Trabajando con la Serpiente

Dolorosas Verdades

Hermione estaba nerviosa ante su primer día y tansolo quería tener en su mente su departamento y el arduo trabajo qje tendría por delante. Pero alguien se interponía en su mente para descolocarla por completo.

Le era imposible quitarse de la cabeza al rubio. Y más después de su rara actitud frente a Tom.

Sabía que tramaba algo y no quería ser parte de ningún tipo de juego del slytherin. Si su misión era hacerle la vida imposible, ella no se lo permitiría.

Casi enfadada consigo misma se encaminó hasta el ministerio mientras el ministro daba un nuevo acto informativo.

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Hermione no cabía mas en su asombro, ese mismo día se disputaría el título a los mejores de cada sector y ella apenas había podido tocar un libro por culpa del rubio.
Le maldijo por lo bajo mientras sentía la mirada de alguien clavada en su nuca.
Instintivamente se giró y se topó con el chico que estaba a unos largos pasos de ella.

Le estudiaba con la mirada fija en ella. Casi penetrandole y taladrando con esos ojos color mercurio.

La chica se sintió incómoda al instante, no obstante tampoco le puso nerviosa. Creía conocer las intenciones del slytherin y ella no era alguien que caía fácilmente en redes enemigas.
Draco se fue acercando lentamente hasta donde se hayaba una indefensa castaña hasta ponerse justo detrás de ella.

—Espero que seas consciente que no tengo ninguna intención de compartir salón contigo Granger, asíque si eres tan lista como dicen deberías hacer mal la prueba —soltó el rubio contra la nuca de Hermione, quien no se inmutó al sentir su voz —o siquiera te presentes, ya es bastante fastidio verte por los pasillos.

Hermione se encontraba estática mirando al ministro, mostrando falsa indiferencia hacía el chico.

—Y tú espero que sepas si eres tan astuto como dicen que a mi me importa mas bien poco todo lo que tenga que ver contigo Malfoy —respondió sin darse la vuelta —asíque si tanto te molestaría mi presencia lo siento....vive con ello.

En la cara de Draco se podía ver el fastidio que aquéllas palabras habían causado en él. Una sangre sucia replicando, y no una cualquiera, sinó Hermione Granger.

—Por tu propio bien...te alejarás de mí —agarró a la chica del brazo y tiró de ella hasta que quedaron cerca, ignorando las cientos de personas que los rodeaban.

—Das órdenes dando por sentado que eres superior a mi —aseguró ella —y no Malfoy, si quieres seguir con las rivalidades de Hogwarts perfecto, por mi bien....pero no me hagas partícipe de tu estúpido juego.

Ambos mantuvieron la mirada, intentado hundirse en los ojos ajenos.

—Siempre seré superior a ti Granger —susurró triunfante —no se trata de algo que yo haya decidido, el mundo se divide en clases y tú perteneces a una muy inferior a la mía, espero que seas consciente de ello.

—¿Te crees superior? ¿Tú? ¿Alguien que no tuvo el valor necesario para unirse finalmente a las filas de Voldemort pero tampoco para desafiarle? —susurró mientras miraba impasible al chico —mientras tú ponías tu preciado pellejo a salvo otros tratábamos de luchar por un mundo mejor jugandonos la vida en ello. Y ahora que lo hemos conseguido no permitiremos que rezagados como tú vengan a contarnos la pantomima de la superioridad, ¿porqué sabes qué Malfoy? Si esa superioridad de la que hablas es estar a tu altura...prefiero vivir unos metros por debajo.

Dejó al rubio con la mandíbula firmemente cerrada y había aumentado la presión en torno al brazo de ella.

—No sabes de lo que hablas Granger —contestó entre dientes, mas que enfadado —para ir de defensora hace falta algo mas que palabrería. Y no sabes una puta mierda de mi vida. Asíque por tu propio bien....aléjate de un mortífago.