[ 𝙊𝙉𝘾𝙀 ]

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Una semana había pasado y aquella noche se repetía una y otra vez en su cabeza. Su corazón se encontraba igual o quizás, más roto que hace algunos días atrás. Felix salió de la florería cabizbajo viendo como sus torpes pies se movían llevándolo a casa, el mismo lugar que ya no se sentía como un hogar. Sentía que su vida y todo lo que giraba a su alrededor había perdido color y sólo tonos fríos se hallaban en su entorno.

A lo mejor todo esto era pasajero, el sentimiento de culpa y desolación que lastimaba su corazón se iría algún día o tal vez no. Tampoco sabía si exageraba, pero sentía como su pecho dolía y la angustia crecía en su interior. Malditos recuerdos que lo rompían en pedazos.

Arrojó las llaves sobre la mesa una vez que entró a casa y se dirigió hacia la habitación, depositó su cuerpo en la cama y extendió los brazos. La mirada del chico estaba fija en el techo, su mente era un completo caos.

Lo extrañaba.

Se dio la vuelta y observó el lugar vacío a su lado, sonrió al recordar las estúpidas charlas que tenían a la madrugada cuando ninguno de los dos podía dormir. Esas conversaciones tan tontas que los hacían reír por horas y que a sus vecinos solían molestar tanto.

Ya nada sería igual y el rubio no dejaba de preguntarse por qué no se había dado cuenta antes de todo lo que estaba haciendo mal.

Abrazó con fuerza una de las almohadas, su corazón dolía y se sentía tan mal que sólo le bastó con suspirar para romper en llanto. No entendía cómo podría dejar de amar a Hyunjin, porque lo amaba profundamente y sabía que estaba dispuesto a esperarlo incluso una vida o el tiempo que le fuera necesario y le daría mil razones para volver a amarlo. Él volvería, pero ahí estaba el error más grande… Esperar que la otra persona dé el primer paso, cuando tú también podrías darlo.

Su móvil comenzó a sonar y rápidamente se volteó para tomarlo, sin querer terminó arrojando el florero que su amiga le había regalado hace un tiempo atrás. Dirigió la vista a los vidrios rotos y las hortensias que se hallaban en el piso recordando cada una de las palabras que la chica le había dicho, esas flores lo identificaban a la perfección ya que su significado representaba lo que sentía en ese momento; La falta de su corazón y la soledad que lo rodeaba por la ausencia de una de las personas que más amaba en su vida y la misma que se había convertido en su mejor amigo con el pasar de los años.

Felix nunca pensó que alguna vez alguien podría amarlo de la forma en que el castaño lo amó, siempre sintió que no valía la pena, pero cuando él apareció en su vida todo eso cambió. Hyunjin le hizo sentir su amor con cada abrazo, cada mirada y sabía que podrían ir hasta el fin del mundo mientras que estén juntos.

Ahora todos esos sentimientos se habían desvanecido con el aire.

[...]

Uno, dos y tres días más pasaron, sin embargo todo seguía exactamente igual. El rubio era consciente de que el mundo continuaba avanzando y su vida no iba a la misma velocidad porque estaba estancado en un presente que odiaba tanto, pero no hacía nada para cambiarlo. Jeongin, uno de sus mejores amigos, había regresado a la ciudad; él había estado trabajando en el extrajero por unos meses y ahora quería verlo.

Estaba seguro de que Jisung tenía algo que ver con aquello, ya que lo había llamado cientos de veces esa semana. El moreno llegó unas horas después y lo primero que hizo al verlo fue darle un gran abrazo, le había traído muchos obsequios de su viaje. Estuvieron hablando por un largo rato de su travesía y cada uno de los países que había visitado al tener días libres. 

Felix lo escuchaba con atención y asentía de vez en cuando.

—Creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida —sonrió acomodándose en el sofá—. Ese trabajo tenía pros y contras, pero disfrutaba mucho cuando tenía tiempo libre.

Los dos se quedaron en silencio hasta que el moreno decidió hablar nuevamente.

—Siento lo que sucedió.

El rubio asintió una vez más sin decir nada y sintió como un nudo se formaba en su garganta.

—¿Cómo haces para sentirte tan vivo estando tan solo? —preguntó viéndolo, no lo entendía y necesitaba una respuesta.

—Bueno, gracias por eso —Jeongin rió y lo miró fijamente—. Tu felicidad no depende de alguien más y sé que en este momento piensas que no podrás volver a sentirte como antes, que tu corazón está roto y que nunca se recuperará de un golpe tan grande, pero déjame decirte que nada de eso es cierto.

Las lágrimas volvieron a empapar sus mejillas.

—Teníamos tantos planes, íbamos a casarnos y formar una familia —sollozó cubriendo su rostro con las manos—. Lo arruiné todo, es mi culpa porque me equivoqué tanto y nunca fui capaz de ver mis errores.

—Escúchame, la vida no se basa específicamente en lo que uno planea porque cuando piensas que tienes todo resuelto, las cosas cambian, el tiempo pasa y nada de lo que has planeado resulta como lo esperabas —Jeongin se acercó un poco más a él—. Felix, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo pensando en lo que no tenemos, en lo que haríamos o lo que hicimos, cuando quizás deberíamos hacer lo contrario y dejar que las cosas sucedan o ir por ellas sin dar tantas vueltas.

—Dime entonces… —lo miró angustiado— ¿Por qué me siento tan mal?

—Porque es algo que no puedes evitar, todos tenemos momentos felices y tristes en nuestra vida. Yo también me he sentido así y te puedo decir que todo mejorará con el paso del tiempo, aunque para ti eso no tenga sentido en este momento.

[...]

Hyunjin recorrió el jardín apreciando cada una de las flores que su abuela tanto había cuidado todos estos años, se pasó la semana entera encerrado en aquel lugar sin hablar más que con su hermana. Su mente divagaba entre recuerdos y pensamientos, algunos lastimaban y otros lo reconfortaban. Apagó todas las luces y caminó por el césped hasta encontrar el sitio indicado para recostarse mientras veía las estrellas.

No dejaba de pensar y preguntarse a sí mismo si todo lo que había hecho estaba bien o sólo había arruinado aún más las cosas. El camino se veía tan incierto delante de sus ojos y no sabía cómo seguir, era algo tan inexplicable que no existía palabra exacta para describirlo. El vacío que sentía en su corazón seguía ahí y cada vez se hacía más grande.

Su teléfono vibró y al sacarlo del bolsillo, se percató de que era una notificación con la confirmación de la fecha y la hora del vuelo que había comprado.

La verdad era más que irónica, ya que el castaño tenía la esperanza de que Felix fuera por él… Así como el rubio esperaba que Hyunjin volviera.

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¡HOLA AMORES!

Espero que les haya gustado este nuevo capítulo, lo escribí con mucho amor para ustedes.

❀ Pregunta:

» ¿Alguna vez se han sentido como Felix?

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Los amo con todo mi corazón.
Gracias por leer.

𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora