Problemas

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Ayer volví a casa a hacer la maleta, Albus habló con mis padres, estos se sorprendieron mucho cuando se enteraron del mundo mágico pero aceptaron, le conté todo a Victoria quien se puso triste y me hizo prometerle que le escribiría,
Según me explicó Albus, Victoria es una Squib, y su familia es mágica por lo que puede entrar al mundo mágico cosa que me alegró, Albus también me dijo que recibiría clases particulares para subir mi nivel al de mi curso ya que no entiende el porqué no me llegó la carta de hogwarts tendría que estar en cuarto curso.

Estaba sentada ya en el tren tocando la guitarra con los pies encima del asiento de enfrente y con los ojos cerrados cuando entraron unos chicos.

—Tocas bastante bien. —Dijo un chico sentándose al lado mío.

Los otros chicos se sentaron enfrente al lado de donde apoyaba los pies, ellos seguían hablando preguntándome cosas mientras que yo no les respondía, quería un viaje tranquilo.

—¿Tienes novio? —Seguían preguntando.

—Pareces mayor para ser de primer año, ¿Vienes de otra escuela?

Me levanté sin mirar les y me fui al baño a ponerme la túnica y salí del tren, nos dirigiamos a unas carrozas que se manejaban solas, entramos al castillo y nos llevaron a una especie de comedor enorme, luego vinieron los que parecían ser de primero y les sentaron en una silla para colocarles un sombrero que les indicaba una casa.

—Este año recibiremos a una nueva compañera de cuarto curso que se integrará con nosotros a partir de este año y se le seleccionará a una casa.

—Jackie Byrne.

Me levanté y me senté en la silla, la subdirectora me colocó el sombrero.

—¡Pero qué tenemos aquí, la heredera de Gryffindor! —Se oyó un montón de murmullos. —Obviamente ya sé a qué casa te voy a mandar.

—Pues déjate de tanta charla y dilo, estoy entre la casa verde y la roja, ambos colores me quedarían bien en la túnica.

—No se elige una casa depende de que color te quede mejor.

¡GRYFFINDOR!

—¡Joder! Que te tengo al lado y me gritas al oído ¿Qué casa es esa? ¿La amarilla?

—La roja.

Me levanté y me fui a la mesa de Gryffindor, en mitad de la comida llegó volando el cuervo hacia mi llamando la atención de mis compañeros.

—Joder que bicho tan molesto, déjame comer.

—Que borde, si no fuera por mí, no sabrías nada del mundo mágico. —Dijo el cuervo cogiendome comida.

—Ni me hacía falta y ¡Deja mi comida!

La gente se giraba hacia mi pero me daba igual, me levanté y me fui en compañía del cuervo.

Salí del castillo.

—Venga, para tu casa.

—No me voy a ir Jackie. —Dijo el cuervo.

—No me provoques que si no te vas volando por ti solo te mando a volar yo.

—No seas tan cruel con el cuervo. —Dijo Albus de repente apareciendo detrás de mí.

—¡¿Queréis que me de un ataque?! ¡No te aparezcas de repente detrás mía!

—Mis disculpas ¿Hablas con los animales?

—Si, pensarás que estoy loca y no te equivocas. —Dije encendiendo un cigarrillo. —Fue este cuervo el que me guió hasta Hagrid pero no necesito que me ande siguiendo por todos lados.

—¿Qué es eso?

—¿Estás de coña? ¿Los magos no fumais?

—¿Fumar? ¿Para qué sirve?

—Para desestresarte.

—¿Y es bueno? —Dijo mientras veía como salía humo de mi boca.

—M... No mucho.

—¿Entonces por que no lo dejas?

—Es difícil dejarlo, te engancha. —Dije apagando el cigarro y tirándolo al suelo.

Albus lo hizo desaparecer.

—No tires basura al suelo.

—Como digas ¿Dónde está mi habitación?

—Si te hubieses quedado en el comedor lo hubieses sabido.

—Pero como no me he quedado no lo sé, por eso pregunto.

Albus me acompañó hasta un cuadro dijo una contraseña y me dejó pasar.

—Buenas noches señorita Byrne.

—Buenas noches a ti también Albus.

Subí por unad escaleras y vi mi nombre en una habitación junto con otros.

Abrí la puerta y las chicas no se dieron cuenta y seguían hablando entre ellas.

—Esa heredera no parece muy agradable. —Dijo una chica de pelo negro.

—¿Viste como la miraban los chicos? ¡Y tiene tatuajes! —Dijo la rubia.

—No debemos juzgarla sin conocerla. —Dijo esta vez una morena.

Me tumbé en mi cama.

—Juzgarme todo lo que queráis me la pasa por ahí. —Dije viendo como se giraban rápidamente y con los ojos bien abiertos.

—Hola, mi nombre es Hermione Granger. —Dijo la morena.

—Pues bien, soy Jackie.

—Yo soy Lavender. —Dijo la rubia.

—Y yo Parvati. —Dijo la de pelo negro.

—No me interesa. —Entró por la ventana el cuervo. —Dios, estoy por pegarte un tiro puto cuervo.

—No lo harás, ya te acostumbrarás a mí. —Dijo el cuervo.

—Pobre ave , no le digas eso. —Dijo Hermione.

—¿No nos atacará? —Dijo Lavender colocándose detrás de Parvati.

—No estaría mal. —Dije con media sonrisa y al instante el cuervo empezó a perseguir a Lavender quien salió corriendo de la habitación gritando lo que me causó mucha risa.

—¡Dile que pare! —Exclamó Parvati.

—¿Y que vuelva a seguirme a todas partes? Deja que se entretenga un poco.

—¡Jackie! —Me gritó Hermione.

—¡Joder que pesadas! —Salí de la habitación y recorrí los pasillos, no me tardó mucho encontrarla pues estaba gritando y estaba acorralada por el cuervo.

—Pajarraco para. —Este me hizo caso pero Snape que pasaba por ahí me puso un castigo.

Mala influencia [Sirius Black] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora