Mal pronóstico

Capitulo 10

Aparté a Sai como pude y le planté la mano sobre su mejilla derecha. Hizo un movimiento con la mandíbula, como encajándola nuevamente y se palmó la zona que había tocado con tanta ira. Me sonrió, al parecer divertido, por mi reciente gesto.

- Salvaje… me encanta… - rió. Se notaba de a metros que estaba bien borracho.

- ¿Qué mierda te pasa? – le grité. Si bien no estaba sobria, no era estúpida.

- Nada… - soltó como si no pasara nada - … vengo a tomar lo que es mío.

- ¡Pues no veo nada tuyo por aquí! – su comentario me había encendido.

- ¿No? – preguntó curioso, acercándose nuevamente hacia mi.

¡No te acerques! Tengo la mano bien pesada… - le advertí.

- Me sacrifico a probarla de nuevo – rió, sin retroceder ni medio centímetro.

- ¡¿Qué mierda quieres Sai?! – sostuve la mirada, no iba a dejarme intimidar nuevamente por él.

- A ti… te quiero de vuelta – le miré extrañada y mi corazón latió fuerte, muy fuerte.

- Pues yo… - pensé antes de responder - … no soy uno de tus autos guardados que vuelves a tomar en cuanto cuando se acerca la temporada… o te da la gana - mi voz era firme

- ¿Estás segura? - ¿estaba de broma? Mis respuestas parecían no rozarle. Siguió acortando la distancia.

-Aléjate… - advertí titubeante.

Se acercó nuevamente para tomar mis labios, pero la voz de fondo hizo que se detuviera.

- Creo que quedó bien claro que no le gustó eso – dijo Sasuke refiriéndose al beso, supuse.

Sai le miró lleno de ira. De por sí no le agradaba tener que seguir sus órdenes en el hospital y ahora menos le iba a agradar luego de la intervención.

- No es tu asunto… - le dirigió una mirada furibunda al Uchiha.

- En parte lo es… - soltó Sasuke despreocupando bebiendo de su vaso de whisky.

Sai comenzó a arremangarse la camisa, supuse que era su gesto evidente para hacer notar que le quería golpear… que idiota.

- Si quieres lo podemos solucionar así… - le habló Sasuke con total calma – aunque claramente no vas a salir muy beneficiado…

En eso, llegó Karin, bastante más ebria que el resto de los que estábamos allí y tomó a Sai hablándole algo al oído que yo no alcancé ni a escuchar, y lo sacó, no sin antes darle una última mirada a Sasuke, acompañada de una amplia y provocadora sonrisa, para luego desaparecer con Sai quizás hacia donde.

- Eso era totalmente innecesario… - bufé molesta.

- Pues lo de negarte y defenderte sola se te da fatal – nuevamente vi esa sonrisa torcida, tan común en él.

- ¡Idiota! – exclamé.

Caminé de vuelta a la multitud, no tanto porque quisiera, sino más bien porque su compañía y actitud me hacían sentir extraña. Tómenlo como si me pusiera algo nerviosa, porque realmente era lo que me pasaba. Además, odio el papel de damisela en apuros, me parece bastante patético y poco convencional, sobre todo a mi edad. Quizás no soy Mohammed Ali, pero al menos puedo darle un buen golpe a alguien y de paso los tomo por sorpresa, porque me ven flaquita e indefensa.

- ¡Joder! ¡qué mierda…! – exclamé cuando sentí que me tropezaba frente a alguien.

Era Ten Ten, una chica de nuestro curso que me caía en gracia quizás, pero en aquel momento hasta la propia Madre Teresa, me habría cabreado lo suficiente para dejarla sin palabras.