Bebés

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—¿Entonces? ¿De qué querías hablar? —Me preguntó Tyler mientras bebía su café.

Yo en cambio no paraba de darle vueltas con la cucharilla.

—Necesito consejo sobre algo muy importante.

—Puedes decírmelo.

—Estoy embarazada. —Empezó a toser.

—¡Felicidades! ¿Quién es el padre?

—Ahí está el problema, me ha dejado. —Dije con normalidad, no quería que se me notase que me afectaba.

—¿Con el bebé? —Preguntó preocupado.

—No lo sabe y no se lo quiero decir, no sé si... —Me interrumpió.

—Jackie no, nunca has sido alguien cobarde, la palabra valentía siempre te ha definido por eso te admiro mucho... ¿Puedo hacerte una propuesta?

—Claro. —Dije esperanzada de que fuese alguna idea que le quitase la preocupación.

—Sé que hace tiempo que no nos vemos pero siempre sabes que puedes contar conmigo si quieres puedes venir a vivir conmigo y te puedo ayudar a cuidar al bebé.

No lo pensé mucho y acepté.

—Entonces... ¿Me estás pidiendo que cuide a Liro? —Me preguntó sin creérselo Victoria.

—Sí, no quiero dejarlo pero es una grandisima oportunidad la que me ha ofrecido Tyler.

Victoria y Liro se miraron y aceptó.

—¿Esto es todo? —Me preguntó Tyler mientras me ayudaba con la maleta.

—Sí. —Dije mientras ordenaba el armario. —Serás como un padre para el bebé.

Me sonrió.

—Su primera palabra será hacia mí, me llamará papá. —Dijo bromeando.

—Ya quisieras, ¿Me podrías acompañar a las revisiones?

—Claro, ¿Cuando son?

—Aún tengo que pedir hora.

—¿Ya sabrás si es niño o niña?

—Estoy de un mes y poco, claro que no. —Dije entre risas.

Pasaron seis meses, quise mantener el género en sorpresa, Tyler y yo salíamos mucho, a veces a tomar algo, otras veces de paseo, y a veces de compras, obviamente dejé de beber desde que me enteré del embarazo y también dejé de fumar, eso último era por mucha fuerza de voluntad ya que me era difícil.

—¿Quieres un helado? —Me ofreció Tyler mientras miraba a una heladería.

—Claro. —Dije sonriendo y entramos.

Yo fui hacia una mesa y él se dirigió al mostrador.

—Aquí tienes, de pequeña te gustaban de vainilla. —Dijo entregandome el vaso.

Empezamos a hablar de todo un poco.

—¿Y no tienes novia Tyler? —Le pregunté.

—Con todo el trabajo no he tenido tiempo.

—Me acuerdo cuando le gustabas a Victoria. —Dije de risas y el me siguió.

—También hace años que no la veo ¿Seguís en contacto? Me acuerdo que erais inseparables.

—Sí, seguimos en contacto, y seguimos siendo inseparables.

—Joder...—Dijo sorprendido mientras miraba el periódico.

—¿Qué pasa Tyler? —Pregunté preocupada.

Me enseñó un apartado de las noticias, un pequeño pueblo había sido masacrado, 32 muertos y muchos heridos, no se sabía la razón, los testigos aseguraban haber visto gente vestida de negro entrando de casa en casa.

La última vez que visité a Victoria fue hace dos semanas, me dijo que Voldemort y los mortifagos intentaban llamar la atención, pero no sabía que también en el mundo Muggle.

La verdad es que con el embarazo había dejado de lado mis deberes como miembro de la orden.

Victoria iba a las reuniones, Sirius y los demás estaban preocupados por mi ya que Victoria se guardó en secreto que sabía de mi paradero, también me comentó que Voldemort me estaba buscando por lo que andaba con cuidado.

—¿Volvemos ya a casa? —Me preguntó Tyler y yo asentí.

Cuando llegamos me tumbé cansada al sofá, me dolía mucho la tripa,el bebé no dejaba de dar patadas.

—¿Te encuentras bien Jackie? —Me preguntó.

—No mucho, el bebé se ha puesto a dar patadas muy fuertes.

Me miró pensativo y cogió de nuevo las llaves del coche.

—Vamos a urgencias, puede que le haya pasado algo.

Nos subimos los dos al coche y fuimos directamente a urgencias, no tardaron mucho en llamar y pasé a la consulta, me hizo pruebas y en una imagen vio como el bebé se estaba ahogando con el cordón umbilical, tenían que sacarlo.

Me llevaron en camilla por los pasillos con Tyler al lado preocupado a una sala de parto.

—Ahora vas a tener que empujar y respirar cuando te diga. —Dijo la enfermera.

Desperté exhausta, la enfermera iba de un lado a otro y un enfermero se me acercó.

—Los bebés están bien, han pasado a la incubadora, estarán dos semanas, la llamaremos cuando podrá venir a por los bebés.

¿LOS BEBÉS? ¿MÁS DE UNO?

Tyler y yo nos fuimos a casa, estaba triste, alejarme de los bebés me había supuesto un dolor enorme.

Las semanas se me pasaban lentas y le pedí a Victoria que me acompañase a por los bebés, se ilusionó mucho cuando le dije que era más de uno, aunque espero que sean dos y no más.

Un día antes nos avisaron del hospital y llamé a Victoria para avisarla, preparé todo, toallas, ropa...

El día llegó y fuimos al hospital, Victoria nos esperaba ya en la puerta, la saludé y entré a la consulta, ya quería tener a mis bebés.

¡Eran dos niñas! Una con el pelo negro como su padre y la otra con el cabello dorado como el mío, me dijeron que había problemas con los ojos, la del pelo negro tenía los ojos grises como Sirius pero la de pelo dorado tenía los ojos rojos como los míos.

Cuando me preguntaron los nombres los tenía ya en mente, y sus apellidos serían Byrne

Salí de la consulta con los bebés en brazos y me acerqué a Victoria y a Tyler

—Os presento a Victoria Jean Byrne y Lily Sylvia Byrne.

Victoria Byrne la niña de cabello dorado y Lily Byrne la de cabello negro en honor a la madre de Harry.

A Victoria se le aguaron los ojos y Tyler me sonrió.

Mala influencia [Sirius Black] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora