Golpes de Amor [B-L/Gay]

Capitulo 1

—Nicolás—

—¿Qué dices? —preguntó ilusionado mi novio, Matías.

—No lo sé... —conteste, a la vez que desvié la mirada—. Aun somos jóvenes.

—Pero en serio deseo dar este paso...—dijo, Matías. Dejando de lado la cucharita de su helado, para acercar su mano a la mía y acariciar mis nudillos de manera suave—. Contigo, amor.

Era un momento especial. Lo sabía.

Dos años de relación amorosa, era más que suficiente para dar el paso de vivir juntos.

Pero para mí no.

Matías era un novio fantástico. Era amoroso, detallista. Siempre recordaba las fechas importantes. Era sin lugar a duda, único.

Sin mencionar que era muy mimoso en la cama...

Pero aun así...

—¿Qué dices? —volvió a preguntar. Me había quedado en silencio sin percatarme.

—Aun somos estudiantes —dije. Buscando alguna excusa convincente.

—De último año de universidad.

La verdad me dio una bofetada en toda la mejilla. Tenía razón.

—Mis padres no me lo permitirán —busqué una nueva excusa.

—Tus padres me aceptaron. Además me adoran.

Muy bien. No tenía más excusas.

Alejé sutilmente mi mano de su caricia y seguí comiendo de mi pastel.

—Vamos, amor... ¡Di que sí!

—Tu helado se está derritiendo...

—¡Nicolás! —su grito me hizo dar un saltito en mi asiento, dejando caer la cucharita en el movimiento—. No trates de evadir el tema.

Deje mi pastel de lado y alce la mirada, mirando a mi novio de manera seria.

—Matías —comencé, entrelazando mis manos para mayor firmeza en mis palabras—. ¿Estás seguro de esto? ¿No piensas que es muy pronto?

—Amor, llevamos dos años de relación, tus padres me conocen y nos aceptaron completamente como una pareja.

—Sí pero...

—Te amo —me interrumpió—. ¿No es suficiente?

Guardé silencio unos segundos. También lo amaba con toda mi existencia. En eso no debía ni siquiera dudarlo unos segundos.

Pero...

Solté un pesado suspiro, dándome por vencido.

Tal vez estaba siendo un poco egoísta.

—Está bien —dije, acercando mi mano hacia la suya, para ser esta vez yo quien la acariciara con suavidad—. Vivamos juntos.

El sonrojo en sus mejillas y el brillo en sus ojos, no tardaron en aparecer en su rostro sonriente.

Amaba verlo así de feliz, quizás si era momento de vivir juntos, y mis inseguridades me prohibían dar este importante paso junto a él.

"Pero jamás pensé que con eso sellaría mi destino para siempre"