En la escondida cabaña del bosque, que está afuera de la ciudad, en una de las cuatro habitaciones, descansaba Brooklyn, pero a decir verdad, descansar es lo que menos esta haciendo.
Esta inconciente, si, Jack no se podía arriesgar a que conociera la ubicación de aquel lugar, era un secreto, pocas personas lo sabían.
-¿Dónde estoy?.- Brooklyn murmuró cuando se sentaba en el pequeño colchón que estaba en una esquina.
-Esta, hermanita, es la casita.- respondió Jack, que estaba sentado en una silla al otro extremo de la habitación, ella pudo reconocer el nombre, cuando estaba más joven, había escuchado a él decirlo varias veces.
-¿Qué hago aquí?.- se sintió patética preguntando eso, ella sabía perfectamente que hacía ahí.
Su hermanastro por otro lado, sólo río.
-No te podía llevar a la casa, si tu papá te ve, te encerraria y te vendería, como lleva pensando hacer desde que tenías 16 años.
-¿Ahora te tengo que agradecer?.- ironizó, rodando los ojos.
-Deberías.-respondió serio.-si no fuera por mi, no estarías a salvo.
-No actuales como el héroe Jack.-dijo mirándolo fijamente.- tu y yo sabemos que no lo eres, y que tarde o temprano me encontrarán.
Brooklyn hablaba esperanzada, tenía la fé de que alguno de los chicos la encontrara, o ella pudiera salir.
Jack, nuevamente, río, pero esta vez con más fuerza e intensidad, la suficiente como para hacerla dudar.
-¿Enserio crees que te están buscando?.-pregunto después de calmarse.- por favor Brooklyn, no seas estúpida.
-Confió en ellos.-respondió segura.
-Ve las cosas de este modo.-se acercó con la silla.- se supone que James te estaba ''cuidado''.-hizo comillas en la última palabra.- lo que es bastante cómico, ya que el sabia que de mi, por algo somos viejos amigos, además ¿Porque otra razón se acercaría a ti, si no fuera para quererte en su cama?.
El silencio Reino en la habitación.
-Y su hermano, el pequeño Tyler.-siguió hablando.- es un chico bastante inteligente, no puede descuidar sus estudios por buscar a una amiga cualquiera, puede conseguirse a otra mejor y lo sabes.
-No es cierto.- apenas sonó como un susurro.
-Tu primo, Aaron.- la ignoro completamente.-¿Porque te buscaría? ¿Acaso lo hizo antes? No, no lo hizo, por favor, ni siquiera fue al funeral de tu mamá, y si lo preguntas, tu papá me lo dijo, además, si no lo hizo antes, ¿Porque lo haría ahora?.
Brooklyn negó con la cabeza, se negaba a creerle.
-Y tu enamorado, el de los ojos grises, ¿Para qué contarte? Mejor te lo muestro.
Jack salió unos minutos de la habitación, para cuando volvió, traía unos papeles en la mano, cuando se acercó, ella pudo distinguir que eran fotos.
Su hermanastro se las tendió, temblorosa, las recibió.
Eran chicas, todas diferentes, chicas técnicamente perfectas, le sorprendió verlas en la puerta del departamento de Ian, en dos fotos el salía sonriendoles.
-¿Cuánto llevo aquí?.-levanto la mirada.
-Una semana.
Abrió los ojos como platos. Una semana.
Llegó hasta la última foto, en ella, aparecía Jess, enfundada en un ligero y diminuto vestido negro, pero no estaba sola, el chico de los ojos grises, le estaba abriendo la puerta de su departamento con una mano, con la otra, la sujetaba por la cintura.
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Eres Mia #M1 [En Edición]
Teen FictionAaron se va hacia una mesa donde hay tres chicos, unos rubio de ojos cafés, otro pelinegro de ojos azules, y por último, un chico de pelo marrón con ojos grisáceo, el chico con el que choque dos veces. -No lo mires.- Jess interrumpio mis pensamiento...