Desenredados [KatsuDeku]

→ Especial 1K

Felices 1k a todos!

Estoy muy feliz de que el libro haya tenido tan buen recibimiento <3

Cabe aclarar que este especial está fuera del flujo de historia del fanfic, para que lo tengan en cuenta

Por cierto, tendremos un lemon bien intenso ah 7w7

Por tercera vez en lo que iba de semana, Izuku estaba obstruyendo la cañería del baño, todo con el fin de llamar a su confiable, y muy sexy, plomero, Katsuki Bakugou, quien era su amigo de infancia, pero que no le prestaba la más mínima atención.

Quizá hasta parecería la excusa del inicio de un vídeo porno, claro, si es que hubiera algo de química entre ellos, pero el rubio ni le miraba cuando estaba trabajando y se iba sin más cuando recibía su paga. Y bueno, aquello era lógico si consideraba que él mismo tampoco lo provocaba mucho porque le daba vergüenza vestirse o actuar de forma sexy.

—Listo —suspiró el pecoso al ya haber metido un dildo en la cañería de la bañera, luego se secó el sudor imaginario que había en su frente—. Ahora, a llamar a Kacchan.

Izuku, sin pensar demasiado en lo que acababa de hacer, se levantó y con ligeros saltitos se encaminó a la sala, donde estaba el teléfono para llamar al plomero.

Sonriendo, marcó los números, que ya se sabía de memoria, y esperó a que contestasen.

—¡Oh, Midoriya! —saludó animadamente Kirishima, ya sabiendo que se trataba de él. Aquello lo hizo sentir avergonzado—. ¿Qué ocurre? ¿otra vez se obstruyó la cañería?

—S-Sí... —rió nervioso—. ¿Puedes enviar a Kacchan?

—Entendido, ya mismo sale un Bakugou para allá —se mofó, haciendo que se sonrojara.

—Gracias —dijo y colgó.

Tan pronto como la llamada finalizó, Izuku corrió a su habitación a cambiarse de ropa. Se miró al espejo con ropa interior pensando si era una buena idea, pero luego, decidió que era mejor reunir todo su valor para ponerse un short extremadamente corto que dejaba ver la mitad de sus glúteos, y una camiseta holgada y bastante transparente que no dejaba nada a la imaginación.

Sus mejillas estaban acaloradas, por lo que intentó serenarse e incluso se mojó la cara para calmarse, sin embargo, todo intento de mantenerse tranquilo y actuar sexy para su adorado plomero se fueron a la mismísima mierda cuando el timbre de su departamento sonó.

—E-Es Kacchan... —susurró sonriendo nervioso mientras salía del baño y movía sus manos de arriba hacia abajo como si sacudiera agua de estas en un tic nervioso.

Respirando hondo, Izuku abrió la puerta poniendo su mejor cara natural; y dios, la expresión que había puesto Katsuki al verle valía millones y millones de dólares.