Maratón 5/5
Matteo llegó al lugar acordado y después de varios minutos José apareció en su viejo carro acompañado por dos de sus hombres.
― Matteo Bálsano, un gusto verte muchacho ― saludo José o "el Don" como todos le dicen.
― ¿Qué hay Don? Aquí estoy ¿Qué es lo que hay que hacer?
― Tienes que hacer una entrega, será poco, solo 4 kilos, pero es la mejor mercancía y es para un cliente muy exigente, si todo sale bien, estarás fuera como habíamos acordado.
― ¿Y si no, que harán? ― quiso saber Matteo muy preocupado.
― No sé, de igual forma en una semana te llamo para informarte, ¿Te parece?
Matteo solo asintió como respuesta, los hombres del Don le pasaron dos paquetes, los guardó en la moto y salió a toda prisa, todo debía salir bien, estaba asustado, sentía la adrenalina por todo su cuerpo. Luego de 10 minutos de camino al fin llegó a la bodega donde lo estaban esperando unos hombres armados, bajó de la moto, tomó los dos paquetes y se acercó a ellos.
― Me mando el Don ― dijo con voz firme, no podía demostrar lo nervioso que estaba sintiendo.
Lo hicieron pasar y allí estaba el hombre al que le haría la entrega, un tipo alto, cabello castaño y de ojos marrones lo esperaba.
― Vaya, Vaya... Así que tú eres Matteo Bálsano... Ya veo por qué el Don no quiere perderte ― habló el hombre con un tono burlón.
― Esto lo mandó el Don ― Matteo dejó en la mesa.
― Debes entregarle esto ― el hombre le entregó a Matteo otro sobre ― tómalo, es el pago por esto que me esta mandando, solo dile, que la trate bien, que es mi sobrina.
Matteo tomó el sobre y sin decir más salió de aquel lugar, durante el viaje de regreso sintió demasiada curiosidad por abrir ese sobre, sin embargo no lo hizo, quería que todo saliera perfecto así que llegó a donde sabía que el Don estaría y le entregó el sobre.
― Aquí tienes Don, dijo que la trataras bien que es su sobrina.
Dicho esto se despidió, se subió a su moto y se fue al apartamento, al llegar notó todo tal cual lo había dejado, hasta Nina permanecía en el mismo lugar.
Se acercó hasta ella y la observó por un momento, eran las tres de la mañana y ella aun estaba allí, la tomó en sus brazos y la llevó directo a la habitación, pensó en quitarle esa ropa que traía pero decidió dejarla así, la colocó en su cama y la arropó, se sentó a su lado,
acarició suavemente su mejilla con una sonrisa boba dibujada en su rostro y preguntándose en qué momento esta muchachita había cambiado todo a su alrededor.― Ya estoy libre pequeña, ahora sí seré bueno para ti ― susurró muy cerca de su boca, moría por besarla pero no lo hizo, poco a poco y sin darse cuenta se quedó dormido, allí en su cama, con ella.
Al amanecer Nina sintió calor, los rallos del sol entraban por la enorme ventana de su habitación iluminando y calentado todo a su alrededor, quiso estirarse para terminar de despertarse y fue cuando
se dio cuenta que unos brazos la rodeaban por la cintura, se volteó
lentamente y gritó sorprendida al verlo allí, en su cama.Matteo al escuchar el grito despertó asustado ― ¿Estas bien? ― preguntó preocupado, la castaña no respondió solo se le quedo viendo con asombro.
― Ah ¿Es eso? ― preguntó él comprendiéndolo todo ― tranquila
bonita, llegue a las tres de la mañana y te habías quedado dormida en el mueble de la sala, así que te traje y supongo que, como estaba tan cansado mebquedé dormido aquí sin darme cuenta ― Nina aun no reaccionaba ― No paso nada, solo dormimos y perdón, no volverá a pasar.― ¿Tres de la mañana? ― habló Nina saliendo de su asombro.
― ¿Qué?
― A esa hora llegaste... Tres de la mañana.
― Si... No pongas esa cara... Yo te dije que debía hacer algo.
― Y no podías no se... ¿Tal vez atender a tu noviecita a otra hora? ¿Sabes lo peligroso que es esta ciudad de noche?
