Capítulo 26

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Nicolás

Si había aprendido algo en este tiempo, era que dejar pasar las cosas, era lo peor.

Con las ultimas fuerzas que me estaban quedando a esta altura, agarre el cuchillo y con un movimiento brusco, roce el cuello de mi pareja, logrando que se detuviera por la sorpresa.

—¡Aléjate! —le amenace con el cuchillo. Mi mano temblaba de rabia y miedo—. ¡No te atrevas a tocarme!

—Nicolás... su tono de voz se volvió suave, casi angelical. Voz que me provoco nauseas—. Baja eso, amor. Es peligroso.

Hizo ademán de acercarse, volví a mover el cuchillo para alejarlo una vez más.

—Aléjate... —musite, apretando la mandíbula, estaba enojado. Ya no permitiría que él me volvería levantar la mano. Saldría de este infierno por esa puerta, con vida.

—Amor...

Apreté el mango del cuchillo, sintiendo la impotencia subir por mi cuerpo. Jamás paso por mi cabeza, llegar a vivir esta escena, ni mucho menos con la persona que tanto me había dicho que me amaba.

—Nicolás... yo te amo, amor.

Sus palabras se perdieron en el aire, ya no creía nada que saliera de sus labios. Los mismos labios que meses atas besaba con tanta pasión y anhelo.

—No mientras... —susurre, sintiendo como mi corazón se trizaba lentamente—. Tu no me amas...

—Nicolás...

—¡Si me amaras...! —le interrumpí, sintiendo como mis ojos eran inundados por mis lagrimas—. Jamás me hubieras inundado en este infierno...

Apreté mis dientes con fuerza, bajando la mirada. Me sentía impotente, estúpido e incluso culpable.

—Amor...

Palidecí cuando sentí la mano de Matías sobre la mía, levante agitado la mirada, encontrándome con la suya. Aunque suene tonto, su mirada mostraba comprensión y amor...

Pero ya no más...

—Suéltame... —murmure, apenas audible.

—Vamos... suelta eso, amor —hablo comprensivo.

Mi agitación subió cuando Matías tomo con más firmeza mi mano, rodeando a su vez, el cuchillo.

—Hablemos esto con más calma...

—No... ¡No! —soltando toda mi impotencia, moví mi mano con fuerza y brusquedad, quitando su mano de golpe, a su vez, que hacia un corte promedio en la palma de su mano.

—¡Ahg...! Duele...

Matías no tardo en encogerse en su lugar, quejándose del dolor, tomando y apretando su mano herida. Temblé inconscientemente.

¿Qué acababa de hacer...?

—Matías... —trate de acercarme, no quería herirlo. Yo solo...—. Lo siento...

Unas gotas carmesí cayeron al piso, mientras Matías levantaba y me miraba con una mirada tan fría como un tempano de hielo.

—Así que así son las cosas...

***

Segunda parte del capitulo mañana!

Golpes de Amor [B-L/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora