⭐EPÍLOGO ⭐

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REFLEXIÓN FINAL

La avaricia, proviene del latín “avarus”, que significa “codicioso”, es el deseo y ansia excesiva por obtener riqueza.

La especial maldad de este pecado, consiste en la búsqueda continua de obtener propiedades, dinero y demás, con el único objetivo de vivir por y para eso.

Es conocido como un pecado capital, ya que por medio de dicho enriquecimiento se cometen otros muchos pecados, y en algunos casos, mucha gente lo “esconde” atribuyendo dicha avaricia a una búsqueda de un ahorro para el futuro. Este pecado capital consiste en
tener una fuerte ambición por lograr la posesión de cosas materiales.

Somos personas avaras, cuando lo único que queremos es obtener bienes materiales, y no importa lo que hagamos para conseguirlos.

No hay que confundir la avaricia con el deseo de superarse económicamente a uno mismo por medio del trabajo honrado, lo que sería correcto. El problema recae cuando únicamente se piensa en obtener más, en lugar de concentrarse en ser mejor persona con el prójimo.

Esto fue lo que le sucedió al villano de esta historia, dejó que la avaricia se adueñara de todo su ser encegueciendo su corazón por completo. Cuando cometió aquellos crímenes donde murieron su hermano, su cuñada y su sobrino, pensó que estaba haciendo lo
correcto pues consideraba que su hermano no era merecedor de tantos bienes, allí la avaricia se unió con la envidia y esa combinación fue mortal para todos los que lo rodeaban.

Desde pequeño Ismael creció bajo la sombra de su hermano, siempre se sintió menos importante y eso lo llevo a sentir una gran envidia deseando todo lo que su hermano tenía, ignorando asi que lo que en realidad estaba demandando no eran cosas materiales sino el amor y
la atención que pensaba nunca obtendría. Después de la muerte de
sus padres y por ser menor de edad toda la herencia la manejó su hermano mayor Gabriel, dejándolo en un segundo plano.

Tal vez Ismael no fue el único que se dejo llevar por el amor al dinero pues Gabriel dejó de ser el hermano preocupado y atento que siempre era, y es que tomar la responsabilidad de la familia y los negocios a los dieciocho años de edad no era nada fácil, sin embargo cuando conoció a Emily todo cambió, ella le enseñó lo que era
verdaderamente importante y aunque siempre fue una mujer preocupada por el qué dirán también se preocupaba por su familia.

Para cuando nacieron sus dos hijos ya Gabriel era otro hombre aunque en el fondo de su corazón siempre fueron más importante los negocios que la familia.

Ismael poco a poco se ganó la confianza de Gabriel y se había convertido en su mano derecha pero no le bastó con eso, quería más y fue entonces cuando planificó matar a su hermano junto a su
familia y quedar él como el único heredero, pero no contaba con que
su sobrina no estaría en la casa o al menos eso pensaba. Cuando se
descubrió que Nina se había escapado comenzó a buscarla y cuando por fin la encontró no dudó en atraparla.

Todo había salido según lo planificado y el día que por fin sería el dueño de todo ocurrió lo inesperado y todo se acabó.

Ahora unos meses después, encerrado en aquel calabozo donde pasaría los próximos 30 años de su vida fue cuando por fin se dio cuenta del daño que había hecho, pero ya era demasiado tarde y
aunque quisiera ya no tenia oportunidad para devolver el tiempo y deshacer todo el mal que le había causado a la única familia que le quedaba.

Ya habían pasado seis meses y el único camino de redención que encontró en aquel lugar fue hablarle a los nuevos reclusos de lo importante que era mantener una buena relación familiar, les hablaba desde su experiencia explicándoles como la avaricia y la envidia no lo habían dejado vivir y lamentablemente se había dado cuenta
demasiado tarde. Siempre recibía mucha atención al dar sus charlas y
eso le hacia sentir un poco de paz, la suficiente para dormir unas pocas horas cada noche y eso le hacia sentir agradecido porque aún podía hacer algo para calmar su conciencia.

“El amor al dinero es el principio de todos los males” no dejemos que la avaricia, la envidia o cualquier otro de los llamados “pecados capitales” nos sieguen de tal manera que atentemos contra la integridad física, psicológica o espiritual de nuestra familia y amigos, no es lo material lo mas importante pues nada de eso se va con nosotros después de la muerte, lo único que nos queda es el amor que hemos dado y recibido, nada más importa, nada tiene más
valor.

Nuestro destino siempre será ser felices, lo que suceda en el camino que llamamos vida es responsabilidad de nosotros mismos porque aunque muchas veces vivir no es cosa fácil, siempre tendremos opciones, tomar las mejores decisiones es lo que nos llevara a la verdadera felicidad, que siempre esta esperando ser arrebatada por
valientes.

Entonces dime ¿Te perderás en el camino o pelearás por tu destino?

EL DESTINO 💚MATTINA💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora