[ 𝘾𝘼𝙏𝙊𝙍𝘾𝙀 ]

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Han pasado ocho meses y el rubio se encontraba caminando a pasos apresurados por la acera, ya que estaba llegando tarde y haber llevado a Trevor con él tampoco le estaba siendo de mucha ayuda. El cachorro era tan holgazán que no quería caminar más de dos cuadras y tuvo que cargarlo todo el camino hasta que pudo bajarlo al llegar a la cafetería. Su cita estaba esperándolo sentado en una de las mesas fuera del local.

—Siento mucho la tardanza —tomó asiento frente al chico—, este pequeño gigante no quería colaborar.

—Tal vez, no debiste traerlo contigo —comentó viendo al labrador.

—Trevor es mi compañero y va a todas partes conmigo —sonrió acariciando las orejas de su mascota—. Además no me gusta dejarlo solo por mucho tiempo en el apartamento.

—Podrías dejarlo con una de tus amigas —lo miró.

—¿Ya ordenaste algo? —el rubio preguntó intentando cambiar de tema mientras aseguraba la correa a una de las patas de la mesa—. Muy bien, quédate ahí y no me metas en problemas.

Felix había conocido a Elliot mediante su jefa, ya que era un buen amigo de su hermana y parecía ser el chico que tanto había buscando, también era bastante atractivo, tez morena, ojos grises y cabello castaño. Él no podía negar que le gustaba y esperaba que sintiera lo mismo, al menos tenía una pequeña esperanza porque ya era la cuarta cita que tenían. Pidieron dos cafés con unas donas y estuvieron hablando de trivialidades, como solían hacerlo cada vez que se encontraban.

—¿Qué es lo que haces en tu tiempo libre? —bebió un poco de su café.

—Nada en especial —sonrió de lado—, suelo mirar series o alguna que otra película.

—Mi rutina se basa en desayunar, ir al gimnasio, hacer dos horas de entrenamiento intensivo, volver a casa, ducharme, almorzar e ir a trabajar —se arregló el cabello con una de las manos—. No tengo mucho tiempo libre, pero cuando lo tengo salgo con mis amigos, voy a pescar o cazar con mi padre.

—Haces muchas cosas —comentó riendo.

—¿Y tú no haces nada más? —lo observó dándole un mordisco a la dona.

—Mi trabajo suele quitarme la mayor parte de mi tiempo, así que sólo me relajo cuando puedo —suspiró— O hago una que otra caminata con Trevor para despejar mi mente.

—El ejercicio podría ayudarte bastante —Elliot lo escaneo con la mirada y el rubio comenzó a sentirse algo incómodo— ¿Comes saludable o no te importa?

—Sí, pero también me doy mis gustos —sonrió de lado.

El teléfono del chico comenzó a sonar y se levantó pidiendo disculpas, para luego alejarse un poco. Felix lo esperó mientras jugaba con el sorbete del café y se aseguraba de que su compañero de cuatro patas estuviera bien. Su cita regresó unos minutos más tarde.

—¿No quieres ir a mi apartamento? —preguntó terminando su bebida.

El rubio lo miró confundido por un momento.

—Así podemos tener más privacidad —acarició la pierna del australiano por debajo de la mesa—, puedes dejar al perro en la entrada, no creo que le moleste a mis vecinos.

𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora