Capítulo 1

1K 60 16
                                    

Levantándome de mi cama, fue que me dirigí a mi armario, buscando un vestido que ponerme para el desayuno, al final solo había tres vestidos, el primero es rojo con detalles dorados siendo lo suficientemente largo para llegar hasta mis talones, el segundo es igual de largo, siendo verde con detalles plateados, el tercero es azul con detalles blancos, los tres son muy bellos, no puedo decidirme por uno, pero no quiero escoger el azul porque ya lo he usado en la semana,  recordando que la bruja todavía estaba en mi habitación, fue que me volteé, dirigiéndome hacia ella.

- Oye, ¿Cuál crees que sea un buen vestido? ¿El verde o el rojo?

- Ninguno de los dos, deberías escoger el azul con detalles blancos

- Vamos, siempre dices lo mismo, ¿Qué acaso no te vestías con otros vestidos que no sean azules o blancos?

- Claro que no, si así fuera, ¿Como me reconocerían como la bruja blanca?

- Crei que te reconocian por la nieve

- Además, por mis vestidos largos, blancos como la nieve con tonos azules como el hielo.

- ¿Nunca quisiste utilizar otros colores?

- Claro que no, el blanco hace resaltar mi piel

- Es decir, palidece tu piel

- Oye, no me insultes de esa manera, aun estoy aqui ayudándote a escoger un insignificante vestido, cuando sabes muy bien que pude haberme ido a buscar a tus hermanos para burlarme de ellos.

- Ni siquiera me estas ayudando y se que no te irias.

- Claro que sí, te digo que vestido escoger y tienes razón, no me iria.

- Gracias por no irte a molestar a mis hermanos.

- No me agradescas niña, solo digo que, no es divertido burlarme de alguien que no puede verme, no podria ver su cara de molestia como lo haces tú.

Suspiro rendida, realmente no tiene nada mas que hacer además de molestarme.

- Como sea, volviendo a lo del vestido, solo me dices que use el azul y nunca te haría caso

- Entonces ¿Por qué pides mi consejo?

- Simplemente quería saber tu opinión

- Me da igual, usa el verde, el rojo no te queda

- Gracias

Después de nuestra pequeña charla, me dirigí a la habitación contigua, donde tomé un baño largo y relajante, además que me ayuda a despertar.

Poco tiempo después de ser traicionada por mis propios hermanos, la bruja y yo estuvimos conversando un poco más, tanto así que siempre que me sentía sola, suelo hablar con ella, es extraño, es como si fuera una especie de amiga cuando no es así, siempre que hablamos siempre me trata de esa manera, fría, distante, pero creo que en el fondo le preocupo, aunque aun así sigue tratando de convencerme de que vaya a su castillo no sé por qué.

Ahora dirigiéndome al comedor, fue que vi a la bruja seguirme, claro, siempre me sigue a todas partes, según ella es para burlarse de mí y de mis tonterías, dice que le suelo divertir mucho con mis débiles intentos de lograr algo, es la desventaja de ser la unica que puede verla.

Entrando al comedor, fue que vi a mis hermanos esperándome.

- Buenos días – salude

- Buenos días, Lu – Me respondió Peter con una sonrisa.

- Llegas tarde – Me dijo Edmund mientras me sentaba en frente de él.

- Claro que no llego tarde, llego a la misma hora de siempre

Las Crónicas de Narnia: El tormento de la reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora