Capítulo 9: No de ella

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Héctor petrificado, piensa en la reacción de esa chica. Después de todo lo que le dijo. Se esperaba, que saliera corriendo de allí diciendo cuanto lo odiaba, nunca en su vida había tratado a alguien así, ni con ninguna de esas mujeres con las que se acostó, las trato así, les decía que se fueran, algunas lloraban, lo cacheteaban y recogían sus cosas indignadas, otras simplemente se largaban pues ellas también buscaban lo mismo que él. Ella simplemente le sonríe y le dice que regresaría mañana. ¿A que juega esa niña? ¿Qué tan tonta puede ser? y ¿Por qué pienso en todo esto?

Héctor cierra los ojos no queriendo pensar, en el malestar que le causo decirle todo eso a Avi.

INT. HABITACIÓN DE HOSPITAL. TARDE

Llevando un bocado de gelatina la boca. Héctor come tranquilamente, en la mañana termino agotado por los ejercicios, durmió y la enfermera pelicastaña le trajo la gelatina. Después del percance que tuvo con ella, no ha vuelto a insinuarse o intentar algo parecido. Cosa que le parece excelente.

Se abre la puerta, entra Avi con dos trenzas viste un suéter verde, un enterizo hasta la mitad del muslo, medias veladas negras y un abrigo café. Héctor la mira y suspira.

HÉCTOR

Así que viniste.

Avi avanza y coloca su mochila en el sillón y voltea a mirarlo.

AVI

Te dije que vendría.

Héctor se siente incómodo por primera vez se siente incómodo y no sabe qué hacer o que decir.

HÉCTOR

Ok.

Avi sin más que hacer se sienta en el sillón. Saca un libro de su mochila y se pone a leer en completo silencio.

Héctor, la mira de reojo y frunce el ceño. Pensando esto es lo que viene hacer hoy a leer. Eso no lo puede hacer en su casa, ¿Por qué tiene que venir hasta aquí? ¿Va a estar todo el día allí sin hablar? Sabes que no me importa voy a dormir. Coloca el plato vació en la mesa y se acomoda para dormir cierra los ojos echándole un último vistazo a la pequeña figura que está en el sillón. Tres horas después Avi se sale de la habitación.

INT. HABITACIÓN DE HOSPITAL. TARDE

Mira el cubo que Avi había dejado en la mesa, se encuentra de brazos cruzados. Aburrido y fastidiado. La habitación le parecía tan grande, mirándola bien lo era, pero nunca la había detallado a fondo. Al lado izquierdo se encuentra la puerta que dirige al baño. Al frente la puerta de salida y al lado derecho se encuentra el sillón. Donde esa niña se sienta. Junto al sillón, en la pared se encuentra la ventana que daba a alguna calle de la ciudad. Todo es blanco excepto el cubo en la mesa. Lo iba acoger resignado, tiene que distraerse en algo. Cuando se abre la puerta entra la única persona que lo visita desde hace un mes que está internado y tan solo dos semanas que despertó. Llevan tres días sin hablar entre sí. El por qué su orgullo le impide dar el primer paso y ella solo llega y sigue leyendo el libro y no dice nada. Eso le está hartando, sabe que le debe una disculpa pero ella enserio le irrita como actúa.

AVI

HOLA...

Avi se sienta en sillón saca un libro de su mochila se acomoda bien y se dispone a leerlo sin decirle nada.

Héctor no le presta atención, vuelve a colocar el cubo en la mesa. La observa de reojo sin que ella se dé cuenta. Trae puesto un gorro, su cabello cayendo desordenadamente, un blusón una talla más grande que ella, un capri completamente ancho. El abrigo en el sillón. Le queda mirando su cara fileña, es muy graciosa hace muecas cuando lee. Sus labios son delgados pero apetecible, sus mejillas rojas, sus ojos grises concentrados en la lectura, su cuello blanco, las pequeñas manos agarrando el libro, se acordó cuando le toco la mano aquella vez . Su tacto era cálido y suave. Menea la cabeza de un lado a otro no puede pensar eso, no de ella.

HECTORWhere stories live. Discover now