Estaba jugando con Liro intentando atraparlo y Sirius se reía.
—Pareces una cría.
Le miré con el ceño fruncido y le saqué la lengua causando más risa en él.
—Liro... ¡Ataca! —Dije señalando a Sirius y para mi sorpresa fue a por él.
—¡Liro! ¡No! —Dijo aún riéndose mientras le intentaba arañar la cara.
Me acerqué a Sirius y me senté en sus rodillas mirándolo.
Sirius se quitó a Liro de encima y me miró con deseo mordiendose el labio.
Rodeé su cuello con mis manos y lo abracé, sé que el se pensaba que iba a hacer otra cosa pero de verdad necesitaba un abrazo.
—¿Qué pasa Jackie? —Me dijo con tranquilidad mientras me devolvía el abrazo.
—Gracias por ayudarme con lo de Victoria, gracias por todo lo que haces por mí Sirius.
Sé que estaba enternecido por la tranquilidad que emanaba, sentía su respiración en mi cuello pero de pronto paró y me alejó sacandome de sus rodillas.
—Te amo Jackie, pero últimamente he estado pensando que no soy lo suficiente para ti, soy mucho más mayor que tú, ¡Podría ser tu padre! Deberías buscarte a alguien de tu edad y que pueda salir a llevarte a algún lado, estoy encerrado, soy un prófugo Jackie, no quiero que te encierren por creerte mi cómplice, es mejor que lo dejemos.
Me quedé de piedra.
—Sí esto es una broma no... —Me interrumpió.
—No es una broma Jackie, deberías haberme seguido odiando, no teníamos que haber empezado nada.
No sabía que decir, sentí por segunda vez que se me rompía el corazón.
—Tienes razón, no debería estar con alguien como tú, merezco mucho más y ¿Sabes? Pierdo mucho tiempo estando aquí.
Cogí a Liro y me aparecí en mi antiguo apartamento.
Hice un hechizo anti-aparición.
—Liro, este será nuestro nuevo hogar.
Quise hacerme algo de comer pero no había nada en la nevera, normal, si llevo tiempo sin vivir aquí.
Salí del apartamento que estaba en el mundo muggle, hacia un supermercado.
Hice la compra y la recogí, en verdad me gustaba ese apartamento, tenía un toque moderno.
Con un movimiento de varita limpié el apartamento.
Me senté en el sofá y me puse a pensar que podría hacer para pasar el rato.
Le mandé un patronus a Victoria.
"Sirius me ha dejado, me he ido de su casa, he vuelto a mi antiguo apartamento. "
Me cambié a un chándal, salí del apartamento y me dirigí a mi antigua escuela de defensa personal.
—¿Jane? ¿Eres tú? ¡Pues claro, qué cosas digo, esos ojos... Solo puedes ser tú! No vienes desde los 14. —Me dijo Tyler, mi antiguo profesor de defensa abrazándome, es joven y guapo, tiene ahora ¿26?
—Ya ves.
—¿Quieres volver a practicar defensa personal por si alguien se te intenta sobrepasar?
—No, pero no falta un gilipollas al que me gustaría partirle la cara.
—Siento lástima por él, ¿Quieres empezar ahora? Estoy libre.
—Ahora siento lástima por ti, estoy bastante motivada y enfadada.
—Mejor... Voy a por protecciones. —Abrió el trastero.
—Eso ha sonado... Tentador. —Dije riéndome y él me siguió.
—Ahora ya eres mayor de edad y bastante guapa, ten cuidado con lo que me dices. —Me dijo guiñándome el ojo.
Me reí.
Nos fuimos a una sala desocupada y empezamos a estirar.
Tyler fue mi mejor amigo a pesar de la edad, siempre descargaba mi ira luchando con él, cuando pasó lo de Jean, convertía mi tristeza en ira y lo descargaba contra Tyler, él siempre me animaba aunque no supiese qué me pasaba y confío en él.
—Pareces ida, ¿Qué te pasa? —Dijo mientras me intentaba golpear y yo me protegía.
—Estoy preocupada.
—En verdad no has venido aquí para volver a la defensa personal ¿Verdad? —Dijo parando.
—La verdad es que no, quería hablar contigo.
Tyler se quitó las protecciones y los dejó en una mesilla.
—¿Mañana a las ocho de la noche en tú cafetería?
Le sonreí.
—Gracias Tyler, eres un amor. —Le di un beso en la mejilla y me fui a casa.
Ya eran las ocho y media, me hice la cena a mi y a Liro.
Alguien tocó la puerta.
Miré por la mirilla y vi a Victoria así que le abrí y pasó.
—¿Qué ha pasado con Sirius? —Preguntó mientras se sentaba en mi silla y empezó a comer mi cena.
Fruncí el ceño al oír ese nombre.
Fui a la cocina y me serví en otro plato para sentarme con ella.
—Pues que ha estado pensando que me merezco algo mejor que un puto prófugo como él.
Victoria se llevó la mano a la cara.
—Es subnormal. —Dijo Victoria y sonreí.
—Lo es. —Asentí.
—Y... ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Se lo has contado? —Dijo mientras comía la carne.
—No, no se lo he dicho y tampoco se lo diré. —Dije seriamente.
Victoria se atragantó.
—¿Y cómo lo vas a hacer? —Repitió la pregunta.
—He ido a visitar a Tyler para pedirle consejo.
—¿Tyler? ¿El del Kun fu? —Dijo mientras hacía unos gestos raros.
Me reí.
—Defensa personal, me acuerdo cuando te pillaste por él.
—Era una acosador a con él. —Dijo mientras reía.
—Sí, he quedado para hablar con él mañana a las ocho en la que era mi cafetería favorita.
—¿Sabes que Sirius estaba preocupado por ti? He ido a su casa por que no me creía que te habías ido.
—No me importa lo que piense.
—Me tengo que ir, te visitaré de nuevo y tranquila, yo te ayudaré en lo que pueda y no diré nada a nadie.
—Gracias Vicky.
Me sonrió.
—Hacía tiempo que no me llamabas así, adiós.
Victoria se fue y Liro se acercó a mí.
—¿Y papá?
Suspiré y me senté en la cama.
—Sirius no es tu papá, nunca lo ha sido. —Acaricié mi tripa. —Y tampoco será el tuyo.
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Mala influencia [Sirius Black]
FanfictionJackie es una chica que ha sufrido acoso por sus extraños ojos rojos, sus padres pasan de ella por lo que es bastante independiente aún que tiende a ir por el camino equivoco del alcohol, las fiestas y los cigarrillos, cuando conoce a Sirius Black e...