Consentido • ʰᵒᵖᵉᵐⁱⁿ

Dos

Rodó por su gran cama, hasta que sintió estar cerca de la orilla fue cuando abrió los ojos, miro el reloj de un lado; marcaban las 12:00 pm, se extraño un poco ya que sus padres solían levantarlo temprano. Se levantó de la cama y poniéndose sus pantuflas fue al baño donde se lavó la cara y los dientes, se miro al espejo y decidió bajar con todo y pijama puesta.

Pero nunca se imaginó que al bajar se encontraría un gran alboroto; los de servicio se hallaban caminando de un lugar a otro con arreglos florales y otras cosas, camino hasta el comedor y se encontró con su madre hablando con una señora muy hermosa.

–¿Mamá? —dijo ganándose la atención de las dos mujeres.

–Hasta que al fin despiertas. —dijo su madre sonriente, se acercó y depositó un suave beso en su frente.

–Yo también deje a mi hijo durmiendo, tienen que tener energías para más tarde. —dijo la mujer.

La miró con confusión y después a su madre.

–Ella es la señora lee bin, la madre de tu prometido. —aclaró su mamá.

En ese instante miro con sorpresa a la mujer mientras esta le sonreía levantándose.

–Un gusto. —dijo la mujer extendiendo la mano.

–Es un placer señora lee. —dijo con falsa amabilidad.

–Eres muy guapo, definitivamente le gustará a mi hijo. —rió

Jimin le sonrió y tomó a su madre de la mano.

–Mamá, tengo que hablar contigo. —dijo y sin esperar respuesta la llevó hasta su habitación.

–¿Que es lo que quieres hablar? —preguntó la señora una vez cerraron la puerta.

–¿Que es todo esto? —preguntó incrédulo.

–El día de tu boda —respondió con obviedad —en unas horas será la ceremonia y tiene que estar todo listo antes.

–¡Mi traje esta roto! —gritó Jimin con frustración.

–¿Crees que no pensé en los posibles berrinches que harías? deje encargado un segundo traje, lo traerán en dos horas, para evitar otro posible desastre.

–¡¿Por que me haces esto?! —dijo con desespero.

–Es por tu bien, el matrimonio te hará mas maduro, menos consentido y egocéntrico.

–¡No quiero casarme!

–Lo harás y ya esta dicho, a si que almorzarás y te arreglaran, no me importa si en el último minuto rompes tu traje.

–La prensa hablará mal de ti si llego así a la boda.

- La prensa no va a ir, es privada. Tú te casarás aunque sea con una bolsa de basura puesta. —sentenció para después salir antes de que Park Jimin dijera algo más.

Sentía que lágrimas de frustración se acumulaban en sus ojos, respiró profundamente. Sabía que el tenía la culpa, si no gastara el dinero de forma masiva no lo casarían si el no quisiera pero no soportaba que sus padres hubieran llegado tan lejos.

Más tarde estaba sumergido en la tina, el agua le cubría casi todo el cuerpo. Jugaba con la espuma mientras trataba de sacarle algo positivo al asunto.

Había aceptado que se casaría y no haría alguna otra cosa para posponerlo o cancelarlo.

Se puso a pensar en como seria su prometido, no se había interesado en conocerlo o saber siquiera su nombre ¿como era?