→ XII

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—Bakugou, tenemos problemas —informó una agitada Jirou cuando llegó frente al aludido, quien descansaba sentado con la cabeza de Izuku en su regazo

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—Bakugou, tenemos problemas —informó una agitada Jirou cuando llegó frente al aludido, quien descansaba sentado con la cabeza de Izuku en su regazo.

—¡Muchos problemas! —chilló Kaminari en tono preocupado.

—¿Quieren calmarse? —renegó el ojirubí—. Escúpanlo, ¿qué pasa?

¡Secuestraron a Kirishima! —gritó el ojioro totalmente aterrado.

—¿Qué...? —el peliverde se sentó y miró desorientado a ambos ladrones—. ¿Kirishima-san fue secuestrado...?

Katsuki miró enojado a su amigo al haber revelado tal información de aquella tosca manera, pero bueno, ya no podía devolver el tiempo, por lo que solamente le acarició sutilmente la cabeza al ojiesmeralda para tratar de relajarlo.

—Los guardias nos pidieron ayuda, así que es un asunto grave —mencionó la pelipúrpura entregándole al ojirubí el cartel—. Dijeron que te entregáramos eso y que rogaban tu cooperación.

El rubio leyó con atención cada letra, sobra decir que los ojos curiosos y preocupados del peliverde bailaban sobre la hoja; y en cuanto finalizó la lectura, Katsuki suspiró frustrado y se frotó el puente de la nariz.

—¿Qué demonios es esto? Yo no tengo nada que ver con esta mierda —se quejó Bakugou sin entender del todo de qué "paquete" le hablaban.

—E-Esa letra es de Tomura-san... —añadió Izuku totalmente sorprendido.

El ladrón en jefe giró a ver al pecoso y ahí los cables se conectaron fácilmente, si aquella letra en el cartel era de ese hombre, el "paquete", obviamente, era Izuku, y sin duda alguna, ese sujeto sí que estaba bien informado sobre lo que pasaba con su "hijastro".

[...]

—¿Tú crees que sí venga? —inquirió Dabi a Tomura mientras suspiraba poniéndose su pantalón.

—Lo hará, y hay que estar listos —aseguró el peliazulclaro sonriendo mientras se rascaba una de las marcas que el azabache le había dejado en el hombro—. Y debemos tener cuidado con él.

—No solo con él, también con Kirishima —anexó el ojizafiro—. Hay que mantenerlo vigilado, porque si llega a desatarse y cuenta todo, yo seré quien pierda más.

—Claro, un rango y una prometida son muchas cosas —rodó los ojos.

—Los celos no te quedan —se mofó el más alto.

[...]

Parece que no hay opción —opinó Jirou; los ladrones y el pecoso la miraron—. Creo que debemos ir y arreglar esto.

—¿Debemos? —cuestionó Katsuki enarcando una ceja.

—Sí, debemos —afirmó la chica—. Kaminari está preocupado por Kirishima, yo no voy a dejarlos solos, tú estás obligado a ir e Izuku es el paquete, ¿no es así?

Una media sonrisa surcó los labios del ojirubí al comprobar, una vez más, que aquella ladrona que tenía por amiga era sumamente inteligente y muy buena conectando puntos; luego, inquieto, observó a Deku, el cual no había pronunciado palabra y se mantenía circunspecto con respecto al tema.

—¿Tú qué tanto piensas? —susurró el rubio al oído del pecoso; el más bajo dios un respingo y lo miró con pena.

—Estás en problemas por mi culpa... —sinceró el ojiesmeralda—. Y ahora otra persona está involucrada también...

—Lo resolveremos, ¿sí? —intentó consolarle—. Deja portarte como idiota, no va a pasar nada.

Asintiendo algo más tranquilo, Izuku sonrió y abrazó al ojirubí, quien recibió el contacto avergonzándose un poco porque sus dos amigos le estaban mirando, pero al fin y al cabo, gozando de la cercanía.

—Bien, definamos movimientos —anunció Katsuki sentando al pecoso en su regazo; este se sonrojó y evitó mirar a los otros ladrones—. Hoy en la noche iremos al claro de bosque, ustedes dos estarán como refuerzos en caso de que algo salga mal —avisó—. Deku y yo entraremos a la torre y veremos qué pasa dentro.

—Entendido —dijeron a la vez ambos ladrones.

—Saldremos a las dos de la madrugada, a esa hora la luna está en lo alto y la noche no se hará tan oscura —aclaró el ojirubí.

[...]

Pasar la tarde en medio de la incertidumbre y preparativos para asaltar la torre que antes fue su hogar, definitivamente, nunca estuvo en los planes de Izuku; jamás se imaginó que un viaje rápido a ver las linternas con las que tanto se emocionó y obsesionó iba a acabar en un secuestro de una persona que quiso ayudarle.

Ahora también, ¿cómo estaba el asunto de que era el príncipe perdido? Claramente, esa mención que Kirishima había hecho aún no se la sacaba de la cabeza, pero habían asuntos más importantes a tratar; sin embargo, no podía evitar poner una expresión seria cada que le daba vueltas al asunto, y tampoco se sentía cómodo con revelarle su preocupación a Kacchan, dado que la última vez, básicamente lo había abandonado.

—¿En qué tanto piensas? —gruñó Katsuki cerca suyo; Izuku soltó un mini grito por la sorpresa y miró inflando las mejillas al rubio—. ¿Qué?

—Kacchan... —suspiró—. H-He pensado que, después de que salvemos a Kirishima-san, ¿qué va a suceder?

—¿Qué quieres que suceda?

—Q-Quiero quedarme contigo... —sinceró sonrojándose—. P-Pero aún tengo esa duda...

—¿De nuevo con eso? —rodó los ojos el ladrón.

—Sí, de nuevo —se quejó el pecoso—.  Desde que Kirishima-san lo mencionó, no paro de pensarlo y creo que tiene lógica...

—¿Y si es verdad? —interrogó Bakugou—. ¿Qué planeas hacer si realmente eres el príncipe ese?

—No lo sé... —suspiró—. Me gustaría conocer a mis verdaderos padres, pero si me reconocen como su hijo, tendré que reinar luego y me separaría de ti y yo no...

—Hey —interrupió el más alto agarrando de las mejillas al pecoso; Izuku le miró contrariado—. Si eres el príncipe, ¿qué quieres que haga yo?

—Q-Quiero que estés conmigo... —sollozó con atisbos de lágrimas en los ojos.

—Entonces estaré contigo, Deku.

El aludido asintió dejando que sus lágrimas bajaran por sus mejillas y mojaran las manos del rubio, el cual sonrió enternecido ante el gesto y juntó sus labios con los del más bajo en un ósculo suave y lleno de sentimientos que se expresaban con cada leve movimiento de sus bocas; no fueron necesarias más palabras para que ambos se sintieran seguros de lo que sentían, quizás había mucho que decir y no sabían como, pero eso ya no importaba, al menos no en ese preciso momento.

Porque cuando uno ama de verdad, las palabras faltan y los sentimientos sobran.

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Espero les haya gustado el Katsuki todo tierno :'3

Bye!

Desenredados [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora