Capítulo 20

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Capítulo 20

Pov Lucy

Abro los ojos con lentitud...miro a mi alrededor, tratando de encontrar a la bruja, pero no la veo, en cambio veo a Edmund mirándome sorprendido, esperando alguna clase de reacción de mi parte.

- Hola Edmund... - Me limito a decirle con una sonrisa sincera.

- Lucy... ¿Eres tú?... ¿Eres realmente tú?... – Me pregunta con la esperanza de que asi fuera.

- Esa luna llena...era la más hermosa que nunca antes haya visto... - Lagrimas comenzaron a salir de sus ojos, pues sabía que estaba de vuelta.

Salgo del circulo ahora roto, para ir con Edmund y abrazarlo, me aferro a él como si no lo hubiera hecho en años, lágrimas de igual manera caían de mis ojos, sin importar nada, de igual forma que yo, el me correspondía el abrazo, no usando toda su fuerza, pero siendo lo suficiente para sentir su calidez y consuelo de tenerme de vuelta.

Paso un poco de tiempo, antes de que finalmente pudiéramos deshacer el abrazo para luego tranquilizarnos.

- No sabes cuánto he extrañado el abrazarte de nuevo

- No más que yo, el tan solo pensar que la abrazaba a ella en lugar de ti, me resulta indignante, no puedo imaginar que tan doloroso fue para ti el verla actuar como tu

- Pero lo importante es que ya no esta

- ¿Segura?

- Si estoy segura

- ¿Ya no la puedes ver?

Miro a mi alrededor tratando de buscarla nuevamente, resultando en nada, no estaba, pero eso no era lo que me preocupaba ahora, sino lo que me ha dicho antes de desaparecer, el que no la vea ahora, tal vez signifique que tenga razón, quisiera comprobar eso, pero no puedo en estos momentos.

- No, ya no la puedo ver – Le digo sonriendo con felicidad

- Me alegra tanto – Dice volviéndome a abrazar – No me vuelvas a asustar de esa manera.

- Lo siento, ya no volverá a suceder – Eso espero

- Bien, una vez ya resuelto esto, hay que volver a Cair Paravel, seguramente Susan debe de estar histérica – Ambos reímos por el comentario.

- Si, volvamos a casa

Salimos finalmente de este castillo de hielo, al momento de salir para tomar nuestros caballos, cuando ya estábamos a una distancia considerable, un gran estruendo se escuchó provenir del castillo, ambos volteamos para ver que sucedía o que provocaba ese estruendo, solo para ver, como el castillo de hielo perteneciente a la que alguna vez gobernó Narnia con tristeza y sufrimiento, se desmoronaba, se derrumbaba.

Ese castillo que alguna vez me hizo pensar que era magnifico e impresionante en mi niñez, ahora se derrumbaba, como si hubiera esperando el momento en que la bruja ya no estuviera en este bello y magnifico mundo, para finalmente desaparecer.

Sin embargo, había algo que hacía que no pudiera apartar mi mirada del castillo y de la poca nieve que le rodeaba, eso era que con cada trozo de hielo que caía al suelo, este se convertía en piedra, enormes trozos de piedra ahora yacían donde alguna vez estuvo un castillo, por un momento creí haber visto una luz salir entre los ahora escombros.

Miré a Edmund, este no parecía más sorprendido que yo, estábamos igual, no entendíamos el por qué se derrumbó el castillo si estaba en perfecto estado, pero en su mirada finalmente vi satisfacción y algo de nostalgia, seguramente por todo lo que le ha pasado ahí.

Las Crónicas de Narnia: El tormento de la reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora