Capítulo 5

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Pov Lucy

Aun continuo caminando en el bosque, llevo tres días en este, me he alejado de las tropas que mis propios hermanos han enviado en mi búsqueda, aunque no es mucho, la bruja dice que se acercan cada vez más, debo de encontrar un refugio temporal mientras las tropas continúan en su búsqueda, por lo menos hasta que se aparten del bosque, hay veces que los extraño, mentira, los extraño todo el tiempo, hay veces que quisiera dar la vuelta y volver, pero sé que es algo imposible, tal vez si regreso en este día, sean capaces de perdonarme, pero no puedo.

- Vamos niña camina más rápido

- Ya voy – Digo apresurándome

- Necesitas encontrar un refugio, la noche está empezando a caer y es peligroso que te encuentres en el bosque todavía

- ¿Cuánto falta para que salga del bosque?

- Seguramente para mañana por la tarde ya estés fuera

- Me alegra

- Pues no lo hagas, recuerda que hemos tomado el camino largo para evitar que seas detectada fácilmente

- No me lo recuerdes

- Pues tengo que hacerlo, anda ve busca tu refugio

- ¿No me vas a ayudar?

- Claro que no, ya hago bastante al guiarte

- Está bien

Continúo buscando por lo menos una cueva, cuando me detengo abruptamente.

- ¿Ahora qué?, ¿Por qué te detienes?

- Escuchas eso

- ¿Escuchar qué?

- Presta atención

En eso me concentro en el sonido, las hojas de los arboles revoloteando con el pasar del viento, los pájaros cantando una bella canción a la lejanía, en eso lo escucho nuevamente, un grito de ayuda.

Corro inmediatamente al sitio del origen del grito, la bruja me grita ahora en la lejanía, al correr me tropiezo con varias ramas que no me dejan avanzar lo suficiente, pero eso no me importa y continúo corriendo, en eso me caigo, un sonido sordo logro escuchar en mi caída, trato de levantarme, pero nuevamente caigo en el suelo al sentir una punzada de dolor en mi pierna derecha, me reviso la pierna solo para notar que está sangrando mi tobillo.

- ¡Auxilio!, ¡Ayuda! – Nuevamente escucho, esta vez con más claridad, parece la voz de un niño.

Sin importar el dolor que mi pierna me proporciona, me levanto nuevamente para tratar de correr, con dificultad y dolor llego a mi destino solo para ver a un niño rubio siendo perseguido por un señor que le gritaba.

- ¡Detente! – gritaba el hombre tratando de alcanzarlo, el niño tropieza, cayendo de bruces en el suelo, al intentar levantarse es demasiado tarde, el hombre lo ha atrapado, sujetándolo por el brazo con demasiada fuerza fue que comenzó a caminar con este.

En su mirada se notaba lo asustado que se encontraba al ser atrapado, en eso el niño me ve y su mirada me dice que le ayude.

- ¡Inútil mocoso como te atreves a robarme! – Le gritaba al niño más que molesto, asustando cada vez más al niño.

- L-Lo siento... - Alcanzaba a articular el niño con lágrimas en los ojos

- - ¡¿Crees que con una disculpa será más que suficiente por haberme robado?¡, ¡Ahora que te he atrapado no hay duda de que serás azotado por tu acto!

Las Crónicas de Narnia: El tormento de la reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora