Narra Elizabeth:
No pude dejar de llorar cuando vi aquella casa frente a mí. Todos los recuerdos de mi niñez y juventud estaban en mi mente en este momento. Tantas cosas que viví aquí como una ola aparecieron en mí cabeza.
Me bajé del taxi, y abrí la reja con las llaves en mi cartera. Entré arrastrando mi gran maleta gris, mis tres fieles compañeros llegaron a mi encuentro saltando de alegría, competían entre ellos quien llegaba más cerca para lengüetear mi rostro.
Sus ojos curiosos y colas alegres se agitaban y olfateaban sin creer que estaba frente a ellos.
Caminé hasta la puerta principal, colocando la llave en la cerradura y girando la perilla para entrar. El olor a eucalipto característico que poseía esta casa llegó a mis fosas nasales rápidamente, respiré hondo inundando mis pulmones de ese puro olor.
Dejé mi maleta a los pies de la escalera, y avancé hacia el interior buscando alguien con vida en esta casa tan silenciosa. Corrí el ventanal hacia el patio y una melodía de los labios de una persona conocida llegó hasta mis oídos.
Una hermosa mujer jardineaba cantando entre las plantas que la rodeaban. Con su gran sombrero cubriéndose ya del sol inexistente del otoño. Me acerqué a pasos lentos intentando hacer el menos ruido posible al caminar, pero una hoja traicionera crujió al pisarla sin querer.
-¡Hija!- Me dijo mi madre con un salto al verme frente a ella, me lancé a sus brazos sin importarme ensuciarme de tierra. -¿Pero cariño que haces aquí?-Me preguntó mientras me examinaba minuciosamente.
-Vine de paseo por unas semanas-Le respondí con ojos llorosos.
-¿Peleaste con Minho? ¿Te separaste de él?-Preguntó con rostro en pánico.
-No... ¡Cómo se le ocurre!... yo lo amo más que nada-Le contesté y ella suspiro de alivio-Necesitaba volver... solo quiero olvidarme de todo y pasar un tiempo aquí-
-Me parece excelente que vuelvas a tus raíces-Me dijo con una sonrisa-Debes estar cansada, anda ve a tu pieza y relájate un rato-
Obedecí a su orden, la verdad que mi cuerpo necesitaba un "stop" por un momento. Además el cambio de horario me tenía la cabeza media loca.
Subí por las escaleras, arrastrando la pesada maleta. Caminé por el corredor, y abrí la puerta de la habitación, y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver el interior. Tal cual yo lo había dejado hace más de un año.
Avancé con pasos temblorosos, estaba todo completamente impecable, la madera reluciente del ropero se veía hermosa a la luz del sol que entraba por las cortinas que me movían al compás del viento.
Incluso en la pared aun estaba aquel póster autografiado por Minho, la primera vez que vino aquí ¡Qué lindos recuerdos!
...
Dormí por unas horas, la suavidad de la cama la extrañaba demasiado, aunque no cambio por nada la compañía y el calor humano de mi hombre por las noches.
Bajé luego de darme una rica y relajante ducha, el olor a pan tostado se lograba oler desde el segundo piso.
Y ahí estaba ella en la cocina esta vez, con su delantal rojo bailando al ritmo de la música de la radio.
-¡Cariñito!, ven a sentarte, está todo listo-Me dijo ella con una gran sonrisa.
El festín que tenía enfrente era maravilloso, ella siempre tan detallista con las cosas que me gustaban: tostadas, panqueques, incluso en el horno un queque de zanahoria.
-Déjame regalonearte como te mereces-Me habló leyendo mi mente.
-Gracias, ¡Me encanta que lo haga!-Le respondí mientras se sentaba al frente mío.
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Luchando contra el destino ~♡ (Choi Minho)
Romansa~Segunda Temporada de "Todo fue cosa del destino" ¿Porque la felicidad no puede durar para siempre? ¿Podrán nuestros protagonistas superar los obstáculos? Inicio: 15/09/2018 Finalizado: 19/09/2019