Ingresé a su casa sin pensarlo, ordenó que nadie se meta a ella.
- ¿Quieres tomar algo?
- Así estoy bien, gracias - comencé a observar todo - ¿Vives solo?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque quiero y porque puedo.
- Es evidente que te dedicas a cosas turbias - dije.
- Tu inteligencia me gusta - se puso frente a mi - sí, me dedico a cosas ilegales ¿Contento?
La verdad si lo estaba, quería que suelte todo para terminar con esto.
- Ahora entiendo el porqué me tendrías como un rey.
- Me gustan las cosas en grande, me gustan los lujos no lo niego, pero no los presumo en la calle. Evitó levantar sospechas, aunque la policía de acá es bastante estúpida - dijo riéndose.
- Por que lo dices.
- Nunca me han encontrado o algo por el estilo, unos ineptos totales.
¿Qué se creía este? Quería ver si decía lo mismo cuando se entere quién soy realmente.
- Vuelvo enseguida, te quedas en tu casa - me guiñó un ojo para subir por la gran escalera.
Al menos ya estaba aquí, ahora quedaba investigar a fondo cada rincón de esta casa.
- Me extraña que el joven haya ingresado una persona a la casa - escuché la voz de una señora.
- ¿Por qué? - la miré confundido.
- Nunca trae a nadie, es muy desconfiado.
- ¿Usted sabe lo que hace él?
- Sí, todos aquí sabemos a qué se dedica. Él no es malo, es un chico bueno pero con carácter fuerte - me comenzó a contar - le tengo mucho cariño, temo que le suceda algo algún día.
- ¿Es algo de él?
- Solo su empleada, estoy aquí desde que compró la casa.
Al parecer le tenía mucho cariño, hablaba muy bien de él a diferencia de lo que Erick demostraba ser.
Luego de un rato bajó y la señora volvió a la cocina.
- ¿De que hablaban?
- De nada, me estaba comentando que la casa era bastante grande - mentí.
- ¿Y? ¿Lo haremos?
- Hacer que.
- ¿Tu crees que yo te traje para que hables con la empleada?
- Creo que ahora sí quiero tomar algo, ojalá fuerte - pedí. Quería estar al menos un poco ebrio para mañana no recordar la estupidez que iba a hacer.
Tomamos un poco de Whisky, la verdad estaba bastante fuerte.
A medida que íbamos bebiendo me comenzó a preguntar cosas sobre mi a las que obviamente mentí.
De un momento a otro no sé si era por el alcohol o que, pero me estaba sintiendo bastante acalorado.
Comencé a analizar cada parte de él, no me iba a hacer el tonto, este chico si estaba bueno o así lo veía en esos momentos.
Sentí que mi erección estaba creciendo, este chico me estaba excitando. Maldito alcohol repetía en mi mente.
- ¿Estás bien? - pregunté para ver si no estaba ebrio.
- Algo - rió.
- Esto estaba fuerte - luego de decir eso lo quedé mirando fijo - a lo que vine - me quité la chaqueta.
- No que muy difícil.
- ¿Quieres o no?
- Acá no, vamos arriba - dijo poniéndose de pie.
Caminé detrás de él, tenía un calor horrible y unas ganas de tener relaciones que no me explicaba. Si quería placer, placer le daría.
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Mi Perdición - Chriserick (Primera Parte)
Fanfic- Al menos tenemos algo en común - dije al verlo. Mis preferencias también estaban en los hombres - ya sé por dónde atacar - sonreí. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-