Capitulo 11

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Entre los litros de alcohol que circulaban por mi sangre y el estrés de estar en aquel lugar, sentía que mi cabeza iba a reventar. Sasuke era un hombre de pocas palabras y todo lo que obtuve después de preguntarle a que vendríamos a su departamento fue un Hmp… ¡idiota! Hasta un niño de kindergarden podría haberme dado una respuesta más concisa.

El edificio por fuera se veía bastante normal, nada excesivamente lujoso pero sí tenía sus toques personales. El conserje me miró con detención y supuse que mi caminar algo descoordinado no era algo que dejara de ser notorio. Estaba muy ebria.

Buenas noches – saludó el conserje cuando pasamos al ascensor.

Miraba de reojo a Sasuke que se veía sereno y normal. Quizás era inmune al alcohol o algo así. Nos detuvimos en el piso 5 creo, no estaba muy atenta y caminamos por un pasillo. Odiaba tener que caminar, me sentía algo mareada en aquel momento. Al entrar al departamento… que creo que tenía un número 7, pero la verdad me costaba enfocar muy bien, Sasuke se quitó el saco y aflojó bastante su corbata, para desabrochar el primer y segundo botón de su camisa. Nuevamente recordé la escena en la cocina de mi casa. Primer error. Me sonrojé casi automáticamente y él, al girarse, pudo notarlo de inmediato. Hasta un corto de vista habría notado mi cara de tomate, que yo sentía acalorada.

Sasuke se dirigió a una especie de bar que tenía en el living. Ví que sacó una botella de ¿algo? Y se sirvió en un vaso ancho y corto, así que supuse que era whisky. Me afirmé en un sillón y luego me senté. Segundo error. Me incorporé de inmediato rápidamente, para quitarme las enormes nauseas que tenía en ese momento, pero mi equilibrio estaba empeorando exponencialmente. Sentí sus brazos sostenerme e incorporarme, para volverme a sentar.

- ¡Suéltame! – le grité deshaciéndome violentamente de su agarre - ¿no me irás a dejar? – pregunté molesta – odio éste feo departamento – era una niña escandalosa y gruñona, pero no podía evitarlo.

- Sakura… - bebió un largo sorbo de su vaso - ¿viste la hora?

Saqué mi celular del bolso y con gran esfuerzo pude identificar que eran las 5:30 de la madrugada.

- Son las 5:30 – hice una mueca.

- Iré a darme una ducha y vengo… - dejó su vaso sobre la mesita del bar.

- ¡Hey, tú! – le llamé la atención - ¿crees que soy tu comadrera o éste es tu castigo personal por ensuciarte esa camisa fea que traes?

Es oficial, parezco menopáusica, pero algo en mi interior tenía resentimiento con él y ya que estaba ahí, tenía ganas de joderlo. Sasuke se sacó la corbata y con gesto despreocupado, se quitó la camisa frente a mi. Algo en mi abdomen se apretó con fuerza. Estaba ebria, pero pude ver perfectamente el cuerpo escultural que tenía al frente… ¡estúpida visión que funciona cuando quiere!

- ¿Así está mejor? – preguntó divertido con voz juguetona. Quizás no estaba como yo, pero algo le tenía que haber hecho el alcohol para salirme con una así.

Salió hacia lo que creo era su habitación y luego sentí que abría otra puerta. De repente, sinapté un poco y me comencé a preguntar ¿porqué Sasuke Uchiha tomaría un baño antes de irse a la cama? Me parecía ridículo. Quizás era de esos tipos con extrañas fijaciones. Me comencé a reír al recordar que Ino leyó en una revista que había un tipo que antes de hacerlo, se untaba yogurt en su pecho.

Jajaja

Escuché a lo lejos el sonido del agua cayendo, así que supuse que aquel extraño espécimen estaba dándose la ducha. Fui directo al refrigerador y, como era de esperarse en un departamento de soltero no tenía casi nada. Busqué luego en un mueble y… ¡voila! Encontré pan… la alternativa era pan con mantequilla, que no era del todo mal, pues recordé que me ayudaría a pasar la borrachera. Caminé, con mi pan en mano y el vaso de Sasuke sobre la mesa parecía saludarme. Tercer error. Fui a tomar el vaso, que aún estaba helado y lo llené por sobre la mitad. Le di una probada… era whisky. Un vasito no me haría mal ¿no? ¡Otro vasito tampoco!

Mal pronósticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora