Capítulo 20

1.9K 215 31
                                    

- ¿Mejor? - preguntó al verme bajar las escaleras.

- Sí ¿Qué hora es?

- Las ocho - miré la ventana y estaba ya oscureciendo.

- Dormí mucho - reí y me senté a su lado.

- No quiero que me molestes en la noche con tu " Erick no puedo dormir" - intentó imitar mi voz.

- ¿Te quedarás acá? ¿No saldrás o algo?

- Con este golpe en la cara ni a la esquina.

- No está tan mal Erick, tampoco te pegué tan fuerte.

- Pero no me veo bien.

- ¿Y para que quieres verte bien? ¿Para los imbéciles?

- No comiences con lo mismo, suenas egoísta.

- ¿Osea que quieres que te comparta? - mis celos ya eran más que evidentes - seamos justos entonces.

- Hey ni lo pienses, una cosa es que yo me meta con otros tipos y otra cosa es que tú hagas lo mismo - puso un alto.

- Claro, porque todos quisieran estar conmigo después de estar con ellos.

- Mira que fácil eres, bueno si lo fuiste conmigo no veo que sea diferente con otros.

- Tienes razón - le seguí el juego - debería irme buscando otro, deben haber mejores que tú.

- Tampoco te pases - si había algo que no le gustaba era que ataquen a su ego - mejor que yo no hay y más lindos mucho menos.

- Deberías presentarme a tus amistades, quizás y encuentro a alguien que me tome enserio.

- Cuando algo me pertenece no lo comparto - apoyó los codos en las piernas y se inclinó hacia delante - si querías hacerme enojar te digo que lo estás consiguiendo.

- Ya sé que soy tuyo, solo bromeaba. Creo que ya me acostumbré a ti.

- Al menos lo tienes claro.

- La propuesta de hace rato ¿Sigue en pie?

- No, preferiste dormir.

La verdad yo si tenía ganas de hacerlo. Desabroché mi pantalón, bajé un poco el bóxer y le dejé a la vista mi miembro - ¿Estás seguro?

- Guarda eso, puede entrar alguien.

- Yo sé que quieres - comencé a moverlo.

- ¡No hagas eso! - dijo para comenzar a reírse. Vaya qué hermosa sonrisa tenía.

- ¿Verdad que tú quieres? - hice como que le hablaba a mi amiguito.

Volvió a reír - eres un idiota - tomó mi mano y subimos a la habitación.

Cómo podía ser tan hermoso, todo en él me gustaba, su cuerpo, su piel, sus labios, los movimientos perfectos que hacía cada vez que teníamos relaciones, todo.

Escuchaba sus gemidos, los que eran provocados por mi, me gustaba escucharlo.

- Espera, espera...se salió - volvió a meter mi miembro en él.

- Admite que te encanta hacerlo conmigo - lo acerqué a mi.

- Siempre te he dicho que sí - su voz estaba agitada - ¡a-ah! Acelera un...poco.

Ayudé a que sus saltos fueran un poco más rápidos, estaba a punto de llegar.

Era impresionante la forma en la que nos dábamos placer, ya conocía perfecto lo que le gusta y lo que no.

Después de terminar salí de él, quiso bajarse de mi cuerpo pero no lo dejé.

- No puedo estar toda la noche encima tuyo.

- ¿Por qué no? Te ves perfecto.

Lo miré por un momento, admiré su belleza y le pedí que se acerque un momento.

Dejé un pequeño beso en sus labios para luego acercarme a su oído - me gustas.

Mi Perdición - Chriserick (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora