Clumsy: una historia del origen (Gay)

Capítulo 19

-¿Seguro que no te duele? -inquiero colocando la bolsa de hielo en la mejilla hinchada de Brandon.
Ha sido un buen golpe.
-Sí -me sonríe. Me mira con ojitos de cachorrito y yo trato de no caer.
Tras el golpe me pidió disculpas por haberse propasado y los vigilantes de la galería nos invitaron amigablemente a irnos y acabamos pidiendo en la cafetería más cercana hielo para la herida.
No le había hecho sangre, pero se había hinchado. Yo también necesitaba hielo para mis nudillos. Era la primera vez que pegaba a alguien.

Nos hemos sentado en uno de los sofás para dos  y yo le paso el trapo por la parte de la mejilla en la que lo he golpeado sintiéndome culpable, aunque no debería. Es mi cuerpo y yo decido el cuándo, el dónde y con quién.

-Ha sido un buen golpe -suelta una mueca cuando le paso el hielo por encima de la herida-. Créeme que me esperaba cualquier otra reacción que me golpeases.

-¿Ah si? ¿Qué esperabas?

-No sé... una reconciliación... que me la chupases en los baños o algo así.

Se notaba que estábamos en un país en el que no hablaban nuestro idioma. Brandon nunca era tan extrovertido con personas a su alrededor.

-Nunca más te la volveré a chupar.

-Anda, sabes que si te insistiese, te conseguiría.

Me enfado.

-Es que no tienes que insistir. Si te digo que no es que no. Respétame.

Ya me he mosqueado y me aparto, dejando que el mismo sea quien se cure la herida.

Hacemos una pausa en silencio y yo de morros.

-De verdad que me alegro de verte, y de verte bien.

Asiento y el nota que no quiero hablar más y sigue.

-Estos meses no le he dado mucho al sexo, la verdad. Sigo con mis problemas sexuales de siempre. Frustración máxima -se ríe-. Contigo no me pasaba esas cosas, pero con las chicas es como si solo pensar en una vagina y ya saber que me tengo que correr porque es natural, hace pues que no disfrute del sexo, y me acabe corriendo en cuanto la meta.

¿Por qué me daba tantos detalles? ¿Por qué yo mismo no le paraba? No pensaba dejar que volviese a hacerme lo mismo que cuando estuvimos juntos. No pensaba dejarle que me diese tantos detalles como para hacerme daño.

-Se me rompió el móvil el primer mes de irme, y estuve como unas semanas sin él, y cuando volví a tener whatsapp estaba como ilusionado por una parte por si me habías desbloqueado en ese tiempo y tenía un mensaje tuyo, pero no fue así. Me fui, y no me buscaste ni nada. No sabía como lo llevabas, ni nada... solo sabía que estabas vivo por las historias de instagram de Kara. Estaba realmente triste y no sabía porque, porque para mí solo era sexo. Y luego empecé a pensar en si realmente solo era sexo entre nosotros.

Sí, sí que lo era. Le respondo mentalmente. Nunca habíamos mantenido conversaciones profundas, ni nada. La máxima conexión era cuando perdía un partido y me decía de dormir juntos en el coche.

-Pero, ¿y tú qué? ¿has follado mucho? ¿sigues siendo pasivo?

A ti que te importa.

Me encojo de hombros. No quiero hablar de esto con él, por que no le importa, seguramente le mentiría solo para quedar bien ya que él se ha tirado a otras tías aunque se corriese al segundo de follarlas, mientras yo, no me había tirado a nadie más. Seguía con mi regla de oro, bueno regla que Brandon me hizo crearme. Sino me empalmo, no follo ni me dejo follar, así de simple.

-Bueno, he hecho una lista... -ya que no quiero mentir tampoco empiezo a contarle la verdad- de los tíos que me he liado desde verano hasta ahora.