CAPÍTULO 8

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Con el corazón encogido por el dolor, la demoledora decepción y más que un rastro de persistente frustración, Jimin cogió el pomo de la puerta de bronce del estudio de Jungkook. Una gran mano se cerró alrededor de la parte superior de su brazo. El agarre fuerte y brusco, largos dedos clavándose en sus músculos.

No.

La ronca, desesperada urgencia detuvo a Jimin en corto. Miró por encima del hombro.

Todo el color había desaparecido del rostro de Jungkook, los ojos muy abiertos por la sorpresa y el horror absoluto. Durante un largo momento, no movió ni un músculo. Jimin juró que incluso su pecho se había detenido.

¿Jungkook?

La mirada del hombre se centró en su agarre sobre el brazo de Jimin. Parpadeó y luego lo dejó en libertad. Jungkookdejó caer su brazo lentamente a un lado y flexionó su temblorosa mano. Sus pestañas cayeron. Por favor, no me dejes de nuevo.

Jimin se apartó de la puerta. No te estoy dejando. Sólo voy a salir de la casa un rato. Estoy frustrado y dolido y... Esa mirada de miedo absoluto no había disminuido ni un poco, por lo que reiteró. No voy a dejarte, Jungkook. A Dios rogaba no estar mintiendo. Con todo su corazón rezó para no tener que llegar a eso, pero tenía una sensación de pesar de que tal vez sí fuera necesario. Él dejó escapar un suspiro de cansancio. Realmente no entiendes por qué estoy molesto, ¿verdad?

Por supuesto que sí. Se quejó Jungkook. Los libros. La cuenta. No te gusta cuando te ayudo.

¿Pero entiendes por qué? Tal vez podría explicarlo de una manera diferente. El éxito te llega fácil. Siempre obtenías las mejores notas en la escuela. Todo lo que tocas se convierte en oro o carbón. Has sido siempre muy respetado con un fuerte apellido detrás de ti. Mientras que yo soy... soy lo opuesto a ti. Tenía que trabajar duro para que no quedarme atrás la escuela. Nada ha sido nunca fácil para mí.

Dejaste que te ayudara en la escuela. ¿Por qué no me permites ayudarte ahora?

Porque soy un hombre, y quiero hacer las cosas por mi cuenta. Porque que tengo que hacer las cosas por mi cuenta.

Sin embargo, aceptas la ayuda de Wallace replicó Jungkook. Has tenido la librería durante un año y nunca le expresaste más que tu agradecimiento por el hecho de que se quedara para ayudarte.

No es tú, Jungkook. Tú eres el hombre que amo. Tu opinión significa mucho para mí, y necesito sentir que crees que lo conseguiré. No puedo evitar sentir que cada vez que ofreces tu ayuda es tu manera de decirme que estoy fallando. Que no soy capaz. Que tú no crees que soy capaz.

Jungkookfrunció el ceño. Nunca he dicho que no fueras capaz.

No explícitamente, pero es la forma en que me haces sentir. Demonios, ¿quería demasiado? Jungkooklo quería. Pasaba tiempo con él fuera del dormitorio. No le hacía sentir como si la mera asociación con él fuera un secreto sucio que tenía que ocultar. ¿No debería ser suficiente?

Había habido un momento en el que habría sido más que suficiente. Pero el tiempo había pasado. En el fondo, sabía que acabaría por arruinar su relación. Y maldición, después de todo lo que habían pasado juntos, se merecía el respeto de Jungkook. Necesitaba que el hombre que amaba lo viera como a un igual, pero, ¿podía?

Por encima de todo, por encima de las diferencias en sus cuentas bancarias y su estatus en la sociedad, Jimin verdaderamente temía que el simple hecho de someterse a él en el dormitorio hacía imposible que Jungkooklo viera como algo más que una persona que necesitaba una mano fuerte y constante para guiarlo.

SERIE ATADOS ◂Kookmin▸ (Adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora