El pomo de latón giró y se abrió la puerta.
Sin molestarse en llamar, Jungkook entró en casa de Park y cerró la puerta. —Explícate, Park. —Dijo apenas capaz de pronunciar las palabras más allá de la rabia y la traición desgarrando su garganta. La hora transcurrida no había hecho nada para atenuar la rabia, simplemente había dado el tiempo suficiente para que se acumulara hasta niveles insoportables.
Al otro lado de la sala, cerca de la chimenea, Park levantó la barbilla. —Era la única manera en que podía estar contigo. Te amo. Yo...
—¡Detente! — Jungkook se detuvo en seco. Quería presionar las manos sobre sus oídos, bloquear esas palabras. Park no acaba de decirle eso.
—No, Jeon. — Los rasgos de Park se endurecieron con determinación. —Te he amado durante mucho tiempo. Es un sentimiento tan familiar, tan parte de mí, que no puedo recordar cuándo comenzó. Todo lo que quería era una noche. Estaba desesperado por una noche contigo. Entiendo que nunca puede volver a pasar, pero no podía pasar el resto de mi vida sin haber estado contigo al menos una vez. Si te preocupa que alguien más lo sepa, no deberías. No diré ni una palabra al respecto. Puedes confiar en mí, Jeon.
—¿Confiar en ti? Me traicionaste de la peor manera posible.
—No revelé mi identidad. Esa fue mi único engaño.
¿Su único engaño? Jungkook miró a Park boquiabierto —Creí que eras mi amigo.
—Lo soy.
Firme y decidida, su mirada perforó a Jungkook. Un mechón oscuro y ondulado de su pelo desordenado oscurecía parcialmente un ojo. Jae tenía los ojos castaños. No azules o verdes, sino castaños. Tan ricos y oscuros que casi parecían negros. Sobresaltado, Jungkook retrocedió un paso, distanciándose de Jae. No, Park. Infierno, su mente se negaba a conciliar la imagen del cuerpo desnudo de Jae, el cuerpo que le había tentado como ningún otro, con la de su amigo de la infancia. Sin embargo, cuando ahora miraba a Park, veía los anchos hombros de Jae, sus caderas estrechas y su boca llena. ¿Cuántas veces durante la semana se había preguntado Jungkook cómo se sentiría esa hermosa boca envuelta alrededor de su polla?
—Pagas por los servicios de una prostituta el primer jueves de cada mes. —Las contundentes palabras de Park arrancó a Jungkook de sus pensamientos y de vuelta al asunto que trataban—. A ti no te importa a quién te follas. Entonces, ¿qué tiene de malo que sea yo?
—Todo— dijo Jungkook levantando las manos, exasperado, negándose a examinar el hecho de que le dolía que Park pensara tan poco de él. —Si hubiera sabido que eras tú, yo... yo....—Con dientes apretados, Jungkook gruñó—. ¡Maldita sea! estaba preocupado por ti. —Sacudió la cabeza con fuerza—. Por Jae.
—¿Lo estabas? ¿Por qué? — preguntó Park con absoluta perplejidad en el rostro.
Con una mueca torciendo su boca, Jungkook bajó la mirada a sus zapatos de noche. —Dijiste que eras nuevo, — gruñó, sintiendo vergüenza al admitir que su preocupación había sido en vano—. Que yo era tu primer cliente. Algunos hombres pueden ser francamente crueles en su búsqueda de placer. No quería que te hicieran daño.
Jungkook luchó para no desplazar su peso durante el incómodo silencio. Quería frotarse las sienes, hacer algo para aliviar el golpeteo brutal en su cabeza.
—¿Cómo te enteraste? — preguntó logrando infundir suficiente rabia indignada en su exigencia para cubrir el nudo de pánico en su estómago. Había visto a Park una o dos veces en la sala de recepción de Delacroix, junto con muchos otros caballeros de la alta sociedad. Si Park sabía que en realidad no contrataba a una mujer, entonces otros también podían saberlo. ¿Qué había hecho Jungkook para inculparse? ¿O había sido obvio para todos todo el tiempo?
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SERIE ATADOS ◂Kookmin▸ (Adapt.)
FanfictionSerie completa de ATADOS de Ava March. #92 - GayRomance 10.05.18 #16 - GayStory 17.06.18 #7 - GayStory 08.07.18 .Historia orginal de Ava March, créditos a ella. . El fanart utilizado no es mio, el re-diseño es elaborado por mi. .Gracias a la tradu...