― No, bonita yo no...
― No, no sabes, pues es muy pero muy peligrosa, además ni siquiera te fuiste en tu auto.
― ¿Cómo lo sabes?
― Vi que tomaste otras llaves.
― Así que me observas con atención y ¿Ahora me celas?
― No te observo con atención y no, no estoy celosa ¡Por dios, Matteo! puedes revolcarte con quien quieras pero la próxima vez mejor amanece en la cama de la zorra de turno y no vengas tan tarde y mucho menos a intentar cuidarme cuando te vas y me dejas sola a media noche ― Pero ¿Qué estaba diciendo? ― y si me disculpas me voy a dar una larga ducha... ― -Que patética- pensó mientras se dirigía a la puerta del baño, él aun seguía allí observándola como si no creyese todo lo que acababa de soltarle y para terminar de hacer el ridículo terminó diciendo ― Y ¡buenos días!
Matteo quedó perplejo ¿Qué había sido todo esto? ¿Por qué ella reaccionaba así de esa manera? No se imaginaba que todo lo que había hecho era por ella. -Que complicada es- pensó mientras aun sin poder creérselo salía de esa habitación y entraba a la suya. Se dio
una ducha y bajó a la cocina a preparar el desayuno.― Matteo ― llamó Nina algo avergonzada, no sabía por qué había
reaccionado así de esa manera, no había dormido bien. Cuando él se fue ella quedó muy preocupada, no sabe en qué momento se quedó dormida en aquel mueble y de pronto amanece en su cama con él abrazándola, se molestó mucho, ¿Cómo se atrevía a abrazarla
después de andar con alguna zorra? porque seguro eso era lo que hacia a esa hora fuera de casa ¿Verdad?― Dime ― contestó el algo serio, la verdad es que estaba serio de mentira, toda esta situación le estaba gustando mucho.
― Disculpa por lo que te dije hace rato, es que anoche me preocupé mucho por ti y...
― Pensaste que andaba con una zorra ― concluyó Matteo la frase que ella no se atrevía a terminar.
― Si... Bueno no... Tú eres libre de hacer lo que quieras, es que... ―
suspiró vencida y se acercó a él ― todo este tiempo que viví en la calle, vi cosas horribles y me preocupé por ti. No sabía donde andabas y las horas pasaban... pero disculpa no me meteré en tu vida, a la final tu solo me estas ayudando y te lo agradezco. Algún día cuando pueda irme de aquí y recuperar mi vida te devolveré hasta el último centavo que me has dado.-¿Qué? ¿Pensaba irse? ¿A donde?- Pensó Matteo, o sea que se iría después de todo lo que han hecho por ella, ¿Pensaba dejarlo?
― Tienes razón, no volverá a pasar lo de anoche ― contestó molesto. Se iba a ir, entonces nada tenía valor. Tal vez se equivocó al pensar que ella sí se quedaría con él a pesar del desastre que era su vida.
― No, no tienes que dejar de hacer lo que haces por lo que te dije, yo no soy nadie en tu vida para pretender cambiarla ― ¿No era nadie para él? Entonces ¿Qué era esa conexión que sentían? Porque estaba segura que él también la sentía y esas miradas ¿Tampoco eran nada? ¡Dios, se iba a volver loca! ― y la verdad es que, no quiero cambiarte nada.
Ante esta confesión él volteó quedando frente a ella, solo existía una mínima distancia entre ellos, se miraron detenidamente a los ojos, no se dijeron nada con palabras pero sus miradas gritaban lo que en sus corazones ya comenzaba a formarse y es que era algo inevitable, se gustaban, no podían negarlo, la química que había entre ellos era demasiado fuerte e intensa.
Nina fue la primera en desviar la mirada, sentía fuego dentro de ella, al verlo a los ojos era como si sus almas quedaran expuestas y nada pudieran ocultar, era extraño para ella sentirse así.
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EL DESTINO 💚MATTINA💚
FanfictionElla busca seguridad, compañía y estabilidad. Él necesita solucionar sus problemas y demostrarse a sí mismo y a su familia que es capaz de llevar bien el pequeño negocio y los estudios. Ninguno de los dos se estaba buscando, sin embargo la vida acer...