💕REALIDADES💕

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La castaña tardó un poco en dormirse, ahí entre sus brazos se sentía protegida pero su mente en ese momento era un campo de batalla.

Las imágenes del peor día de su vida se reproducían en su cabeza como si de una película se tratase, quería olvidar, escapar pero ¿Cómo se escapaba de su propia mente?

Había logrado distraerse por un tiempo pero las preguntas de Meli le hicieron recordar todo aquello. Antes, cuando se sentía así con salir a caminar por unas horas le bastaba para calmarse pero esta vez no funcionó y es que no sólo eran sus recuerdos que volvían, también
era esa extraña sensación que se le había instalado en su pecho y que ya no podía disimular, sentía como un extraño presentimiento, un susto entre sus huesos, como si algo estuviera a punto de suceder y sentía que debía estar preparada.

Todos los problemas que tenía era por culpa del maldito dinero y no porque no tuviera sino al contrario su familia era muy adinerada, era la heredera de una de las empresas más importantes en Buenos Aires y en el interior de Argentina, pero como siempre la avaricia lo destruyó todo arrasando así con la vida de las personas más importantes que tenía; sus padres y su hermano mayor.

Era feliz, lo tenía todo y aunque estudiaba administración -por petición de su padre- lo de ella siempre fueron las artes, le encantaba la fotografía esa era su pasión. La pintura no se le daba tan mal y de vez en cuando escribía alguna que otra cosita que luego compartía en algunas redes sociales, tenía todo lo que pudiera desear y de un momento a otro había quedado sin nada.

Despertó con un fuerte dolor de cabeza, todo en su habitación era todavía oscuro, se fijó en el teléfono para ver la hora y se sorprendió al ver que eran las diez de la mañana, se giró esperando verlo a su lado pero no estaba, sobre la almohada había una nota.

Nina tuve que ir a la universidad, te dejé desayuno hecho, regresaré pronto. Besos, Matteo.

No pudo evitar sonreír como boba al leer la nota ¿En qué momento se había despertado y escrito eso? No había corrido las cortinas para que la luz del sol no la despertara y la rosa que le dejó en la mesita de noche junto a su cama la hizo sonreír aún más, rápidamente se dio una ducha fría, bajó a la cocina y tras buscar su desayuno en el microondas y sentarse en la mesa para engullirlo le envió un mensaje de texto en agradecimiento.

N: Gracias por el desayuno, estaba delicioso ¿A qué hora vienes? Voy preparando almuerzo.

M: Salimos para allá en un momento. Voy con mi amigo Gastón para que al fin se conozcan.

Revisó toda la cocina buscando los ingredientes que necesitaba para
preparar un delicioso pasticho, no era gran cosa pero era lo mejor que podía hacer y sin pensarlo más comenzó a cocinar, tardó poco más de media hora para meter todo en el horno, aprovechó ese tiempo para cambiarse de ropa y estar algo presentable, preparar una
ensalada y poner la mesa, todo estaba perfecto, sólo faltaba Matteo y su amigo que ya no tardaban en llegar.

Escuchó la puerta abrirse y la voz de Matteo que hablaba con otro chico, salió de la cocina algo avergonzada y curiosa, quería conocer al mejor amigo del chico del que se estaba enamorando.

― Hola bonita ― saludó Matteo acercándose a ella y depositando un
beso en su frente.

― Hola ― alcanzó a decir sonrojándose un poco.

― El es Gastón, mi mejor amigo ― señalo a un chico alto de cabello negro y ojos marrones ― y Gastón ella es Nina.

― Hola Nina es un verdadero placer conocerte, al fin ― saludó Gastón muy amablemente ― Eres mucho mas linda de lo que este loco dijo.

― Hola, también es un placer conocerte. Matteo me ha hablado mucho de ti.

― Bueno espero que le hayas contado solo lo bueno.

― Si, por eso fue que no le hablé mucho sobre ti ― comentó Matteo jugándose con su amigo.

― Pueden pasar a la mesa, ya la comida esta lista ― habló Nina a los chicos que, para ese entonces ya estaban sentados en la sala conversando.

Todos se sentaron alrededor del comedor, todo se veía perfecto, Nina sirvió las porciones en cada plato, en el medio de la mesa había pan tostado y ensalada césar, Matteo sirvió en los vasos el agua de limón que Nina había preparado, Gastón solo los observaba, se daba cuenta que entre ellos había mucho más de lo que su amigo le había contado, notó que eran capaces de comunicarse con sólo mirarse.

― Esto esta riquísimo, amigo tienes que invitarme a comer mas seguido.

― Gracias, supongo que puedes venir cuando quieras, esta es la casa
de tu mejor amigo ― comentó Nina.

― Te diría que si pero si sigues hablándole así a Nina me aseguraré
de que no vengas más ― expresó Matteo a modo de juego.

― La comida estuvo deliciosa ─ agradeció tomándole de la mano
que tenía sobre la mesa ─ pero para la próxima cocinamos nosotros.

Nina solo asintió en respuesta, de inmediato se levantó de la mesa y
comenzó a levantar los platos, los chicos la ayudaron a asear todo y entre bromas y risas se les fue la tarde, ya cerca de las cinco Gastón se despidió, dejándolos solos.

EL DESTINO 💚MATTINA💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora