Capítulo 7

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Ingresé a su casa sin pensarlo, ordenó que nadie se meta a ella.

- ¿Quieres tomar algo?

- Así estoy bien, gracias - comencé a observar todo - ¿Vives solo?

- Sí.

- ¿Por qué?

- Porque quiero y porque puedo.

- Es evidente que te dedicas a cosas turbias - dije.

- Tu inteligencia me gusta - se puso frente a mi - sí, me dedico a cosas ilegales ¿Contento?

La verdad si lo estaba, quería que suelte todo para terminar con esto.

- Ahora entiendo el porqué me tendrías como un rey.

- Me gustan las cosas en grande, me gustan los lujos no lo niego, pero no los presumo en la calle. Evitó levantar sospechas, aunque la policía de acá es bastante estúpida - dijo riéndose.

- Por que lo dices.

- Nunca me han encontrado o algo por el estilo, unos ineptos totales.

¿Qué se creía este? Quería ver si decía lo mismo cuando se entere quién soy realmente.

- Vuelvo enseguida, te quedas en tu casa - me guiñó un ojo para subir por la gran escalera.

Al menos ya estaba aquí, ahora quedaba investigar a fondo cada rincón de esta casa.

- Me extraña que el joven haya ingresado una persona a la casa - escuché la voz de una señora.

- ¿Por qué? - la miré confundido.

- Nunca trae a nadie, es muy desconfiado.

- ¿Usted sabe lo que hace él?

- Sí, todos aquí sabemos a qué se dedica. Él no es malo, es un chico bueno pero con carácter fuerte - me comenzó a contar - le tengo mucho cariño, temo que le suceda algo algún día.

- ¿Es algo de él?

- Solo su empleada, estoy aquí desde que compró la casa.

Al parecer le tenía mucho cariño, hablaba muy bien de él a diferencia de lo que Erick demostraba ser.

Luego de un rato bajó y la señora volvió a la cocina.

- ¿De que hablaban?

- De nada, me estaba comentando que la casa era bastante grande - mentí.

- ¿Y? ¿Lo haremos?

- Hacer que.

- ¿Tu crees que yo te traje para que hables con la empleada?

- Creo que ahora sí quiero tomar algo, ojalá fuerte - pedí. Quería estar al menos un poco ebrio para mañana no recordar la estupidez que iba a hacer.

Tomamos un poco de Whisky, la verdad estaba bastante fuerte.

A medida que íbamos bebiendo me comenzó a preguntar cosas sobre mi a las que obviamente mentí.

De un momento a otro no sé si era por el alcohol o que, pero me estaba sintiendo bastante acalorado.

Comencé a analizar cada parte de él, no me iba a hacer el tonto, este chico si estaba bueno o así lo veía en esos momentos.

Sentí que mi erección estaba creciendo, este chico me estaba excitando. Maldito alcohol repetía en mi mente.

- ¿Estás bien? - pregunté para ver si no estaba ebrio.

- Algo - rió.

- Esto estaba fuerte - luego de decir eso lo quedé mirando fijo - a lo que vine - me quité la chaqueta.

- No que muy difícil.

- ¿Quieres o no?

- Acá no, vamos arriba - dijo poniéndose de pie.

Caminé detrás de él, tenía un calor horrible y unas ganas de tener relaciones que no me explicaba. Si quería placer, placer le daría.

Mi Perdición - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora