Capítulo 30

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La sangre goteaba en el suelo de la herida que me había causado en la boca. Brandon me miraba confuso pues no sabíamos si el golpe me lo había dado él o Junni. Me había apartado para protegerme de más golpes cuando apareció mi profesora de Historia del Arte.

-¿Se puede saber de que va todo esto? -pregunto alzando la voz. No se refería a la pelea entre Brandon y Junni, sino al incidente con el nombramiento de la reina- Si pudiera os suspendía a todos los que habéis tenido la brillante idea de hacer esta bromita fuera de lugar. Os suspendería para que os podáis convertir en los don nadie que estás destinados a ser. Sois unos capullos. Nadie siente lastima por vosotros,y menos yo. Deberías enorgulleceros de tener compañeros que luchan sin miedo, sin vergüenza, que luchan por quienes quieren ser, y por la sociedad que quieren en un futuro. Vosotros solo hacéis que la sociedad vaya hacia atrás, cuando sois el futuro. Y si vosotros sois el futuro, por dios, que alguien me meta un tiro porque la sociedad va fatal. Pensad en todo lo que han luchado para daros un futuro decente, no dejéis que comentarios y actos cabernicolas no traigan de nuevo esos días oscuros.

Casi la aplaudo, pero nos sacó a los tres del gimnasio rápidamente para llevarnos a la enfermería. Ninguno dijo nada. Solo mirábamos nuestras heridas en silencio. Enviaron a Junni a hablar con el director, cuando nos quedamos a solas.

-Siento el golpe, solo intentaba defenderte -comento Brandon poniéndose hielo en los golpes.

-No, necesito que nadie me defienda Brandon. Creía que ya lo sabías, pero gracias igualmente -le sonrío alargando la mano en su dirección para que me la coja.

Coral y Kara entran con cara consternada.

-¿Pero aún seguís aquí? -pregunta Kara - Venga, tenéis que subir a recoger el premio.

Se me escapa una sonrisa sarcástica.

-No estamos para premios. Era una broma cruel -digo yo-. Creía que las cosas ahora que no habría secretos, irían mejor, pero cuando te expones al mundo, te ves salpicado por gente que no deja que vivas tu vida como tú quieres.

-Chicos, en serio, no os desaniméis. Esto solo ha sido un golpecito tonto, para que no olvidéis nunca el instituto.

-¿Tú no estás enfadada por no haber ganado tú? -pregunté.

-Bueno, un poco sí. Pero no lo veas como que me has quitado el puesto, sino que ha ganado la pareja más popular del momento. Claro que aún tiene que modernizarse el concepto de reyes del baile, pero vosotros sois los primeros. Quien sabe, si de ahora en adelante hay más parejas como vosotros que necesitan visibilidad. Vosotros habéis hecho historia en el colegio.

La miro aún con el hielo sobre la mandibula. Quizás tenga razón.

Brandon me agarra la mano con fuerza. Le miro y tiene la cara hecha un desastre, llena de heridas. Claramente, no íbamos a ser la pareja idealizada para haber ganado el premio a reyes del baile.

-Nil, la gente da asco, pero si los miras de uno en uno, algunos se salvan -me dice Coral.

Tiene razón.

Esto era por Brandon, por Kara, por Coral, por mi madre, por todas las personas que han luchado conmigo durante todo el año. Este premio era por las personas que no se rinden y quieren del mundo un sitio mejor, mas tolerante, más humano.

-Damas, y caballeros, os presento al rey y al rey del baile -victorea el director del instituto cuando subimos al escenario por nuestras coronas.

Reconozco en seguida la canción que suena para que inauguremos el baile de parejas. Song for Ana del grupo Deluxe. Es la primera canción que sonó cuando lo estábamos haciendo en su coche en la temporada de noviembre durante los primeros exámenes, la que sonaba en nuestras duchas juntos en Noruega, y ahora parecía nuestra.

Lo miro con las cejas alzadas. ¿La habría pedido él?

Pongo mis manos alrededor de su cuello y él alrededor de mi cintura. Y empezamos a movernos lenta y torpemente. Por suerte, no tardan en unirse a nosotros.

