Luchando contra el destino ~♡ (Choi Minho)

~♡ Bendición

Narra Elizabeth:

Había amanecido con un terrible dolor de cabeza, y con unas ganas horribles de vomitar. Me senté con cuidado en la cama y me sentí flotando, todo en mí alrededor dio vueltas levemente.

¿Minho me habrá contagiado su resfrío?

Pero... no me duele la garganta...

Busqué por internet los síntomas que tenía y casi se me para el corazón con el resultado que me salió: 

Embarazo

¿Embarazo?...

¿Pero si con Minho nos estamos cuidando?

Quedé pensando por unos segundos y corrí desesperadamente en busca del calendario que había en la cocina.

A ver...

No me ha llegado el periodo desde hace una semana, igual es muy pronto, pero siempre he sido muy regular y precisa.

Luego de un largo suspiro, caminé, y me dejé caer en el sillón, mi mente era una tormenta, mis neuronas hacían explosión. Estaba tan en shock que hasta se me olvidó lo mareada que me sentía. 

¿Qué hago?

¿Espero más tiempo?

¿O voy a comprar un test?...

Pero si me descubren que soy yo, las fans van a estar vueltas locas.

¿Qué hago Dios Mío? ¿A quién le puedo decir?

¿A mi suegra? No no no, no quiero crearle falsas esperanzas...

Puse mis manos en mi cabeza tratando de que mis neuronas funcionaran... Hasta que el rostro de una mujer vino a la mente:

¡Sodam!

¿Cómo no lo pensé antes?

Tomé mi celular, con manos temblorosas intentando buscar su número. Le marqué, pero me arrepentí en el último momento, justo cuando iba a colgar, ella me contestó:

-¿Yobuseyo?- Me saludó.

-Sodam Unni ¿Cómo estás?-Le pregunté nerviosa.

-Bien, muy bien, te escuchas extraña- Me dijo dudosa.

-Necesito que hablemos ¿Nos podemos vernos en algún lado?-.

-¡Claro! ¿Puedes venir a mi oficina?-Me preguntó.

-Sí, voy para allá- Le contesté

-Te espero entonces, adiós-

...

Salí de la casa con la mente en blanco, y sin saber cómo, ya me encontraba afuera del edificio dónde trabaja Sodam Unni.

Estacioné el auto en el subterráneo, me coloqué un jockey y tapabocas negro, suspiré armándome de valor, quería salir corriendo, pero ya me encontraba aquí, no había vuelta atrás. Tomé el ascensor hasta el sexto piso del edificio, se abrieron las puertas y caminé hasta el mostrador.