💞CAOS💞

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Llegaron al banco, Simón estacionó la camioneta en el lugar más solo y retirado que vio en el estacionamiento, se bajaron todos y Alexis tomó por el brazo a Nina y comenzaron a caminar a la entrada del banco sin prestarle demasiada atención al carro que
escandalosamente se estacionaba muy cerca de donde ellos pasaban.

Entraron al lugar caminando directamente a la oficina del gerente,
donde la secretaria los hace sentarse a esperar su turno de atención, Simón se queda vigilando a todos los que están cerca y Alexis tomó asiento justo al lado de Nina.

― ¡ESTO ES UN ATRACO TODO EL MUNDO AL SUELO! ― grita un encapuchado que entra apuntando a todos con un arma.

Se escuchan gritos y llantos de los nerviosos usuarios, Alexis se distrae y en ese momento Nina se suelta de él y corre a la salida.

― ¡Mátala antes que se escape! ─ grita Ismael desesperado.

Alexis sin pensarlo demasiado apunta hacia Nina dispuesto a dispararle, ella se voltea al escuchar la orden que dio su tío, ve a Alexis y escuchó el disparo que estaba segura venia hacia ella cerró
sus ojos y sintió que un fuerte peso caía sobre su cuerpo tirándola al suelo, sintió el fuerte golpe en su cabeza al caer y el peso se instalo en su pecho y estomago. Aturdida y mareada pensó que moría
cuando unos fuertes brazos se aferraron a su alrededor y abriendo los ojos se dio cuenta que no era ella quien moría.

Simón la miraba sonriendo, sintió un líquido tibio entre ellos y al bajar la mirada entre sus cuerpos vio como la sangre de su mejor amigo manchaba su ropa. No le importo los disparos que seguían escuchándose eventualmente, ni los gritos de las personas que
intentaban refugiarse de las balas, no se acordaba ni por qué estaba allí, solo sabía que su amigo estaba muriendo. Una vez más ese maldito hombre le quitaba alguien importante, giró sobre su cuerpo dejando a su mejor amigo en el suelo por debajo de ella.

― Simón por favor, resiste ― suplicaba mientras le tomaba la cabeza y la posaba sobre sus piernas. Levantó su mirada y reconoció a Gastón que se había quitado la capucha y estaba apuntando a Alexis que estaba arrodillado en el piso.

Los agentes de seguridad del banco al parecer estaban al tanto de la situación porque estaban esposando a su tío ¿cómo podía todo seguir su curso normal, acaso no notaban que su amigo, su hermano estaba muriendo?

― Hermanita ― le llamó Simón con un susurro a penas audible pero que logro sacarla de sus pensamientos ― ya todo pasó, vas a estar bien.

― Tú también vas a estar bien Simón.

― No puedo, estoy muy cansado y quiero dormir.

― No Simón por favor, no te duermas.

―Es demasiado tarde bonita, se feliz, tienes que ser feliz.

― ¡NO! ¡Abre los ojos! ¿Simón? ― dio unos pequeños toques en sus mejillas ― Abre los ojos por favor, no me dejes.

Todo pasó en fracciones de segundos, tirada en el piso con la cabeza de su moribundo amigo sobre sus piernas observa todo y no sabía bien lo que acaba de ocurrir, todo pasó frente a sus ojos, había gente corriendo, algunos se abrazaban y lloraban por lo que habían
presenciado, Gastón le hacia señas a alguien detrás de ella. Sintió unos
fuertes brazos que la intentaban separar de su amigo, levantando sus ojos vio que era él, Matteo.

─ Nina por favor, solo…

─ ¡NO! ─ gritó desesperada queriendo quedarse con su amigo ─ él va a estar bien, llevémoslo a un hospital, Martin, ¡Tenemos que hacer algo!

Matteo no se movió de su lugar, Simón se había ido, ya no había nada que hacer

─ Lo siento Nina, ya no se puede hacer nada.

No hicieron falta más palabras, ella lo había entendido ¿Cómo pudo todo terminar así? No quería que ninguno de los suyos muriera y menos en manos de ese ser asqueroso que se hacía llamar su tío. Se quedó allí acariciando el rostro de su amigo hasta que tuvo que
quitarse para que los forenses retiraran el cuerpo.

No supo el momento exacto en que llegó a la casa, ni qué había pasado con su tío y es que ni sabía cuanto tiempo había transcurrido, sentía mucho dolor en su corazón, eran cuatro las personas que la vida le había arrebatado de su lado, nunca olvidaría los ojos de sus
padres ni los de su hermano mientras morían pero Simón, esa mirada llena de amor y esa hermosa sonrisa dibujada en su rostro mientras moría jamás la borraría de su memoria.

Se sentía aún más culpable al saber que no pudo honrar su muerte como debía, pues al no ser familiar no pudo reclamar su cuerpo en la morgue, Simón seria sepultado en una fosa común si ningún familiar reclamaba su cuerpo, su único familiar era ella ¡Por Dios! nadie iría,
a nadie le importaba.

Luego de unos días entendió que su familia murió sin tener como escapar de ello, simplemente ese era su destino, no había escapatoria, en cambio Simón, él pudo escapar, pudo defenderla de otra manera sin embargo eso fue lo que él decidió, prometió que la protegería con su vida y así hizo, Ismael no lo había matado, Simón se había entregado,
se había puesto la línea de fuego consiente de lo que hacía y esa era
la mayor muestra de amor que alguien podía darle, entregar su vida para salvarla a ella, él no debía morir, no así.

Matteo no sabía que hacer para sacar a Nina de ese mundo donde se
encontraba, si todo seguía así definitivamente iba a buscar ayuda
profesional, Meli había estado cada segundo cuidándola, los muchachos se las arreglaban solos en el negocio, él tenía tantas cosas en su cabeza que sentía se volvería loco en cualquier momento.

Gastón se encargó de todo lo concerniente a Ismael, ese asqueroso
debía pagar por todo el daño que le había hecho a Nina.

EL DESTINO 💚MATTINA💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora