-Muevanse... disculpen... ya- dijo pasando entre todas las personas que caben en una bar y un poco más, haciéndole más dificultoso aún el buscarla...
-Hae...ri- dijo la chica que la había llamado unos minutos antes pidiéndole ayuda, con la poca noción que le quedaba.
Haeri trató de no sollozar cuando vió a Min-Kyung ahí, tirada en el piso del baño, con la ropa algo desgarrada y con el maquillaje corrido por estar llorando.
-Shhhhh... tranquila, ya estoy aquí- susurró abrazando a la menor.
Min-Kyung se aferró a su salvadora y apenas la dejó moverse para que ambas salieran del lugar.
El efecto del fármaco que habían dejado en su vaso ya estaba desapareciendo, y tristemente ella recordaba que le había hecho ese sujeto a su cuerpo sin su consentimiento.
Sólo quería encerrarse a llorar.
Y a Hae-ri a su lado.
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