Capitulo 12

5.9K 340 74
                                    

Nada. No era más que eso. No había sido más que eso. Tenía que repetírmelo lo suficiente para integrarlo en mis neuronas que tiraban chispas a estas alturas.

Mientras ordenaba mi casillero, trataba de ordenar mis ideas lo suficiente, como para volver a recorrer los pasillos, hacer mis rondas y seguir con todo como si nada. Me quité la blusa y me coloqué en su lugar la parte de arriba de mi traje de clínica. Me quedé viendo fijamente el suelo por unos minutos.

¡Sakura! ¡despabílate! – me auto critiqué.

Saque mis zapatillas y comencé a atar los cordones para hacer el nudo. Mi mente estaba algo en blanco, hasta que sin previo aviso llegaron recuerdos de algo que yo no quería recordar y más bien tenía que olvidar. Realmente había sido una estupidez haber ido a esa fiesta… todo me había salido mal y lo peor de todo es que sabía que iba a tener que seguir escuchando comentarios de la bendita beneficencia, porque era algo así como el tema del momento.

Salí por el pasillo y subí hasta la central de fichas en busca de mucho trabajo que hacer… no quería tener distracciones ese día.

- Hola Shizune… - saludé a la mujer de la central de fichas, que me ofreció una gran sonrisa.

- Hola Sakura – se había aprendido mi nombre fácilmente, no sólo gracias a su buena memoria, sino que además, mi color de pelo era algo único en aquel lugar – necesitas la de….

- Yamamoto Jiraya – sonreí – además necesito unas 10 fichas de ingreso…

- ¿Irás a urgencias? – preguntó con interés.

- Sí – asentí mientras que recibía la ficha de Jiraya. De pronto me vino una duda bastante importante - ¿sabes qué doctor estará a cargo de esa área?

Que no diga Uchiha… que no diga Uchiha…

- Creo que… - miró hacia el techo y apretó los labios – no estoy segura ¿quieres que vea en la planilla?

- Sí… te lo agradecería – puse cara de urgencia. Ella se rió.

- Entiendo… - comenzó a chequear una hoja – hay doctores que causan terror – movió la cabeza – a veces parece que gozaran torturándolos – hizo un gesto de complicidad.

- Sí… es eso – no tenía para que explicarle la razón completa, yo misma me conformaba con esa.

- Bien… - pasó su dedo por la hoja, supuse que buscando – hoy estará Uzumaki y Shirayama.

- ¡Genial! – me entregó las fichas de ingreso - ¡gracias!

Me encaminé con entusiasmo por el pasillo para bajar las escaleras, camino al primer piso. Iba con total emoción, hasta que pude ver una silueta algo conocida acompañada de otra desconocida para mí.

¡Mierda!

Me giré rápidamente y me fui camino al ascensor. Me paré frente a él, apreté el botón del primer piso y sentía el bombeo de mi corazón acelerarse… ¡maldito sistema simpático! Miré los números en la pantallita superior que indicaba el piso. El bendito ascensor estaba detenido a un piso de mi libertad.

Finalmente el pitido hizo presencia, avisando que mi lugar de escape había llegado. Ingresé a toda velocidad, en un ascensor algo copado de gente y me escondí entre la multitud. La puerta se comenzaba a cerrar, acompañada de un suspiro de alivio de mi parte, pero la interposición de una mano evitó esto, permitiendo que Sasuke ingresara al elevador, ahora completamente solo.

¡No! ¡no!

Eran segundos, pero bastó uno para que los recuerdos me atropellaran como un camión de carga. Sasuke, alcohol, más alcohol, camisa, departamento, whisky, agua, cama… beso. Me sonrojé al instante y sentí como mi corazón rostro se aceleraba. Si hubiese tenido un machete me hubiese golpeado a mi misma para sacarme esa estupidez de la cabeza o idealmente provocarme una amnesia.

Mal pronósticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora