-Oh porfavor, no ves el temporal que se esta dando- alegó Jin enojado contra el guardia de seguridad que intentaba sacarlo del bar.
-Lo estoy viendo, pero entiende que a mi me pagan por dejar entrar a los anotados, a nadie más- dijo Namjoon contra aquel pelinegro que no entendía que órdenes son órdenes.
-Entonces anotame, me quedo al lado tuyo y ya- dijo con desespero el chico y al ver la ceja alzada del contrario, siguió insistiendo- se calma un poco y me voy... Lo juro.
Namjoon seguía pensando, el chico no parecía malo, al contrario, todo un ángel, pero no podía fiarse así como así.
-Esta bien, pero te quiero al lado mio, nada de trampas- dijo y dispuso su lápiz para que le dictaran los datos.
Así pasaron las horas, a veces en silencio y otras en conversaciones profundas, pero siempre uno al lado del otro.
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