-¿Te gusta? 

-Parece que sabías que íbamos a ganar.

Se ríe.

-Le pedí al director que nos la pusiese antes de que nos nombrara reyes.

-Es preciosa.

Y me besa. Ardo en miles de soles. Nos consumimos en un apasionado beso, en el que no nos importan que nos miren, que nos humillen, esa noche era nuestra y nadie podía arruinarnosla.

-Al final todo ha salido bien -comenta.

-Un bonito cierre de una etapa.

-No solo cerramos nuestra etapa aquí, sino él uno con el otro -empieza a decir. Le miro intentando averiguar hacia donde va. Justo esa mañana había rellenado e enviado la matricula a la universidad-. Si pudiese volver atrás cambiaría tantas cosas. Cambiaría todo el daño que te he hecho, haría que el tiempo volviese atrás para aprovecharlo contigo. Ahora que todo se acaba siento que hemos desperdiciado tanto... -le pongo los dedos en los labios- lo que quiero decir, es que, he pedido plaza en la universidad de Vic, así que si quieres volver algún finde para ver a tu madre, o a Coral, me gustaría que también me vieses a mí. No quiero decir que tengamos una relación a distancia, sé que eso nunca funciona, solo quiero que sepas que aquí seguiré yo. 

Le interrumpo con otro beso.

-Esta mañana me matriculé en la universidad. Al final he decidido que debería darle una oportunidad a eso de la carrera, y tampoco tengo tanto ahorrado para poder estudiar fuera de casa, así que me he matriculado en Vic.

Se pega más a mí y me besa por toda la cara. Me abraza y me alza del suelo. 

-Te amo.

-Te amo.


Brandon había organizado una fiesta de despedida del año en su casa. Recuerdo perfectamente como acabó la ultima fiesta de fin de curso a la que fui. ¡Como había cambiado todo en un año! Ya no era el mismo. No era ese chico inseguro dentro de su cascaron, había florecido. La gente se me acercaba a darme la enhorabuena por el premio, querían beber conmigo, subir fotos conmigo tomando chupitos de gelatina. Que diferencia al año pasado en el que estaba junto a Coral en un rincón con los otakus, y el único contacto con el resto de compañero había sido cuando se la comí y me dejé follar por el que ahora se había convertido en mi novio.

Kara y yo nos abrazamos, llorando, rememorando todo y casi llorando. La iba a echar muchísimo de menos. Quizás echaría de menos esta etapa y temía el futuro. Había llegado a la cima, y todo lo que viene después es la bajada. Veo a Junni y a Brandon de lejos hablando y abrazándose, haciendo las paces. Junni y yo compartimos una mirada y le sonrío levemente indicándole que no le guardo rencor. Coral había venido con Albin, y Brandon les había enseñado el jacuzzi de la habitación de sus padres que lo tendrían solo para ellos. Por fin, cuando todos están bailando, consigo quedarme a solas con Brandon en un sofá de su porche, ya que a este no le gusta demasiado bailar. Me pasa la mano por encima del cuello quedando nuestras cabeza pegadas. Podría quedarme ahí para siempre. Brandon la luz de mi vida, que digo, la luz del mundo, eso es lo que eres.

-Venga, chicos no os mováis, que os hago una foto -nos dice Kara, robando la instantánea antes de que podamos reaccionar-. Y ahora una foto dando os un beso.

-No hagas la payasa -la echa Brandon entre risas.

Su instagram estaba lleno de fotos y recuerdos de ellos dos besuqueándose en casi todos los sitios en los que habían estado. Yo también quería eso. Estaba orgulloso de nosotros, de mi perfecto novio, y quería compartirlo con todos. Pero él no era así ya, al menos no conmigo, no con esta relación. Me había demostrado cosas, pero yo quería más, lo quería todo. Ojala mi paciencia fuese en la misma dirección que su evolución. 


Por fin había conseguido lo que realmente quería, y no estaba seguro de que una vez que había salido de cascaron, lo que tenía fuese suficiente.



Clumsy: una historia del origen (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora