Daba vuelta y vuelta una y otra vez su vaso como lo hacia la imagen de su esposo con su hijo en el parque.
Se sentía culpable de no amarlos como debería...
De no amarlos como ellos lo hacían hacia su persona.
-¿Estás bien?- preguntó la culpable de que no quisiera a su familia, la mujer que le había robado el corazón al mostrarle lo que se perdía al no salir del closet- si quieres irte...
-NO... Yo...-balbuceó Solar y aunque quería decirle lo asustada que estaba por amarla tanto, no encontraba las palabras correctas.
Byul sólo se tranquilizó cuando la contraria tomó su mano y entrelazó sus dedos con los de ella.
-No quiero seguir casada con Erick, pero divorciarme seria perder a mi hijo- lloró Solar, y aunque a Byul le dolía ser amante de la mayor, hacía cualquier cosa por aquel amor que le tenía.
-Entonces... Sigamos con esto, tal como está ahora- dijo tratando de sonreír, y Solar aceptó, fundiéndose en los brazos del amor de su vida.
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