-Jiwoo... bebé, vine lo más rápido que pude- dijo Somin jadeante al correr las cuadras que la separaban del bar y su casa.
Jiwoo tan sólo necesitó mirarla para que su novia se diera cuenta que no estaba bien.
Somin la abrazó justo cuando su pequeña se largó a llorar, no entendía nada, hasta que en sollozos le explicaron.
-Me echaron de la casa... descubrieron lo nuestro- dijo largándose nuevamente a llorar y abrazando fuertemente a la chica que hacia todo por su felicidad.
-Amor no te preocupes... yo sé que algún día tus padres entenderán tu orientación sexual...-susurró dulcemente Somin- y cuando eso pase, entraré a tu casa tomada de tu mano.
Jiwoo sonrió un poco ante aquella ocurrencia de la mayor y se sorprendió ante un repentino arrebato de la contraria.
-¿Mamá?...si si, estamos bien... bueeeeno, sisi- Somin rodó los ojos ante las preguntas irrelevantes de su madre, asi que decidió interrumpirla sin más- Necesito que permitas que Jiwoo se vaya conmigo a la casa... si, en la casa te explicamos... ya, te esperamos.
Colgó la llamada y besó dulcemente los labios de la menor.
-Hoy dormiremos juntas bebé- dijo coqueto y Jiwoo se sonrojó al ser la primera vez que lo harían.
Sin duda, Somin era lo mejor de su vida y estaba dispuesta a perder a su familia por ella.
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