va inclinando lentamente a Candy, mientras con sus cálidos labios va recorriendo cada centímetro de la suave piel de Candy.
Ella suspira cálidamente, dejándose llevar, sintiendo cada roce de su amado en su piel, hasta que finalmente, y entrelazando sus manos, ambos finalmente se entregan a su más íntima pasión.
Una vez rota la timidez inicial, Neil se entrega en cuerpo y alma a satisfacer a su amada, mientras ella por fin, sintió por primera vez, lo que era ser tomada por el hombre que realmente, le amaba.
Durante minutos, horas, ambos disfrutaron de sus cuerpos desnudos, y finalmente extasiados, cayeron rendidos en un profundo y dulce sueño de enamorados, durmiendo por primera vez, su primer sueño de casados.
¡¡Kikirikiii!!
El gallo anuncia un nuevo día, y Candy es la primera en despertar. Se levanta aún un poco aturdida de su larga noche de pasión, y al mirar a la cama, ve a su tonto Neil dormir como un niño pequeño, mientras en su rostro, se dibuja una graciosa cara de felicidad.
Candy sonríe, y dando un tierno beso a su amado, se termina de desperezar, y se dirige al baño para asearse. Poco después, Candy se dispuso para hacer su primer desayuno compartido, y para ello leyó unas notas que su querida Annie le dejó, pues Candy nunca antes preparó nada que no fuese para ella sola, y quería quedar bien.
El intenso olor de las tostadas, hacen que Neil se despierte, y extrañado por ese olor, se dirige a la cocina aún medio dormido, y lo que es peor, como su mamá lo trajo al mundo, cosa que sorprendió a Candy...
- ¡¡Neil!! - ¡¿Pero qué haces?!
Neil al ver la reacción de Candy, finalmente termina de despertar, y se da cuenta de su horrible aspecto, tapándose inmediatamente sus partes, y corriendo torpemente dirección al baño, cayendo ligeramente, y mostrando su recio trasero a Candy...
Candy primero se muestra sorprendida ante esa, digamos, reacción... Para acto seguido echarse a reír por la cómica escena presenciada.
Al cabo de un rato, y ya vestido, Neil se presenta en la cocina comedor, donde Candy le esperaba ya sentada. Candy aún sonríe recordando la escena de antes, y Neil se siente un poco incómodo, lo cual hace que Candy se levante, y dirigiéndose a Neil, le besa cálidamente en la mejilla, y le dice...
- Buenos días, mi tonto amor ❤️
Neil se ruboriza cual niño, y torpemente se pone a desayunar el rico manjar que su amada preparó para él. Terminados de desayunar, ambos se miran, y por momentos no saben qué hacer, pues gozaban de unos días de luna de miel, y la verdad sea dicha, está situación era nueva para ambos.
¡¡Tic Tac!! ¡¡Tic Tac!! ¡¡Tic Tac!!
El silencio es roto por el incesante TIC TAC del reloj, y Candy al igual que Neil, no sabe qué hacer, y finalmente, y sin que Neil se lo espere, lo coge de la mano y ambos se dirigen de nuevo a la habitación, se cierra la puerta tras ellos, y....
❤️🤩❤️ ¿Continuará? ❤️🤩❤️
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