Abril llegó de imprevisto, de la misma manera en la que el sol comenzó a salir, no solo para mí sino en el cielo de mi ciudad. Había pasado ya tres meses desde que Brandon se evaporase, y no había tenido el menor indicio de que intentase ponerse en contacto conmigo. Pero bueno, también he de decir que para Abril ya no pensaba en él a diario, sino por momentos. Ya no me acordaba de su olor, ni de su risa, ni siquiera de su voz. Recordaba su cara pero porque seguía viendo algunas fotos suyas, mis recuerdos de su cara no procedían de momentos del pasado, sino reconstruciones de fotografías. No teníamos ni una solo foto juntos y eso me apenaba bastante como si lo nuestro no hubiera pasado nunca, como si solo hubiese pasado en mi imaginación.
Para abril, llevaba un historial sexual de seis chicos a los que le había realizado sexo oral, por lo menos veinte chicos que había besado y cero chicos con los que había mantenido un contacto anal. Es verdad, que de los chicos con los que me había besado, llegué a sentir fuegos artificiales por uno, de hecho, no hace mucho de eso. Casi a finales de Marzo. Cuando salí de fiesta con Kara a una de sus fiestas en residencias de facultades. Estaba yo ahí bailando borracho con Kara a mi lado apunto ya de retirarme porque no pasaba nada más interesante que la música cuando veo que un chico cerca de mí, me sonríe. Era muy mono. Ojos saltones, chiquitito de altura y moreno, con una barba de dos semanas. No debía tener los treinta todavía.
Y me pego a él sin darme cuenta y me acerco para preguntarle que de dónde ha sacado su amiga el polo y me lo da para comer y nos pegamos más para bailar y le comentó que baila raro y antes de darme tiempo a pensar, me lanzo y nos fundimos en un beso que estalla en fuegos artificiales.
Hacía mucho tiempo que no sentía eso. Y yo tenia el control, yo controlaba el ritmo en este baile, pero por muy experto que fuese en este compas, sus amigas le dijeron que ya se tenían que ir y se despidió de mí con un beso en la mejilla. Ya nunca más iba a volver a verle.Y con ese sabor, me fui de viaje de estudios a Noruega. Feliz, risueño. Como era el delegado del viaje, tuve que coger el primero de los dos vuelos programados que había para nosotros. Coral no venía, decía que pasaba de pagar tanto de dinero para irse de viaje con un grupo de gente que no soportaba y que prefería gastarse el dinero en irse de hotel porno con su novio, no le faltaba razón. Por suerte, Kara si venía, aunque cogía él avión siguiente. Así que llegué al hotel y tuve que defenderme en mi inglés para ver como estaba todo programado para que saliese bien. Al ser un presupuesto muy alto, mi instituto hizo un convenio con otro centro para que ambos participasen en el viaje por lo que acabamos siendo más de 80 personas. Y yo solo conocía a casi a los treinta que había entre los dos cursos de mi instituto.
Me reuní con los guías, los excursionistas, los cazadores de auroras boreales y me dijeron que habíamos venido en temporada de ventiscas y que sería difícil que de la semana que pasaríamos, viésemos alguna aurora, pero que no perdiésemos la esperanza.Así que apenas tuve tiempo antes de fijarme en que todos ya estábamos. El hotel tenía una sala de actos donde mi tutora me hizo explicarle a todos mis compañeros las normas del viaje y la planificación. Hablaba sin mirar a nadie. Me trababa y me mordía el labio nervioso. Ojalá hablase ella pero me pasaba el trapo sucio. Al bajar de escenario casi tembloroso salí escabullido hasta el fondo de la sala a sentarme mientras los guías repartían los trajes para soportar el frío.
Ni siquiera sé al lado de quien me senté. Creo que era una chica del otro instituto.
-Buen trabajo, Nil -me dice una voz procedente de la fila delantera.
No necesito levantar la cabeza para identificar la voz.
Ahí estaba. Como si hiciese días desde la ultima vez que nos vimos. Como si me sonriese como si nunca me hubiese roto el corazón. Como si Brandon acabase de cruzarse conmigo por los pasillos. Como si Brandon no llevase tres meses desaparecido. Como si Brandon estuviese ahí realmente. Lo estaba. Había venido al viaje de estudios.
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Clumsy: una historia del origen (Gay)
Teen FictionDespués del exito de Clumsy, llega el origen de la historia de amor entre Nil y Brandon. Repleta de topicos y humor. Llena de referencias a series, películas y libros. Intentando que haya más humor que drama, pero al igual que la vida misma, no todo...