CAPITULO 5

3.3K 391 43
                                    

La puerta se cerró de golpe. El rápido resonar de los pasos de Jimin se desvaneció hasta que Jungkook no pudo escuchar nada más que los acelerados latidos de su corazón en los oídos.

Se lanzó hacia la puerta y aferró el pomo de bronce antes de bajar la mirada hacia su cuerpo.

¡Infiernos!

No podía abandonar la casa con sólo unos pantalones. Pero incluso si estuviera vestido, ¿en qué diablos estaba pensando? ¿Es que pensaba perseguir a Jimin? ¿Y entonces qué? ¿Continuarían con la discusión hasta que todo el mundo en Busan se enterara? Dejando escapar un gruñido de pura frustración, estrelló el puño contra la pared. ¿Por qué no podía Jimin conformarse con la situación tal como estaba? ¿Por qué tenía que exigirle tanto?

¡Maldita sea, Jimin! ¿Y por qué esta noche? Dio un puñetazo en la pared otra vez, pero todo lo que consiguió fue magullarse los nudillos.

Apretando los dientes, clavó sus dedos en su pelo y apretó su cráneo. Todas las palabras que Jimin le había arrojado se mezclaban entre sí formando un embrollo brutal en su cabeza, hasta que no pudo distinguir una palabra de la otra. Hasta que sus rodillas amenazaron con ceder.

Un instante después las palabras de despedida de Jimin se elevaron por encima de la masa enmarañada.

Adiós, Jeon.

Y toda la furia, la rabia y la frustración abandonaron su cuerpo, sus hombros se hundieron, dejándolo totalmente exhausto. Sus brazos cayeron sin fuerzas a sus costados.

Se quedó allí -- no supo por cuánto tiempo -- su respiración saliendo en laboriosas bocanadas mientras la lluvia golpeaba en las ventanas.

Luego se alejó de la puerta, aturdido, y caminó por la pequeña sala. Sacó la mediocre botella de Burdeos de la cesta de mimbre y se sirvió un vaso. Tras vaciar el contenido en dos largos tragos, volvió a llenar el vaso y se dirigió al sofá.

Apartó los periódicos a un lado sobre los cojines y se dejó caer. Apoyando los codos en las rodillas, acunó el vaso en sus manos y bajó la cabeza. Nunca en su vida se había sentido tan impotente. Tan incapaz de arreglar la situación. En el espacio de un par de horas, su fácil y ordenada vida se había escapado completamente de su control.

Primero su padre y ahora esto. Había pensado que todo era perfecto entre él y Jimin. Que se entendían. Que Jimin estaba contento con él.

Aparentemente no.

Voy a hacer lo que me pidas, sin lugar a dudas, porque quiero estar contigo.

¿Es que Jimin solo se había sometido para complacerlo? ¿Porque había estado tratando de convertirse en lo que Jungkook deseaba y no porque él quisiera?

No, no. Jungkook apartó a un lado la ansiedad y se obligó a pensar de forma racional. A lo largo de los años había estado con suficientes hombres en ese burdel como para conocer la diferencia. Jungkook no había estado actuando durante estos últimos seis meses. Nadie podía responder de la manera que lo hacía y no desear realmente de sus juegos eróticos.

Jungkook se frotó la parte posterior del cuello, tratando de aliviar la tensión. ¿Habido sido un error permitir que su amistad se trasladara al dormitorio? Se estremeció ante la idea de visitar un burdel de nuevo. No, eso no. Nunca más. La situación con Jimin había sido ideal. Y tenido era la palabra clave. Ahora, sin embargo... dudaba de que pudieran volver a ser solo amigos.

Un agudo dolor atravesó su pecho, robándole el aire de los pulmones. La idea de no tener en su vida a Jimin dolía como ninguna otra cosa. No poder recurrir a él. No tenerlo ahí cuando Jungkook lo necesitaba. No volver a oír a Jimin murmurar "Te quiero" en voz baja. Ciertamente no quería perderlo, ¿pero que opción tenía? Parecía que el hombre había tomado la decisión por él. Pero incluso aunque tuviera la oportunidad, ¿podría hacer lo que Jimin quería?

SERIE ATADOS ◂Kookmin▸ (Adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora