—Nicolás—
—¿Ese perro no piensa callarse? —estaba enojado, se notaba en su tono de voz.
Un sudor frio recorrió mi espalda cuando vi a mi pareja, hacer las mantas a un lado, con intenciones de levantarse.
—Amor —trate de calmarlo, apoyando con temor una de mis manos sobre su hombro—. Yo me encargare.
Matías no dijo nada. Tome eso como una aprobación, así que me levante de la cama y fui a abrir la puerta del baño, encontrándome con el cachorro chillando. Me arrodille sobre la fría baldosa.
—Ven, Café con leche —le llame, a lo que el perrito se acerco y acurruco entre mis brazos. Acaricie su pelaje con suavidad, tratando de apaciguar sus, ahora, pequeños aullidos—. Tranquilo, pequeño. Hay que dormir y guardar silencio...
—¿Lograste callarlo?
La voz de Matías a mi espalda, me hizo dar un pequeño brinquito. Con movimientos bruscos, me incorpore con el cachorro entre mis brazos. Agradeciendo internamente el hecho de que el canino se haya dormido.
—Si, lo pondré en la alfombra.
Con pasos lentos deposite al cachorro sobre la alfombra, para luego girarme y salir del baño, cerrando la puerta con suavidad.
—Bien —dije, sin poder quitar la mano de la manilla. Sentía la mirada y la cercanía de Matías detrás de mí—. Vamos... a dormir.
Mis latidos se detuvieron por un segundo, al sentir el cuerpo de mi pareja pegado a mi espalda.
—Matías...
—Tristemente —susurro, cerca de mi oído mientras una de sus manos se colaba entre la camisa de mi pijama—. Ya no tengo ganas de dormir.
Apreté mis labios con fuerza, mi novio había comenzado a jugar bruscamente con mis pezones. Sin contar el bulto que chocaba con mi trasero.
Era obvio lo que él quería.
—¿Qué dices? —susurro mi novio, bajando la cabeza para comenzar a depositar besos por mi cuello.
—Amor... mañana tenemos clases...
La realidad era otra. Yo no tenia ganas de hacer el amor con Matías.
—¿Acaso me estas rechazando? —su voz sonó mas firme. Se estaba molestando.
—Pero tu presentación...
—Nicolás —con brusquedad me giro, chocando mi espalda contra la puerta del baño, su mirada se había tornado sombría—. Eres mi pareja.
—Si, pero...
—¿Acaso tienes un amante?
La miraba de Matías me hizo encresparme. Si las cosas continuaban asi, podría golpearme de nuevo, y eso no lo deseaba.
—Claro que no, amor... —sonreí con notable falsedad.
—Entonces, hagámoslo.
Guarde silencio por unos segundos. Si me negaba, sería peor.
—Esta bien... —dije cerrando mis ojos. De inmediato sentí la mano de Matías volviendo a hurgar bajo mi camisa y sus labios besar mi cuello con brusquedad.
Solo deseaba que esto terminara rápido.
"Fue la primera vez que no disfrute hacer el amor con mi pareja. Algo estaba mal, ya no sentía atracción sexual hacia Matías."
ESTÁS LEYENDO
Golpes de Amor [B-L/Gay]
Romance"Las decisiones tomadas a la ligera conllevan un gran peso al pasar el tiempo" Fue lo que aprendí después de tantos años.