CANDY & NEIL

CANDY & NEIL - PART- 22

LO QUE SIENTE NEIL LEAGAN
DEDICADO A FANS DE CANDY CANDY

CAPÍTULO 22...
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Finalmente, el carruaje del abuelo Willian llega a la casa Pony, donde impasibles, esperan la hermana Maria, y la señora Pony.
Los niños también salieron al exterior, curiosos por ver quién era el que llegaba en un carruaje tan lujoso, pues por aquellos lares no era muy de costumbre ver ese tipo de carruajes.

Neil espera junto a Candy, se le ve nervioso y no puede evitar temblar como una hoja, pues todos en la familia Leagan sabían del fuerte carácter del abuelo Willian cuando se enfadaba.
Candy sonrió, y cogió de la mano a Neil para calmar su inquieto corazón. Neil, al notar la mano de Candy, se puso muy feliz, y por primera vez en mucho rato mostró una sonrisa de tranquilidad, calmando de esa manera los nervios del momento.

- ¡¡ Soo, caballos !!

El cochero detiene el carruaje justo enfrente de Candy y Neil, y durante unos instantes se hace el silencio. Un silencio que para Neil se hace interminable.
Finalmente, el cochero desciende, y se dispone para abrir la puerta del carruaje. Los niños impacientes, se empujan entre ellos para estar mas cerca, y así observar quien era el extraño pasajero del carruaje.
La señora Pony, y la hermana Maria, intentan poner un poco de orden entre las inquietas criaturas...

- ¡ Niños ! ¡ Niños ! Exclamaban una y otra vez ambas...
- ¡ Comportense ! Les exigían, aunque con escaso éxito...

Finalmente, el abuelo Willian descendió del carruaje, y cuando se disponía a saludar a Candy y a Neil. Una pequeña niña esquivó a la hermana Maria, y se aferró a las piernas del agradablemente sorprendido, abuelo Willian...

- ¡ Margarita ! Exclamó Candy sorprendida...
- ¿ Pero que haces ?
- ¡ Jajajaja ! El abuelo Willian río divertido, y se agachó para recoger a tan tierna y pequeña criatura.
- ¡ Vaya vaya !
- ¿ A quién tenemos aquí, eh ? Le interrogó divertido el abuelo Willian a la pequeña Margarita...
- A Margarita señor, contestó con inocente dulzura la niña...
- ¿ Quiere ser mi papá ? Le interrogó sin tapujos la pequeña...
- ¡ Margarita ! Exclamó sorprendida Candy... ¿ Pero qué dices ?

- ¡ Jajajaja ! Río con energía el abuelo Willian....
- Desde luego, esta pequeña sabe muy bien lo que quiere, eh ?
- Bueno mi joven señorita, yo soy ya muy mayor para ser tu papá, y tu te mereces unos padres mas jóvenes, que te quieran y te cuiden.

Margarita puso semblante serio, y le dijo...

- No me importa que sea usted mayor...
- La hermana Maria nos enseñó que la edad no es importante, que lo importante es que sea una buena persona...
- ¡ Ohhh, vaya ! Exclamó agradablemente sorprendido el abuelo Willian...
- ¿ Y tu crees que este viejo gruñón es una buena persona ? Le interrogó divertido el abuelo Willian...
- Si, contestó la pequeña Margarita...
- Además...
- ¿ Además ? Se interrogó el abuelo Willian...
- Además usted no es gruñón...
- Solo lo hace para espantar a las moscas que se le acercan, contestó con tierna inocencia...

- ¡ Margarita ! Exclamó muy sorprendida la señora Pony...
- ¿ Pero de donde sacaste esa expresión ? Se interrogó...
- De Candy, mamá...
- Candy siempre llama moscas a los que se le acercan solo por interés...

Candy, al escuchar esa afirmación, enrojeció de repente mientras bajaba la mirada avergonzada...

- ¡ Jajajaja ! El abuelo rompió a reír como nunca lo hizo en mucho tiempo...
- Muy bien mi joven señorita, así es. Soy un viejo gruñón para espantar las moscas...
- Usted no es viejo, le dijo Margarita...
- ¿ Eh ? Se interrogó el abuelo Willian...
- ¿ A no ?
- ¿ Y entonces, qué soy mi joven flor ?
- Un hombre mayor un poco arrugado, contestó muy inocente Margarita...