Mala influencia [Sirius Black]

Una Bestia

Al día siguiente me vestí y me hice una coleta.

Estaba en la sala de pociones limpiando frascos cuando el profesor pelo graso me habló.

-A la próxima controla a tu pájaro. -Me reí.

-Si quieres te lo regalo, no es que lo quisiese de todas formas, podría hacerte compañía y quedarse en este antro en vez de seguirme a todos lados.

-No necesito compañía y menos de un sucio cuervo. -Me reí muy fuerte esta vez, pues a mi parecer eran el uno para el otro.

-Ya te puedes ir.

Me fui por los pasillos y llegué a mi clase de criaturas mágicas y podía hablar también con esos bichos.
Al llegar al comedor, Harry, Hermione y otro chico se sentaron a mi lado, poco después Harry se atrevió a hablarme.

-Jackie ¿Porqué tienes los ojos rojos?¿Es alguna maldición?

Algunos se giraban y otros se callaban para escuchar mi respuesta.

-No, los tengo así desde que nací, pero tu cicatriz sí que está maldita ¿Cierto? -Dije mientras comía tranquilamente mientras todo el comedor estaba en silencio mirándonos.

La heredera y el elegido discutiendo sobre sus peculiaridades en mitad del comedor.

Poco después de salir del comedor un niño de primero me dijo que Albus quería verme, así que fui a su despacho.

-Jackie siéntate. -Dijo Albus con tono serio.

-Lo de Lavender fue... -Albus me interrumpió.

-No se trata de eso.

-¿Entonces?

-Lo del comedor, ¿Qué sabes de su cicatriz?

-M... Está claro que está maldita, magia oscura o algo así, pero en cierta parte noto que Harry está siendo protegido, no me hagas mucho caso es una cosa extraña, son ideas raras.

-No, no, sigue ¿Qué está protegiendo a Harry? -Dijo Albus mirándome fijamente con curiosidad.

-Amor, creo que es de su madre ¿Puede ser? Sin embargo el autor de la maldición está muy débil.

-¡¿Quién te ha dicho todo esto?! - Gritó Albus notablemente enfadado.

-¡¡¡NO ME LO HA DICHO NADIE, YA TE HE DICHO QUE ERAN IDEAS RARAS, SI NO TE GUSTAN NO HABÉRMELAS PEDIDO, DESPUÉS DE TODO ERES IGUAL QUE LOS DEMÁS!!! Creí que eras diferente. -Dije con cara de decepción y me fuí.

Estaba MUY enfadada, caminé por los pasillos mientras que la gente me veía con caras pálidas y algunos con lágrimas, me entré a un baño para refrescarme y me vi al espejo, acababa de entender el porqué la reacción de todos *Multimedia*
Pegué un grito, me tape la boca y caí de rodillas, estaba asustada, esa no era yo, sabía que mis ojos eran distintos a los de los demás pero esto superaba el límite.

Oí unos pasos apresurados entrar al baño y acercarse a mí.

-¡Byrne! ¿Qué pasó? -Levanté la vista y era la señora McGonagall, esta al ver mis ojos se puso blanca y echó dos pasos atrás.

-Bu..Buscaré ayuda.

La profesora salió y rato después mis ojos volvieron a la normalidad, y llegó Albus preocupado, al que menos quería ver.

-¡Jackie!

Todo lo que pasó en el despacho volvió a llenarme de ira y como no, los ojos esos volvieron.

Albus al ver eso se acercó lentamente.

-Tranquila Jackie. -Dijo intentando tranquilizarme pero consiguió el resultado contrario.