Golpes de Amor [B-L/Gay]

Capítulo 24

—Nicolás—

El pánico subió rápido por mi espalda. Lo que más temía, había sucedido. Matías sostenía la citación entre una de sus manos, de manera temblorosa.

—¿Qué es esto? —repitió.

Me encogí en mi lugar. Sabia que debía hablar las cosas con él, terminar todo de una buena vez. Pero las cosas no estaban saliendo como lo había planeado.

—¿Po... —me sentí estúpido, mi voz había salido en un quejido ahogado—. Podemos hablar?

—¿De qué? —temblé un poco al ver el frio semblante de mi pareja, su ceño estaba fruncido y sus pupilas opacadas—. ¿De como fuiste donde la policía en mi ausencia?

—No...

—¿Entonces de como fuiste a demandarme?

Retrocedí dos pasos, Matías se acercaba peligrosamente a mí. Debía terminar rápido con esto...

—¡Escúchame! —alce la voz—. ¡Yo no quería que esto sucediera! Pero tu...

Una presión en mi pecho se hizo presente.

—No valoraste mi amor... y me golpeaste... —desvié mi vista al ramo de rosas que tenia en su mano izquierda.

—Te equivocas... —hablo Matías—. Yo a ti te amo.

—A veces tus acciones, contradicen tus palabras...

—¡Pero te amo! —el grito de Matías me hizo alterarme. Se había vuelto a enojar—. ¡Mira! ¡Te traje flores! ¿No te gustan?

Retrocedí un poco al tener el ramo de rosas tan cerca de mi rostro, prácticamente me las estaba restregando en la cara para que las viera.

—Matías por favor...

—¿Qué? ¿No te gustan? —el pánico y desesperación se notaba en sus altos tonos de voz—. ¡Di algo, maldita sea!

Retrocedí unos pasos más. Mi cuerpo temblaba por sus acciones, pero era ahora o nuca. Mordí un poco mi labio, a su vez que enterraba mis uñas en las palmas de mis manos.

—Terminemos con esto... —susurre, con el temor saliendo en cada una de mis palabras.

—¿Que...?

El silencio que vino a continuación, me hizo dudar de lo que había dicho.

—¿Qué has dicho? —el tono de voz apagado de Matías me hizo sentir cierta sensación de culpa.

—Terminemos —esta vez soné un poco más firme—. Esto solo nos está lastimando...

Pare un momento para humedecer mis labios con la saliva de mi reseca lengua.

—No se que fue lo que te hizo cambiar... pero de verdad necesito terminar es...

Mis palabras se vieron interrumpidas de golpe. Matías había levantado el ramo y con fuerza, había abofeteado mi mejilla, sintiendo como las espinas de los tallos, raspaban con dureza mi piel.

Perdí el equilibrio por el impacto repentino y caí al suelo, a la vez que los pétalos cayeron al piso de manera desordenada.

—Ah... —solté un quejido al llevar mi mano a mi mejilla lastimada, ardían los raspones que esta había sufrido.

—Dices que esto nos está lastimando... —la fría voz de Matías, me obligo a levantar la vista. Su semblante era tético, y el ramo estaba destrozado en su mano—. Pero entre los dos, ¿Quién es el culpable?

—¿Qué...?

No entendía nada... ¿de que estaba hablando? Él fue quien comenzó con las agresiones.

—Fuiste el único que me extendió su mano cuando la necesite —continuo—. ¿Y ahora quieres irte?

El temblor de mi cuerpo era mayor al que siquiera podría imaginar. Había visto y escuchado casos de femicidio, en donde la pareja mataba a la mujer por celos o por alguna disfunción fuerte.

Si esto seguía así...

—Matías... —debía calmarlo—. Por favor, hablemos esto en otro momento, yo... puedo regresar mañana.

—Shh... —cerré mis labios cuando vi que tiraba al piso el deteriorado ramo y se hincaba al frente mío. Sus ojos estaban oscuros, como si hubiesen perdido todo el brillo de ellos. Estaba totalmente fuera de sus cabales—. De aquí... no saldrás con vida si sigues pensando en irte.

—Matías... por favor... —el temblor había subido hasta mis labios, provocando los tropezones en las silabas, y a su vez, lágrimas de miedo caían por mi dañada mejilla.

"Una vez más, el infierno se había desatado."

***

Preparen algo para apretar en el próximo capitulo, solo eso diré