Capitulo 33

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Estoy bien y no me voy a ir a la mierda. Sasuke Uchiha se comportó como un bastardo de lo peor y yo lo voy a superar, cueste lo que me cueste, lo voy a hacer…

La verdad, llevaba repitiéndome esa frase de odio más de lo debido, lo que parecía ser contraproducente respecto al punto al cual quería llegar: olvidarme de él, y a medida que caminaba junto a Ino y la distancia al hospital disminuía con cada paso que daba, más fuerte retumbaba en mi cabeza la oración de auto convencimiento, que más que ayudarme a sentirme un poco relajada, tenía un efecto totalmente contrario.

- Recuerda… frente en alto y si no puedes, siempre hay algo muy interesante en tu ficha o cualquier estúpido papel que traigas a mano que te ayude a desviar la mirada y evitarlo de forma olímpica… - habló mi amiga con determinación.

- Siento naúseas Ino… - susurré apretando mi estómago - …es bien probable que si lo veo de inmediato, el shock sea algo violento… y las alternativas son bastante limitadas ¿sabes? – me reí con nerviosismo - …una es echarme a correr como loquita, la otra es ponerme a llorar desconsoladamente frente a él con mirada patética y la última, pero no menos considerable, es vomitarle en su pulcro delantal el desayuno que prácticamente me obligaste a comer…

- Tenías que comer algo… la mañana es larga y si no te daba desayuno, terminarías llendo a la cafetería y te lo terminabas encontrando de todos modos… - comenzó a hurguetear su bolso - ¿sabes dónde eché las llaves de mi casillero? – me preguntó observándome con preocupación.

Le sonreí y metí mi mano al bolsillo, haciéndole con el llaverito un gesto de que era aldo distraída.

- Y la que se supone andará con la cabeza en la luna… ¡eres tú! – comenzó a reir.

Yo no pude hacer menos que imitar su gesto, aunque por dentro era un desastre. Un total y absoluto desastre.

Bastó que atravesáramos la puerta por donde solíamos ingresar a los vestidores, para que pudiera sentir el bombeo de mi corazón prácticamente en mi oído, y a medida que me colocaba la bata y el delantal, el zumbido se intensificaba a tal punto, que creía que las personas que tenía a mi alrededor eran capaces de oírlo.

- No está bien Ino… - susurré, cuando ya sólo faltaba colocar mi tarjeta sobre el delantal y tomar mi celular - …no me siento…

- Lo sé… - me miró la rubia abrochándose sus tenis - …pero cuando atravieses esa puerta, vas a ser una estatua, una que si bien por dentro está fracturada, por fuera no va a mostrar ni el más mínimo rasguño Saku… tienes que ser una roca, aunque tengas un agujero muy pronfundo ¿sí? – se levantó y me tomó del brazo - …Sasuke Uchiha debe ver a una chica profesional y reparada, no a una que ande dando pena… no quiero eso de ti, ni yo, ni Hinata… y sé que tu tampoco.

Inspiré hondo y profundo, llevando la máxima cantidad de aire que mis pulmones me podían entregar y salí, del brazo de mi amiga, hacia el pasillo, en búsqueda de nuestras fichas y de las tareas que tendríamos el día de hoy.

Al entrar al lugar de la tipa de las fichas, ésta nos sonrió y nos entregó las carpetas, para luego susurrarme con voz animada.

- He escuchado que es bien probable que tengas el puesto vacante… - levanté las cejas, tratando de comprender a lo que se refería - …ya sabes, el puesto por el que me preguntabas anteriormente, el del área administrativa… el señor Sarutobi va a dejar el cargo de director, pero pidió expresamente que te dejaran en…

- ¿Qué? – creí no haber escuchado bien - ¿Sarutobi se irá del hospital?

- Por un tiempo, la verdad, no tengo bien entendido si es por un asunto de un curso que dictará… no entiendo bien…

Mal pronósticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora