Cinco

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Dos días habían pasado desde su llegada a ese lugar esos dos días se fueron muy rápido descargando las cosas, al parecer el pelinegro dió la orden de traer algunos muebles pues la casita carecía de estos, y Jimin a regañadientes tuvo que ayudarlo a acomodarlos. Se había agotado tanto que ni siquiera se molestaba en intentar sacar al pelinegro de la habitación, apenas tocaba el mullido colchón se quedaba dormido.

Como era su costumbre empezó a dar vueltas por la cama, estuvo a punto de caer cuando abrió los ojos de golpe apoyo la palma de su mano en el suelo, bajo con cuidado un pie de la cama y luego bajo el otro apoyando su otra mano en el suelo bajando por completo tirando las sabanas al suelo, se paró rápidamente y miro sus manos, estaban llenas de polvo se las sacudió haciendo nota mental que tenía que limpiar, fue al baño y se lavo la cara fuera de la habitación había ruido a si que decidió salir un olor a comida lo recibió inhaló profundamente y se dirigió a la cocina encontrándose al pelinegro preparando el desayuno. En silencio Jimin se sentó en la mesa.

–Al fin despiertas. —dijo Hoseok sin mirarlo.

–Tenia sueño. —contestó un poco a la defensiva jimin, miro el reloj que estaba colgado en la cocina. —¡Me recriminas y apenas son las 7:30!

–No te recrimino, solo dije que al fin despiertas.

–¿Qué haces tan temprano despierto? No creo que por aquí haya mucho que hacer.  —Jimin se cruzó de brazos.

–No es "tan" temprano, y aunque no lo creas hay mucho que hacer por aqui. —comentó hoseok apagando la mecha.

–¿Asi, como que cosas?

–No lo entenderías.

–Tienes razón, no podría entender lo que hacen por aquí. —respondió con suficiencia el pelinaranja.

–Deberías cambiar un poco tus modales —sugirió Hoseok poniendo 2 platos en la mesa al igual que 2 vasos y una jarra.

–Lo voy a considerar —respondió tomando su tenedor para comer, se metió a la boca un poco de tocino pero se detuvo al masticar cuando vio que Hoseok lo miraba. —¿Qué?

–¿No vas a decir nada? —preguntó el pelinegro sin apartar su mirada.

Jimin sabia exactamente que estaba esperando un "gracias por el desayuno" pero no, no le había dado lo que el quería el día anterior, el también sabia jugar.

–Si —dijo tragando lo que tenía en la boca —le hace falta condimento a los huevos.

Hoseok suspiró y empezó a comer al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

–Bien, he pensado como nos vamos a organizar

–¿De que hablas? —preguntó el pelinaranja

–Sobre la casa. —respondió el pelinegro.

–¿A esto le llamas casa? —cuestinó jimin con burla

–Yo le llamo casa a cualquier lugar que tenga techo paredes y me resguarde de la lluvia y los animales. —dijo un poco serio el contrario

–Bien, ve al grano.

–La limpieza... Antes de normalizarnos con eso tenemos que poner la casa en orden.

–¿Qué tal si la derrumbamos?

–¿Que tal si me dejas terminar? —sugirió Hoseok mirándolo.

–Bien. –mascullo jimin volviendo a comer.

–Bueno, yo me encargaré de arreglarla cualquier daño que tenga, tú puedes limpiar el interior.

- por que no contratamos a alguien para que limpie. – dijo Jimin.

Consentido • ʰᵒᵖᵉᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora