[ 𝙏𝙍𝙀𝘾𝙀 ]

782 180 52
                                    

Hyunjin bajó del taxi para adentrarse en el aeropuerto, recorrió el lugar sintiéndose algo nervioso a pesar de haber llegado treinta minutos antes. No podía dejar de pensar en lo que le diría a su hermana, ella todavía no sabía que se iría por un tiempo. Tomó asiento y observó la pantalla de su móvil, tenía varios mensajes de su madre deseándole un buen viaje y otros del terapeuta que se había enterado hace algunas horas.

Decidió marcar el número de Sunhee esperando a que contestara, por suerte no tardó demasiado.

—Al fin te dignas a llamar —soltó un suspiro— ¿Te olvidaste que tienes una maravillosa hermana que se preocupa por ti?

—Lo siento —apoyó los codos en sus rodillas—, necesitaba estar solo para pensar un poco las cosas.

—¿Quieres que vaya a buscarte? —preguntó alegre—. Felix se pondrá tan feliz, podríamos preparar una sorpresa.

—Sunhee.

—Conseguiré una caja lo bastante grande para que puedas ocultarte dentro y la envolveremos como si fuera un regalo —continuó sin dejarlo hablar—, aunque tendremos que hacerle unos hoyos porque no queremos que mueras asfixiado mientras lo esperas y...

—Me voy a Tailandia —la interrumpió.

—¡¿Qué?! —gritó asustando al chico.

—Estoy en el aeropuerto —comentó viendo a la gente pasar—, me iré por un tiempo y no te lo dije antes porque sabía que no estarías de acuerdo.

—¿Estás demente?

—No, no lo estoy —negó frustrado—, podrías por un segundo estar de mi lado.

—Me preocupas, Hyunjin —añadió calmándose un poco— ¿Qué diablos harás en Tailandia?

—Quiero hacer el mismo viaje que hizo nuestra nana —explicó ansioso—, no pude conocer esos lugares con ella, pero necesito hacerlo para sentirme bien conmigo mismo y ver si puedo descubrir qué fue lo que me llevó a este punto. 

—Sería buena idea hacer un retiro espiritual y ya —sugirió—. Tú no tienes el mismo dinero que tenía ella, no quiero que termines en la calle o perdido en el extrajero.

—No soy tan tonto —bufó molesto—, lo estuve pensando muy bien y puedo trabajar también, hay muchas personas que consiguen hospedaje a cambio de trabajo.

—No lo hagas, por favor —suplicó preocupada.

—Ya está hecho y no harás que cambie de opinión —colgó la llamada.

Guardó el teléfono en el bolsillo y cubrió su rostro con las manos sintiéndose completamente frustrado. Quizás no debió llamarla, porque es consciente de que su hermana sería capaz de venir a buscarlo y hacerle una escena delante de todas las personas que se encuentran allí. Los minutos pasaron rápidamente y por suerte no había rastros de la chica, lo cuál agradece bastante.

El momento de abordar había llegado, se levantó de su asiento volviendo a sentirse nervioso y respiró profundamente.

—Tranquilo —se dijo a sí mismo—, tienes que hacer esto por ti.

Tomó uno de los folletos que había a un lado y sonrió ansioso, ya que se pasó la noche entera viendo los lugares que quería visitar para anotarlos en su nuevo diario. De repente escuchó que alguien lo llamaba, pero se volteó y no vio a nadie conocido así que supuso que había sido su imaginación. Sostuvo la maleta y caminó hacia el área de abordaje, se dio la vuelta una vez más observando el lugar.

En su interior deseaba que alguien lo detuviera, como si fuera parte de una de las películas románticas que solía ver a menudo. Sin embargo, sabía que aquello tenía que suceder porque para encontrar el amor que había perdido debía amarse primero o al menos hacer el intento.

𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora