HECTOR

Capítulo 27

Esa noticia le cayó como un balde de agua fría a Héctor, las palabras Avi-fuera-extranjero. El profesor mirándolo preocupado pregunta.

PROFESOR

¿Pasa algo, te pusiste pálido?

Héctor, respirando profundo y normalizando la voz responde.

HÉCTOR

No, solo me sorprendió que se haya ido.

PROFESOR

Sí, es una lástima que se fuera, esa chica es muy buena diseñando, un poco rara e idealista, pero se hace querer.

Héctor se siente mareado, su estómago y corazón quieren explotar simplemente sale del lugar. Dejando a un profesor sorprendido por su actitud, pero atribuyéndoselo a las Hormonas.

Su vida cambio, se concentró en sus estudios, no salía con mujeres, asistía a fiestas ocasionalmente. Simplemente quiere que ella vuelva y le sonría como lo hizo todo este tiempo.

3 AÑOS DESPUÉS

Se abre la puerta con brusquedad. Entra Héctor furioso azotando fuerte la puerta. Se sienta en la silla de su escritorio sobándose la cabeza, recién había discutido con su padre de un tema que no le agradaba en nada. Desde el día de su accidente su papa no había tocado el tema, pero desde unas semanas para acá, eso es el pan de cada día. Él no se quería casar, si porque esa fue la discusión que tuvieron hace tres años que ocasiono que saliera como un rayo de su casa y fuera a parar al hospital y esa es la discusión que tienen ahora. Según su papa él está comprometido y tiene que casarse. El no conoce a la chica y no quiere casarse, no cuando a un ama a Av...

Se abre la puerta.

Interrumpe los pensamientos de Héctor.

Entra el Doctor Alberto, que después que Héctor dejara satisfactoriamente el hospital, siguieron en contacto y en estos tres años se volvieron amigos. Además él sabe los sentimientos que tiene Héctor por cierta rubiecita.

Se sienta en el sofá y mirando fijamente donde se encuentra el pelinegro. Dice

DOCTOR

Cálmate, sabes cómo es tu papa con esas cuestiones.

Héctor que esta con la cabeza gacha, con voz firme. Dice.

HÉCTOR

No me voy a casar.

DOCTOR

Quieras o no tienes que hacerlo.

Héctor levanta la cabeza al escuchar lo que dice su amigo y con una voz irónica. Dice

HÉCTOR

Pensé, que eres unos de los primeros en defender el amor a toda costa.

El doctor, suelta una carcajada diciendo.

DOCTOR

Sé que me contradigo, pero que quieres que haga, ese compromiso esta desde hace años no se puede

(MORE)

DOCTOR (cont'd) romper. Eso ofendería a la otra familia involucrada y afectaría a tu padre y los negocios con esa familia.

Héctor se levanta rabioso y exclama.

HÉCTOR

¡Entonces yo me tengo que sacrificar para que todos estén contentos!

El doctor se coloca de pie y acercándose al enfurecido muchacho dice.

DOCTOR

Sé que es difícil, pero hazlo por el bien de tu padre. Escucha cásate con tu prometida y si las cosas no funcionan te divorcias, alegaras que al menos lo intentases. Nadie te culpara.

Héctor desviando la mirada endurece la barbilla. Impotencia es lo que siente en estos momentos. Sabe que no puede hacer nada. Aunque están en un mundo actual, en la alta sociedad todavía los matrimonios o pactos de conveniencia entre familias se hacen. Derrotado se deja caer en la silla del escritorio.

El doctor ve, ese gesto como una aceptación y dirigiéndose a la puerta dice.

DOCTOR

Inténtalo, quien quita y te enamores de tu prometida.

Héctor suelta una risa sarcástica y dice.

HÉCTOR

Jamás me enamoraría de una desconocida.

Con esa conversación se terminó por zanjar ese tema. Héctor observa su oficina. Hace un Año se graduó de arquitectura y ahora tiene su propia firma de arquitectos donde él es el dueño, bueno eso también con ayuda de su padre y su nueva familia que invirtieron en ese proyecto.