[ 𝘾𝙐𝘼𝙏𝙍𝙊 ]

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Era la primera noche con su hermana en el departamento y Hyunjin ya lo estaba padeciendo, la chica había revuelto por completo el lugar en menos de una hora: el baño estaba lleno de productos de belleza y la sala de ropa desparramada. Él la vio dormir en el sofá con una mascarilla de miel en el rostro y se preguntó cuánto tiempo tardarían las hormigas en llegar a ese sitio, quizás las guiaría hasta allí.

Felix se hallaba en la cama viendo televisión con un tazón de frituras sobre sus piernas, era medianoche y su programa favorito aún no terminaba. El castaño volvió a su lugar junto a él y tomó un poco de aquellas papas.

—Son mías —se apartó.

—Yo las compré —pellizcó su mejilla—. No seas malo, cariño.

—Puedo compartirlas contigo... —el rubio sonrió— Si tú me das algo a cambio.

—¿Cómo qué? —preguntó confundido.

—Usa tu imaginación —dejó las frituras sobre la mesa de noche y se acercó lentamente a su prometido.

Hyunjin observó cada uno de sus movimientos con atención, Felix desprendió algunos botones del pijama que llevaba puesto y acarició el cuello de su acompañante con los labios dejando pequeños besos.

—Sé que esto puede gustarte más que cualquier bocadillo —comentó viéndolo.

El castaño sonrió ampliamente y lo besó metiendo su mano dentro de la prenda que él había comenzado a desabotonar, la abrió por completo y recorrió con sus manos la espalda del chico. Felix se sentó sobre el cuerpo de su novio dejándolo entre sus piernas mientras volvía a besarlo, los latidos del corazón de Hyunjin iban en aumento con cada beso y sintió como el rubio bajaba sus manos al boxer que llevaba puesto, pero de repente su cabeza se llenó de pensamientos y ya no podía dejarlo continuar.

—No puedo —se apartó un poco.

—¿Qué sucede? —preguntó desconcertado.

—Sunhee podría escucharnos y mañana tienes trabajo —mintió—. No puedo hacerlo con ella aquí.

Felix se alejó tomando las sábanas para cubrirse con ellas y darle la espalda, el castaño soltó un suspiró abrazando su almohada con fuerza. No podía decirle la verdad, no hasta saber con seguridad que es lo que le está sucediendo. Además que su hermana estuviera allí era sólo un problema más, porque Sunhee lo descubre todo y él jamás pudo mentirle a su hermana.

El rubio despertó a la mañana siguiente y no encontró a Hyunjin en la cama, después de estirarse un poco decidió levantarse. Aún faltaban dos horas para ir al trabajo, así que tenía bastante tiempo para arreglarse. Su invitada se encontraba en la cocina preparando un batido verde, que según ella liberaba las energías alternas que hay en su interior y otras cosas más que leyó en una revista.

—¿Has visto a tu hermano? —preguntó sentándose en la mesa.

—Te dejó una nota en el refrigerador —sonrió encendiendo la licuadora.

Caminó hacia la nevera y tomó el pequeño papel que estaba pegado en la puerta: “Minho me invitó a ir al gimnasio, así que supongo que llegaré tarde. No me esperes para desayunar y ten un lindo día en el trabajo”. Felix arrugó el papel y lo lanzó al bote de basura.

𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora