Capitulo 21

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Amanece en un cielo encapotado. Suena el despertador alrededor de las 7 de la mañana. Me ducho y dejo que el agua caliente relaje mis músculos tensos por el frío. Repaso mentalmente la agenda de los tres días que quedan para terminar el viaje. Ayer comenzamos con la caza de auroras boreales, y no hubo suerte. La nieve ha llegado y el cielo estaba tan blanco como la sala de un hospital. Quizás no vaya a ser un buen viaje. Mis compañeros igualmente estaban contentos porque los paisajes a los que ibamos de excursión que eran maravillosos. Un tour de 14 horas que hicimos el tercer día para visitar los fiordos noruegos. La verdad es que yo sentía presión, al haber organizado el viaje. Sentía que todavía podía mejorar. Y que quedasen tres noches y aún no haber visto auroras boreales.
De nuevo, hoy tocaba excursión de 12 horas, está vez ocupaba toda la noche hasta las 6 de la mañana. Y era una expedición por la montaña y de paso disfrutar de la nieve. Hacía -20C. Llevábamos los trajes para calentarnos pero igualmente cada hora, teníamos una parada para entrar en calor y tomar algo caliente. Iba a ser una excursión intensa, y yo pensaba en toda la mañana que teníamos libre. Podría quedar con el chico del primer tour para ir a tomar algo o pasear... bueno con este frío mejor que me enseñe un lugar protegido del clima.

Bajo al comedor a desayunar antes de que termine el último turno de comida. Y ahí están Junni, Kara, y Brandon, sentados ya habiendo terminado desayunar. Los saludo con la mano indiferente y cojo lo que quiero para desayunar antes de sentarme en una mesa que le da la espaldas.
-¿Tienes ganas de lo de esta noche? -pregunta Kara, sentándose a mi lado- Tengo un sentimiento de que hoy veremos auroras.
-El cielo estará encapotado -mi voz suena triste.
-Confía en mí -me pasa la mano por encima de los hombros para darme un rápido abrazo. Era tan buena-. Ni te ralles, eh. Está siendo una magia de viaje. Has elegido muy bien el sitio. Y ambos nos hemos llevado la experiencia Lizzie Mcware.
Es verdad que ella el tercer día conoció a un paisano de 2 metros 10, rubio nórdico y muy muy musculoso. Habían quedado la misma noche con Brandon y Junni, y se que se habían enrollado ya, y que seguían en contacto para echar un polvo de despedida. La libertad sexual de Kara, me daba envidia. Ojalá yo poder ser así. Gracias a ella, me había enrollado con tantos chicos en el tiempo que Brandon desapareció. Ella me animaba a disfrutar y a dejarme querer por los demás.
Una vez le pregunté.
-¿Cuántas veces te vas a exponer de esa manera para dejar que te hagan daño?
-Las que haga falta hasta que aprenda.
Qué sabia es.
Seguro que ella me animaría a que quedase con el chico del tour si es lo que realmente me apetecía. Aunque yo estaba siendo distante con el chico este. Entre organizar el viaje y los tours no tenía tiempo ni para contestar sus mensajes ni pensar en que pueda haber algo entre nosotros. Ya ni tenía que impresionarme a mi mismo, porque sabía que si quería podía tenerle.
Miro atrás de nosotros y están Brandon y Junni charlando y riéndose.
-Junni intenta que Brandon se eche un ligue o al menos se folle a alguna de aquí.
-Muy típico de ellos.
Desde que le vomité toda esa verdad a Brandon, se había mantenido a un segundo plano. Era como un fantasma. Permanecía en el grupo pero nunca se comunicaba conmigo. Ni siquiera un saludo. Y me dolía, sí. Pero me hizo caso. Había tomado mi palabra y ahora debería estar feliz de que me deje mi espacio para avanzar, ¿no? Pues no me sentía precisamente feliz. De hecho, mis días tenían más luz cuando Brandon se las apañaba para quedarse a solas conmigo para intentar recuperarme. Pero ya no había marcha atrás. Yo debí tomar mi propio camino. Debía haberlo tomado hace muchísimo tiempo.

Nos ponemos los trajes protectores del frío, que al menos eran de un amarillo bonito, y salimos en buscar de edificios bonitos y bares con estilo irlandés, para hacerle fotos a Kara. Después Kara se encontró con su enamorado y yo me retire al hotel.
Me eché e intente dormir hasta las 16h para estar descansado para el tour de esta noche.

El viento nórdico era más frío de lo esperado. Hacía tanto viento que no había manera de avanzar por el bosque hacia la cima de la montaña. La excursión había empezado antes de lo esperado y al hacerse de noche, con los trajes puestos para protegernos del frío nos habíamos puesto en camino. La gente me dedicaba caras de odio por organizar la excursión. Era el segundo día en busca de auroras y teníamos una ventisca encima nuestra. Llevábamos los guantes y unas gafas protectoras del polvo, y era difícil reconocernos entre nosotros. El guía nos iba animando a subir y el paisaje de la ciudad detrás nuestra al lado de las montañas era hermoso.
Cuando llevábamos media hora subiendo la cima, un vendaval nos empujó hacía atrás y el viento era tan fuerte que no pude avanzar y me quedé quieto porque era imposible seguir. Entonces algo me empujó, un peso pesado que cayó encima mía y me derribó. No podía moverme. El suelo estaba mojado lleno de hojas que resbalaba y tenía tantas capas que me era imposible moverme y hablar para pedir ayuda. El frío me atontaba y sin darme cuenta, me dormí intentando no pensar en el frío.
Abrí los ojos poco a poco al notar algo empujando de mí. ¿Cuánto había dormido? Tenía tanto frío. Me sentía congelado con el cuerpo encogido de tal manera que dejase de tener escalofríos.
-Vamos, Nil -sigue empujando-. Di algo, por favor -suplica.
Pero no puedo hablar tengo los labios pegados de hielo.
Entonces el peso que tengo delante desaparece y puedo tomar aire.
Hace más frío y me siento como una pluma pesada en un océano helado. Algo tiraba hacia abajo cuando otro intentaba levantarme.
-Nil, por favor -noto unos guantes en mi cara.
Todo es muy confuso.
Noto movimientos sobre mi cuerpo, zarandeándome de un lado a otro pero estoy rígido y congelado para poder sentir más.
Entonces noto el calor en mi boca. Unos labios sobre mis labios pasándome un calor que necesitaba.
Me quita las gafas y puedo dislumbrar unos rizos saliendo de su gorro.
-Brandon, tengo mucho frío.
-Los del grupo están muy lejos. Debemos buscar ayuda.
Intenta llevarme cual princesa pero mi traje de nieve se lo impide, resbala demasiado al contacto con el suyo.
Pone mi brazo sobre sus hombros para movernos.
No sé cuanto caminamos pero el sueño cada vez se va apoderando de mí y no soy consciente de casi nada de lo que sucede.
Escucho un ruido fuerte encima nuestra y luego calor.





Escucho un ruido fuerte encima nuestra y luego calor

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Clumsy: una historia del origen (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora