Trabajando con la Serpiente

Aspen: Parte II

Cientos le luces de todos los colores se alzaban por el lugar. El antro estaba decorado con motivo del invierno que azotaba con fuerza esa época del año y Hermione no pudo reprimir la sonrisa boba que se le escapó al oír una canción que bien conocía.
El lugar tenía armonía chill y se podía respirar buen ambiente.
A la derecha había una gran barra donde vários magos hacían peripecias con las botellas mientras servían a los huéspedes.

Hermione no solía frecuentar lugares como ese en el mundo muggle pero la única vez que lo había hecho fue en el cumpleaños de una de sus primas. El alcohol muggle nunca había sido su amigo y pensar en el mágico más allá de cervezas de mantequilla le aturdia.

En cuarto año mientras transcurría el baile de navidad fue cuando probó junto a Krum un cóctel mágico que la dejó mareada por varios minutos. Temía tener la misma sensación que aquella vez.

—¿Queréis algo? —preguntó Tom acercándose a la barra.

—¿Bromeas? —contestó contenta la rubia —pienso beberme hasta el agua de los floreros.

Tom rió mientras Draco negaba gracioso con la cabeza y Hermione ignoraba la idea de emborracharse.

—¿Sabes lo peor? —anotó Draco —que sé que eres capaz.

—Por supuesto —y acto seguido se bebió el chupito de whisky de fuego que le habían servido.

—Que peligro —dijo Tom mientras agarraba su vasito con la mano con intención de hacer lo mismo que su compañera. Y de un rápido trago acabó con el líquido.

Draco agarró dos vasitos y uno se lo entregó a Hermione que le miraba petrificada mientras analizaba el pequeño vasito con aire de sorpresa.

—¿La intachable y santa Hermione Granger no es capaz de beber un chupito de whisky? —soltó cuando comprobó como la chica no tenía intención de agarrar el vaso.

—Venga Hermione —dijo Tom entre risas —un chupito no te hará daño.

—Que aburrida eres —aportó la rubia pidiendo el segundo chupito.

Sabía que la increpaban para que bebiese y aunque le apetecía tampoco quería emborracharse.
Cuando Draco fue a dejar el vaso en la barra Ashley se lo arrebató y bebió de un solo golpe.

—Vas a acabar rebolcandote en el suelo —dijo Draco mientras veía divertido como Ashley se contoneaba sobre Tom.

—Eso quiero —anotó mientras agarraba al moreno —acabar rebolcandome en su cama.

Tom se atragantó con el sorbo y tosió un par de veces mientras el rubio reía ante el comentario de su compañera y Hermione miraba anonadada la escena.

Sacarse a Ashley del medio le estaba sentando demasiado bien y ver como el remilgado de Thomas reaccionaba ante los calientes comentarios de ella le divertía de sobremanera. Pero todo se fue a la mierda cuando escuchó el nombre de su enemiga a sus espaldas. Sobresaltando a Hermione.

—¿Hermione? —una voz ruda y masculina habló y la chica se giró en cuanto escuchó su nombre.

—¿Michael? —dijo con una sonrisa de oreja a oreja —¿qué haces aquí?

—¡Que sorpresa! —añadió mientras estrechaba a la muchacha efusivamente —estoy pasando unos días aquí.

—¿Y Víktor? —y en ese momento Draco frunció el cejo porque sabía por quien estaba preguntando —¿está contigo?

—No, está de entrenamientos exhaustivos —dijo sin despegarse de su flamante y amplia sonrisa —estoy con unos amigos.

Cuando Hermione se giró para buscar a sus compañeros comprobó que tanto Ashley como Tom los miraban con atención menos Malfoy, el último parecía encontrar de gran interés la copa de whisky que llevaba entre las manos. Se había apoyado sobre la barra e intentaba por todos los medios ignorar a su enemiga y su nuevo amiguito.